Xbox Series X es una auténtica bestia que se queda a medio camino al no tener títulos que aprovechen al máximo el hardware de la consola, pero que cambia por completo la experiencia de juego y la lleva a un nuevo nivel

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms
  • Xbox Series X es la consola de nueva generación de Microsoft y viene con unas credenciales impresionantes: potencia desmesurada, un SSD rapidísimo que dice adiós a los tiempos de carga y un diseño espectacular muy elegante. 
  • Como máquina es una auténtica bestia, pero el problema es que no tiene ningún título exclusivo de peso que saque a relucir las bondades de su hardware. 
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Siempre que me pongo a jugar a la consola, me preparo un café bien caliente para disfrutar como se merece de una buena sesión. 

Cada vez que me encuentro un tiempo de carga, ya sea por alguna muerte, una puerta que me lleva a otro nivel, un viaje rápido para ahorrarme un paseo de un buen rato o cualquier otra situación que me obliga a dejar el mando y esperar a través de varios consejos a que cargue la partida, echo un ojo al móvil mientras le doy un sorbo al café. 

Ahora, tristemente, el café no hace otra cosa que quedarse frío, ya que esos momentos de pausa hasta que vuelves a tener el control han desaparecido por completo y la culpable de que me tenga que levantar al microondas cada dos por tres tiene nombre propio: Xbox Series X

Con este nombre Microsoft presentó su consola de nueva generación hace ya bastantes meses y por fin se puso a la venta el pasado 10 de noviembre por 499 euros

Desde la compañía de Redmond, la intención es clara: una consola con una potencia desmesurada que quiere conquistar a los amantes de la tecnología y lo hace de la mejor manera posible. 

Un hardware apabullante, un diseño elegante y compacto y una experiencia de usuario que cambia por completo respecto a cualquier consola existente hasta la fecha y que sin duda se postula como un competidor a la altura de Sony con su PlayStation 5

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Antes de nada, un poco de contexto: en 2001, Microsoft se lanzó al mercado de los videojuegos con Xbox, una consola con un hardware fantástico y que logró consolidarse como una opción muy a tener en cuenta. 

En 2005, apareció su segunda consola, Xbox 360, que tras varios problemas de lanzamiento con el polémico Kinect, logró mantener el tipo con una buena ristra de títulos que lograron convencer a sus usuarios. 

Por último, en 2013 salió la última máquina de la compañía hasta el momento, Xbox One que comenzó con mal pie tras obligar a sus usuarios a tener una conexión permanente a Internet para jugar. 

Sin embargo, gracias a a Phil Spencer, actual CEO de Xbox, lograron corregir el rumbo al dar un giro total a la estrategia de la compañía apostando por crear un ecosistema que ha aterrizado en móviles y PC a través del exitoso Game Pass y su Project xCloud

Ahora, tras labrarse un nombre en la industria tras mucho esfuerzo, desembarcan con una nueva consola que tiene la lección aprendida, sabe lo que tiene que hacer para conquistar tanto a nuevo público como a los fans de la marca y viene con un hardware que promete cambiar por completo el modo de jugar a los videojuegos. 

¿Lo consigue? Sigue leyendo si quieres conocer en detalle qué me ha parecido Xbox Series X

Un diseño espectacular, compacto y francamente bien construido.

Análisis Xbox Series X

Carlos Ferrer-Bonsoms

Cuando abres la caja como si fuese un cofre ya te das cuenta de que estás ante algo grande. La consola viene envuelta en un material negro muy elegante y te recibe un cartel que da la vuelta a la máquina con el lema Power your Dreams, el eslogan actual de la compañía.

Una vez le quitas el precinto, la consola se presenta con todo su esplendor. 

Esto puede ser cuestión de gustos, pero lo que está claro es que Xbox Series X cuenta con un diseño imponente, realmente bien construido y muy compacto.

Eso sí, tiene un tamaño considerable de 30,1x 15,1x15,1cmque hace que te tengas que parar a pensar muy bien dónde ponerla, ya que es bastante grande, a pesar de que la impresión de serlo mucho más en imágenes. 

Lo mejor es que puedes ponerla tanto en posición horizontal como en vertical, siendo esta la manera más óptima y más bonita, ya que cuando está tumbada resalta la peana que descansa sobre la base y afea un poco el conjunto.

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms

Eso sí, una vez la tengas en su sitio, mejor dejarla quieta, pero no porque no sea fácil de transportar, sino por su elevado peso: 4,5 kilogramos. 

Entrando en materia, la consola está construida en un llamativo color negro mate que no deja ninguna huella, aunque da la sensación de que se puede rallar fácilmente.

