El carisma no es innato y se puede entrenar: así puedes desarrollar el rasgo invisible que hace que los líderes sean más eficaces
Reuters
- El carisma puede ser un componente fundamental de un liderazgo eficaz.
- Las tácticas verbales incluyen contar historias; las no verbales, utilizar un tono de voz animado.
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¿Por qué algunos líderes son capaces de cautivar y motivar a su público allá donde van, mientras que otros tienen dificultades para transmitir su mensaje?
La diferencia parece residir, al menos en parte, en el carisma, un rasgo aparentemente difícil de definir pero relativamente fácil de detectar.
Sin embargo, cada vez hay más estudios que sugieren que el carisma es definible y replicable. Los científicos que estudian el carisma dicen que no se trata tanto de un don natural concedido sólo a algunos individuos afortunados sino de un conjunto de comportamientos que cualquiera puede aprender.
De hecho, los estudios han descubierto que los líderes carismáticos son más capaces de inspirar una serie de resultados positivos en las personas. Al menos en las empresas, quienes escuchan los discursos de los líderes carismáticos tienden a trabajar más y a contribuir más con su propio dinero al bien público.
Es decir, que los líderes que muestran carisma pueden cambiar el mundo a mejor.
12 tácticas de liderazgo carismático
El carisma se puede aprender.
En 2011, los profesores de la Universidad de Lausana John Antonakis, Marika Fenley y Sue Liechti enseñaron a directivos y estudiantes de MBA una serie de comportamientos de liderazgo carismático. Esos comportamientos (o "tácticas de liderazgo carismático", como las llama Antonakis) incluyen estrategias verbales y no verbales.
Tácticas verbales:
- Metáforas, símiles y analogías
- Historias y anécdotas
- Contrastes
- Preguntas retóricas
- Listas tripartitas
- Expresiones de convicción moral
- Declaraciones que reflejan los sentimientos del grupo
- Establecer altas expectativas para uno mismo
- Transmitir confianza en que los objetivos pueden alcanzarse
Tácticas no verbales
- Gestos corporales
- Expresiones faciales
- Tono de voz animado
Wikimedia Commons
Para una parte de su estudio, Antonakis y sus colegas enseñaron estas tácticas a 34 mandos intermedios de una gran empresa suiza.
Al principio del estudio, los investigadores solicitaron opiniones de 360 personas —de jefes, compañeros y subordinados— sobre el grado de carisma de los directivos. Los empleados que proporcionaron las valoraciones no sabían qué directivos de su empresa estaban realizando la formación, por lo que no podían estar sesgados en ese sentido.
Los investigadores empezaron la formación haciendo que los directivos vieran vídeos de personas carismáticas, deteniendo los vídeos cada pocos segundos para que los directivos pudieran aprender a identificar los comportamientos específicos que constituían el carisma.
Según Antonakis, muchos de los directivos se mostraban escépticos ante la idea de que, si copiaban estos comportamientos, la gente también creería que eran carismáticos. Seguramente, pensaban, la gente se daría cuenta de que hacían preguntas deliberadamente o cambiaban el tono de su voz.
Pero Antonakis ha explicado a Business Insider que el carisma suele ser algo que se percibe a nivel intuitivo, sin poder identificar exactamente de dónde procede.
"Estas cosas son como invisibles; están en el fondo. La gente siente su consecuencia, pero no se da cuenta de que los líderes las utilizan", dice.
Los investigadores hicieron que los directivos representaran interacciones en las que utilizaban las tácticas de liderazgo carismático que habían aprendido, y les dieron información sobre su eficacia. En el transcurso de las siguientes semanas, los directivos tuvieron que practicar las tácticas de liderazgo carismático.
A los tres meses del estudio, los investigadores volvieron a pedir un feedback para comprobar si la formación había tenido éxito. Efectivamente, los directivos que habían recibido la formación no sólo fueron calificados como más carismáticos, sino también como líderes más eficaces, tanto en comparación con la calificación anterior como con el grupo que no recibió la formación.
La preparación puede ayudar a cualquiera a desarrollar el carisma
Antonakis se apresura a señalar que el carisma no es la base de un liderazgo eficaz. Un directivo debe tener suficiente experiencia para saber lo que hace; el carisma es la "guinda del pastel" que le ayuda a comunicar sus ideas.
Para los líderes que quieren desarrollar el carisma, Antonakis y sus colegas dicen que la preparación y la práctica son fundamentales. Los directivos del estudio pasaron un total de unas 30 horas practicando tácticas de liderazgo con carisma.
Una de las mejores —y más sencillas— formas de desarrollar el carisma, según Antonakis, es prestar mucha atención a cómo hablan en público las personas carismáticas y ver cómo reaccionan sus oyentes. También se pueden ver vídeos de discursos de grandes líderes como Martin Luther King Jr.
Otra alternativa es grabarte a ti mismo hablando, lo que te permite darte cuenta de cómo te expresas ante los demás: si estás murmurando o mostrando algún tic, por ejemplo.
"No queremos que esto se utilice sólo para manipular a la gente, sino para hacer que la gente haga lo correcto para que podamos salvar nuestro planeta y hacer grandes cosas", confiesa Antonakis. "Al fin y al cabo, ése es mi objetivo final", concluye.
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