BNY Mellon ve estos 9 motivos para invertir en Japón en la actualidad

multitud calle -Japón
  • La bolsa japonesa ha trazado una de las tendencias más alcistas y aún acumula razones de peso para pensar que puede mantener ese desarrollo.
  • Miyuki Kashima, directora de inversión en renta variable japonesa de BNY Mellon, cree que la macro o la evolución salarial sustentan la valoración del mercado japonés.
  • Además, la estabilidad política y el crecimiento del ánimo inversor hace al país nipón como una de las regiones donde más solidez se puede encontrar.

La senda de los mercados se ha tornado sinuosa con los últimos acontecimientos. El estrés se ha incrementado notablemente en el corto plazo, dejando que el miedo se apodere de los inversores y nublando su visión de cara a la búsqueda de oportunidades con un horizonte temporal más amplio. 

El auge de la volatilidad impide que muchos se decidan por hacer apuestas sólidas. Sin embargo, hay mercados alcistas que han tenido estabilidad en los últimos años, como el japonés, que pueden ser una alternativa todavía para hacer estrategias.

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En pleno repunte tras un largo periodo de contracción, la economía nipona ofrece un conjunto de oportunidades atractivo a los inversores, según Miyuki Kashima, directora de inversión en renta variable japonesa de BNY Mellon.

Por eso, apunta a 9 razones por las que considera que el país asiático ofrece un importante atractivo de inversión, en comparación con otras regiones.

#1 – Un panorama macroeconómico positivo 

Para Kashima, este desarrollo constituye un hito importante. Por primera vez desde 1997, el PIB nominal supera los 533 billones de yenes, con lo que la economía nipona ha recuperado por fin el terreno perdido durante dos largas décadas a la baja.

No se puede reprochar a los inversores que se pregunten si la actual narrativa de guerra comercial podría hacer mella en el crecimiento de Japón. Sin embargo, según la experta, "la imagen tradicional de una economía nipona dominada por las industrias exportadoras no se sostiene ante un análisis a fondo".

#2 – Estabilidad Política

El país asiático era un caso perdido a nivel político a mediados de la década 2000- 2010, pero se ha convertido en un ejemplo de estabilidad a día de hoy. Entre 2006 y 2012, el país tuvo siete primeros ministros, más de uno por año. Todo esto cambió tras la elección de Shinzo Abe en diciembre de 2012.

#3 – Tomando el relevo 

Como ilustración de la creciente fuerza y confianza del sector empresarial nipón, Kashima destaca el panorama esbozado por los datos de crecimiento salarial. Tras décadas de estancamiento, comenta, las empresas de gran capitalización e internacionales están elevando con firmeza sus salarios.

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#4 – Préstamo bancario: el sustento de las empresas

Según Kashima, esto revela que los bancos japoneses tienen mucha más capacidad para liberar capital para préstamos que muchos de sus homólogos globales. "Si las empresas japonesas desean financiarse para maximizar su potencial, existe capital disponible", comenta. "En nuestra opinión, esto será positivo para el beneficio y el crecimiento en adelante".

#5 – Crecimiento salarial

Crecimiento salarial en Japón

Kashima destaca el panorama esbozado por los datos de crecimiento salarial. Tras décadas de estancamiento, comenta, las empresas de gran capitalización e internacionales están elevando con firmeza sus salarios. En 2016, alrededor de un 90% de las multinacionales y grandes empresas afirmaban tener previsto subir salarios, mientras que las de menor tamaño -si bien de forma un tanto reactiva - también se están moviendo a este respecto. Esto es significativo para la salud de la economía en su conjunto, opina Kashima, dada la interrelación existente entre rentas crecientes, consumo doméstico y confianza empresarial.

#6 – Acumulación de tesorería

Si los bancos tienen dinero para gastar, este también es el caso de las empresas japonesas. Esto se debe, en parte, a la historia de deflación en el país asiático: en un entorno deflacionario tenía sentido no invertir o gastar. Asumiendo que la deflación llega a su fin y que el sentimiento continúa mejorando, las empresas podrían mostrarse más dispuestas a reducir sus grandes reservas de efectivo, lo cual redundaría positivamente en el conjunto de la economía y en los inversores en general.

#7 – Un mercado pasado por alto

Acumulación de tesorería en Japón

Pese a los argumentos a su favor, Japón sigue siendo un mercado significativamente infraponderado en las carteras de los inversores internacionales. Entre abril de 2003 y abril de 2006, las compras netas de acciones japonesas ascendieron a 250.000 millones de dólares; Entre octubre de 2012 y diciembre de 2013, esa cifra había caído a 180.000 millones de dólares. El descenso, afirma la analista, podría deberse a que los inversores se concentraron excesivamente en los aspectos percibidos como negativos del panorama inversor nipón. Ahora, con la economía japonesa en plena transición hacia el crecimiento, dicho efecto retardado podría corregirse y dar impulso a las acciones del país asiático.

#8 – La buena noticia no está en el precio... 

Hemos visto que la renta variable japonesa es infravalorada por los inversores globales, pero las acciones japonesas también parecen estarlo en términos fundamentales. Al menos, este parece ser el caso si consideramos la brecha existente entre la evolución de los índices bursátiles y la mejora de los beneficios corporativos.

#9 – Un buen coto de caza

Con frecuencia, las compañías de mayor tamaño están "desconectadas" de la comunidad inversora, explica Kashima: a veces no existen estimaciones de consenso y sus equipos directivos no siempre publican previsiones por iniciativa propia.
 

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