La parte frontal es muy limpia, con tan solo el botón de encendido que se queda iluminado de manera constante con el logo de Xbox en blanco —algo que me ha gustado mucho estéticamente, pero me ha desviado la mirada en más de una ocasión mientras estaba jugando— la ranura para el BlueRay, así como un botón para extraer el disco, otro para sincronizar el mando y un puerto USB.

En la parte trasera, las clásicas conexiones de corriente que, por fin, la fuente de alimentación viene dentro de la consola y solo hay que conectar el cable, puerto HDMI, conexión para cable de red y otros dos puertos USB extra.

Hasta aquí lo normal, ya que donde realmente brilla Xbox Series X es en el acabado de su parte superior con esos orificios por donde disipa el calor y ese toque verde pintado que le dota a la consola de un aspecto francamente original. 

¿Escuchas algo? Adiós a los problemas con el ventilador.

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms

Uno de los grandes problemas de las consolas de la generación anterior era el ruido que producían al correr cualquier título en su interior. Lo peor es que, a mayor exigencia, mayor molestia haciendo que fuese casi indispensable jugar con cascos o tener la televisión bien alta para poder sortear el problema, así que tenía grandes expectativas puestas en Xbox Series X, ya que prometía ser tremendamente silenciosa. 

Y hay que ser claros: no solo ha cumplido con lo que esperaba, sino que lo ha superado con creces. La consola es francamente silenciosa, tanto que a veces te puedes llegar a plantear si está encendida.

He hecho la prueba de apagar la televisión y dejar la máquina encendida para ver si percibía algún tipo de sonido y a menos que me acercase bastante, la respuesta era siempre la misma: silencio. 

Para conseguir esto, Xbox Series X tiene un potente ventilador que expulsa el aire caliente de la consola por la parte superior, mientras que por las rendijas de la parte trasera echa aire frío para así ayudar a que la consola no se caliente en exceso. Una auténtica obra de ingeniería. 

Eso sí, de todas formas, por el momento me mantengo algo cauto y habrá que ver qué ocurre con los juegos de dentro de unos años que exijan más potencia y rendimiento a la consola o si ese diseño agujereado de la parte superior podría convertirse un nido de polvo que empeore su rendimiento general y acabe sonando más de la cuenta. 

Una interfaz de usuario continuista que no sorprende y con la que he de confesar que durante mis primeros compases me he sentido perdido.

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms

En este sentido, Microsoft ha sido bastante conservadora y mantiene el mismo sistema operativo que se puede ver en la generación anterior. Es cierto que esperaba algo un poco más novedoso y único para la consola, pero puedo entender la decisión de la compañía de Redmond, ya que encaja a la perfección con su idea de tener un ecosistema total. 

En cuanto a la navegación por los menús y opciones de la consola, todo se mueve a una velocidad de vértigo y el comportamiento es exquisito, pero me he sentido un poco perdido en un primer momento

Tengo que decir que vengo de PlayStation 4 y estoy bastante acostumbrado a su interfaz, por lo que esto puede haberme jugado una mala pasada. Así que cuando me puse a trastear un poco para ver las opciones no logré encajar del todo con lo que me ofrecía la Xbox Series X.

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms

Tiene un sistema operativo funcional, pero con muy pocas opciones de personalización, algo que me encanta. Además, tal y como está estructurada la información que se muestra en pantalla me ha resultado un tanto confuso. 

Lo último que has abierto siempre ocupa el primer lugar, desplazando a las otras aplicaciones o juegos un paso más hacia la derecha y al desplazarte arriba o abajo, aparecen otras categorías que has ido incluyendo desde el menú.

También puedes acceder a una especie de menú rápido dándole al botón de la Xbox del mando, donde aparecen tus trofeos, últimas apps abiertas, el chat o incluso los grupos que has creado, pero me ha parecido un poco desaprovechado. 

Eso sí, todo se mueve a las mil maravillas y luce francamente bien. 

El Quick Resume: la joya de la corona, aunque con matices.

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms

La Xbox Series X es un auténtico monstruo a nivel de hardware, capaz de mover juegos a 4K y a 120fps por segundo —todo en función de la televisión o monitor que utilices para jugar y lo cierto es que en los juegos optimizados para esta consola o aquellas novedades que aprovechan las características internas como Watch Dogs Legion, Assassin's Creed Valhalla o Yakuza: Like a Dragon,el resultado es asombroso y gana muchos enteros si se compara con la generación anterior

Sin embargo, no voy a detenerme demasiado en todo lo referente a lo visual—para eso puedes pasarte por el análisis de nuestros compañeros de Hobby Consolas o de Computer Hoy que la ponen a prueba de una manera más profunda— y voy a hacer hincapié en la funcionalidad que me ha parecido la guinda del pastel y sin lugar a dudas lo que más me ha gustado de la máquina: el Quick Resume

Es una característica que cambia por completo la forma a la que te enfrentas a cualquier videojuego. Imagina que estás matando algún que otro demonio en DOOM Eternal, pero de repente te apetece seguir tu aventura en Halo. 

