Los meses de verano concentran un gran número de incidencias en las carreteras debido al aumento de los viajes y las altas temperaturas. Una revisión a tiempo puede evitar un gasto inesperado en las vacaciones.

Los averías no solo se producen durante la conducción, también debido a una exposición continuada al sol y el calor. Algunas de las averías más leves derivadas de esta situación son el desgaste de las escobillas y las gomas, grietas en las juntas, daño en los componentes eléctricos y desperfectos en la tapicería. 

La Información recomienda proteger el vehículo en un garaje los meses de verano o taparlo con una funda si se tiene que estacionar en el exterior por largos periodos de tiempo.

Reparaciones en vehículos de menor a mayor coste

Las averías más comunes durante el verano están relacionadas con la batería, el alternador, la presión de los neumáticos o la refrigeración del motor. La reparación de estos componentes puede costar desde 65 euros hasta más de 1.000.

La batería

Diferentes estudios muestran que el 30% de los problemas con la batería se deben a la carga y que otra buena parte de ellos se producen por despistes del conductor como dejar las luces encendidas. A esto hay que sumar la baja resistencia al calor de este componente.

Además, la batería de un coche tiene un ácido que se puede secar a altas temperaturas, lo que reduce su vida útil. El cambio o la reparación de la batería depende del modelo del vehículo, aunque suele rondar unos 200 euros.

Los neumáticos

El calor provoca que aumente la presión de los neumáticos y estos pueden reventar. Otra incidencia común es un desgaste excesivo que no proporcione el agarre necesario en carretera. Cambiar las cuatro ruedas del coche cuesta unos 450 euros.

Este problema común se puede prevenir con el uso de neumáticos de verano, los cuales se adaptan a las altas temperaturas y al aumento de la presión derivada de ellas.

El alternador

El alternador es uno de los componentes que más falla en los coches en verano ya que no está pensado para soportar altas temperaturas. Según Eurotaller, este componente se desgasta más en verano ya que se utiliza el aire acondicionado e influye en la refrigeración de piezas eléctricas del vehículo. El coste de un alternador nuevo es de unos 500 euros.

La refrigeración del motor

El líquido refrigerante cumple una función esencial: mantener el motor en una temperatura óptima. Los problemas de refrigeración del motor derivados del refrigerante pueden deberse a pérdidas de líquido por grietas en las piezas conductoras, aflojamiento de las mangueras o que estén defectuosas, así como la rotura de la bomba de agua.

La avería más común es la falta de líquido refrigerante, que cuesta unos 65 euros. Un problema continuado con el sistema de refrigeración puede generar problemas más graves de motor que pueden costar hasta más de 1.000 euros.