Las bajas laborales por salud se disparan a máximos históricos y esto podría provocar un "impacto económico significativo", advierte el Banco de España

España ha experimentado en el último año un aumento de la demanda de los servicios sanitarios y también de los trabajadores que piden días de baja por motivos de salud, según un informe del Banco de España.

El número de jornadas laborales que se han perdido por enfermedad, accidente o incapacidad se disparó en 2022 hasta el máximo histórico, de forma que ha superado incluso las cifras de 2020 y 2021, que fueron los 2 años más duros —por contagios por coronavirus y sus diversas consecuencias— de la pandemia del COVID-19, recoge Expansión.

"En el último año, se ha observado un aumento de la demanda de servicios sanitarios, cuyas causas y grado de persistencia son todavía inciertos. Si dichas dinámicas se prolongaran en el tiempo y estuvieran relacionadas con un deterioro persistente en la salud general de la población española, su impacto económico podría ser significativo", resume el boletín del Banco de España.

Los datos, además, muestran un aumento en las personas ocupadas que pierden días de trabajo por enfermedad, incapacidad temporal o accidente. Las cifras de la EPA (Encuesta de Población Activa) "revelan un aumento pronunciado y continuado de las bajas laborales en nuestro país desde 2020", de acuerdo con el documento, publicado este miércoles 15.

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"En particular, en el promedio de 2022, un 4,1% de los ocupados declararon no haber trabajado en la semana anterior a ser entrevistados, ya fuera por enfermedad, incapacidad temporal o accidente. Con ello, se mantiene la tendencia creciente observada en las bajas laborales desde 2020, que lleva a que se superen con claridad los porcentajes observados antes de la pandemia", especifica.

Este incremento "ha sido relativamente mayor entre las personas más jóvenes y entre las de edad intermedia", prosiguen los autores, que admiten la "considerable incertidumbre en cuanto a las causas y al posible grado de persistencia" de esta situación, aunque sugieren que algunas de ellas pueden estar relacionadas con las secuelas del COVID-19.

Además, "dicho aumento de la demanda de servicios sanitarios ha venido acompañado de un rápido crecimiento de las listas de espera", advierten en el boletín del primer trimestre de 2023, sobre los Efectos económicos de un posible deterioro duradero en la salud general de la población española.

"En la medida en que estos desarrollos puedan resultar duraderos y estar asociados a un deterioro persistente en la salud general de la población española, podrían requerir un aumento estructural del gasto sanitario —aún difícil de cuantificar— y afectar negativamente —aunque con elevada incertidumbre— al producto potencial", concluyen.