El proceso es tan sencillo como darle al botón central del mando para que se despliegue el menú, darle al otro juego, esperar 8 segundos y la partida está justo donde la dejaste.

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms

Ahora piensa en cómo lo haces actualmente: tienes que cerrar un juego, abrir el otro, que pasen todos los créditos iniciales, pasar por el menú, elegir tu partida y esperar un tiempo de carga que puede variar entre un minuto o tres dependiendo del título en cuestión.

Los números hablan por sí solos y da al jugador un tiempo del que antes no disponía y te pone a disfrutar del juego de una manera totalmente inmediata. 

En mi caso, siempre he sido de pasarme un juego entero y luego ir al siguiente, simplemente por ahorrarme todo ese largo proceso de iniciar un juego. 

Ahora, no paro de picotear entre uno y otro ya que el cambio es prácticamente inmediato y creo que es un salto de categoría absoluto. 

Para conseguirlo, la máquina hace uso de su disco SSD de 1TB —que me parece muy pequeño dado al tamaño de algunos juegos, como por ejemplo el Call of Duty Black Ops: Cold War que se come 135GB del sistema— que logra que los tiempos de carga sean cosa del pasado y dan al usuario la pieza clave por la que considero esta consola una máquina de nueva generación: más tiempo para jugar. 

Además, la consola tiene una función de ahorro de energía que consume muy pocos watios cuando está en reposo que hace que el encendido sea cosa de darle al botón del mando y pasar de manera casi automática al menú principal.

Sin embargo, a pesar de todas las bondades que tiene el Quick Resume hay cosas que no me han gustado del todo.

Lo primero es que no todos los juegos cuentan con esta funcionalidad, incluso en títulos propios como Gears 5 —aunque Microsoft dice que está trabajando en ello— por lo que en muchos casos tienes que volver a pasar por todos esos títulos iniciales antes de que empiece. 

Lo segundo es que echo en falta que la consola me señale con cualquier tipo de indicativo qué titulos cuentan con esta funcionalidad, ya que no queda nada claro.

Cuando quise probar la primera vez incluso me planteé si la consola no me funcionaba correctamente, ya que nunca me cargaba el punto en el que estaba, sino que empezaba a cargar el juego de cero y es algo que me pasó en más de una ocasión. 

Por lo demás, es una característica que parece cosa de magia, sobre todo teniendo en cuenta que iniciando algún juego que otro podía estar por lo menos 5 minutos antes de ponerme a jugar. 

El ecosistema, otra de las piezas clave de la experiencia.

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms

Una de las más claras intenciones de Microsoft con Xbox Series X es crear un ecosistema que encaje no solo con la máquina de nueva generación, sino con el móvil, el PC o incluso Xbox One. 

Esto ya se ve al iniciar la consola por primera vez, ya que toda la configuración inicial se hace desde la app del móvil, disponible tanto para iOS como para Android, desde donde puedes bajarte los juegos directamente o incluso disfrutar de los juegos en el móvil.

No hay que confundirlo Project xCloud, que utiliza el juego en la nube, ya que este sistema lo que hace es coger el título que tenemos en la consola y trasladarlo directamente a la pantalla del smartphone

Además, gracias al guardado en la nube, puedes continuar tu partida en el momento exacto en el que lo dejaste desde donde quieras. Si estás en la consola pero ahora quieres jugarlo en PC, simplemente inicia el título en el ordenador y podrás seguir jugando desde el último guardado.

Lo tengo claro: el mando es simplemente P-E-R-F-E-C-T-O.

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms

Vuelvo a recordarlo, desde siempre he tenido consolas de Sony y de Nintendo por lo que salvo un par de ocasiones en las que he tenido el mando de Xbox entre manos, nunca había disfrutado del Xbox Controller.

Ahora, tras un tiempo de uso, tengo claro que es el mando más cómodo que he tenido entre manos y sin haber probado el DualSense, del que hablan absolutas maravillas, solo puedo decir que la experiencia es fantástica. 

Lo primero a destacar es la ergonomía de su diseño que encaja como un guantes. Los gatillos están perfectamente colocados y los joysticks asimétricos consiguen que la experiencia sea todavía mejor.

En cuanto a la vibración que transmite el mando no puedo estar más encantado. Dos ejemplos: en Forza Horizon 4 transmite la sensación a la perfección de estar conduciendo en el barro o por carretera, en Gears 5 logra que cada arma se sienta diferente e incluso el botón ejerza cierta presión al pulsarlo. Una pasada. 

Por último, destacar los nuevos añadidos al mando: un botón share que guarda capturas es un fantástico añadido para los amantes de guardar clips y aunque yo no soy muy fan de estas cosas, es un añadido perfecto.

El gran ¿problema? No tiene lanzamientos exclusivos de peso...

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms

No cabe duda que la consola es una auténtica bestia, pero donde realmente se gana la partida es con los juegos y aquí, tristemente, no puedo posicionarme a favor de Xbox Series X porque no existe ningún título de lanzamiento desarrollado específicamente para la máquina

Es algo que siempre ocurre cuando se lanza una nueva generación: el catálogo siempre es escueto, pero hay un par de títulos desarrollados de cero para mostrar sus bondades. 

En esta ocasión, no hay juegos que aprovechen el hardware y que sean exclusivos de Xbox Series X y el catálogo se llena de juegos intergeneracionales que también salen en otros sistemas como Xbox One o PlayStation 4 como es el caso de Assassin's Creed Valhalla, Watch Dogs Legion, Yakuza Like a Dragon o Cyberpunk 2077, que aterrizará en diciembre y que promete ser uno de los mejores juegos del año. 

Hay que ser justos: todos estos juegos beben del nuevo hardware y la experiencia en pantalla se refleja con mejores tiempos de carga, mejor resolución o tasa de frames por segundo, pero hay que dejar claro que se queda a medio camino y no da la sensación de estar ante una consola de nueva generación porque no hay títulos que expriman la potencia de Xbox Series X. 

También es cierto que el horizonte asoman el nuevo Halo, The Medium o ese Fable del que se ha visto un breve teaser, pero ahora mismo estamos donde estamos y no hay un título de lanzamiento de peso. 

... pero cuenta con GamePass, un absoluto regalo para los que apuesten por primera vez por una máquina de Microsoft, ya que están todos sus juegos exclusivos de generaciones pasadas.

Análisis Xbox Series X
Carlos Ferrer-Bonsoms

Eso sí, juegos para disfrutar en la consola hay muchísimos gracias a la retrocompatibilidad, que te dejará disfrutar de clásicos de anteriores generaciones y sube un escalón gracias a Xbox Game Pass, el servicio de videojuegos por suscripción que ofrece un catálogo de más de 100 videojuegos de todo tipo.

No solo están todos los grandes exclusivos de Microsoft como la saga de Gears of War, todos los títulos de Halo, el fantástico Hellblade: Senua's Sacrifice o clásicos como la colección de Fable o el regalo para los nostálgicos de Rare Replay, sino que la biblioteca se llena de grandes juegos de la generación como The Witcher 3: Wild Hunt, Final Fantasy XV, Hollow Knight o Alien Isolation, por citar algunos ejemplos. 

Evidentemente, si has sido un usuario de toda la vida de Xbox y cuentas con una biblioteca propia de juegos comprados a lo largo de los años puede que tampoco te llame mucho la atención y no te suponga un gran incentivo, pero si vienes de nuevas al ecosistema tienes ante ti una colección simplemente espectacular en donde perder cientos de horas disfrutando de todo lo que puede ofrecerte.

Xbox Series X cuenta con un hardware simplemente increíble que deja claro que estas ante algo grande, pero se queda a medio camino al no poder explotar su potencia por la ausencia de juegos diseñados específicamente para la máquina

Análisis Xbox Series X

Carlos Ferrer-Bonsoms

Sin duda, este es el punto más complicado de todo el análisis: ¿Te recomiendo comprar Xbox Series X? Tras un buen tiempo dándole vueltas a la respuesta, no puedo declinar la balanza hacia ningún lado, ya que todo depende del tipo de usuario que seas. 

La consola es una auténtica bestia que logra que los juegos luzcan mejor que nunca. Además es francamente rápida y logra dejar atrás los tiempos de carga, algo que para mí me ha supuesto un cambio absolutamente radical, pero esa ausencia de algún título que otro que exprima las bondades de la máquina me hace meditar mucho la respuesta sobre si es el momento acertado de dar el salto. 

Si como en mi caso nunca has tenido una consola de Microsoft y quieres darle una oportunidad, creo que no te vas a arrepentir. No solo por todo lo que ofrece la consola en cuanto a prestaciones, sino que el catálogo que se abre ante ti es de una calidad excepcional y lo mejor es que lo más granado de Xbox lo tienes a tan solo un botón con el excelente Game Pass. 

Si por el contrario siempre has sido un usuario Xbox y tienes en tu poder una Xbox One X, te invito a meditar la decisión: tienes ante ti una consola simplemente increíble, pero si buscas títulos que expriman la máquina, no los vas a encontrar. 

De todas formas, si eres un amante de la tecnología, buscas que tus juegos luzcan mejor que nunca y quieres dejar atrás los tiempos de carga, no existe duda. 

Yo, por mi parte, me voy a comprar un termo para que el café no se me quede frío

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