Si China invade Taiwán, TSMC pararía todas sus fábricas y Apple se enfrentaría a la escasez de chips propios

iPhone 13

Reuters

Cuando ocurre algún conflicto entre China y Taiwán, todo el sector tecnológico tiembla. Esto se debe a que en Taiwán se encuentra el mayor fabricante de chips del mundo, TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company), que domina hasta el 60% del mercado global de semiconductores.

Esta compañía podría poner en jaque incluso la producción propia de chips de Apple, ya que todo el paraguas de los chips diseñados por Apple, tanto los de la gama A como los de la gama M, son fabricados por TSMC.

Por ello, si China decide reunificar Taiwán a su territorio, la compañía de la manzana podría salir realmente perjudicada. Eso puede pasar en cualquier momento, ya que China aprobó en 2005 una ley de secesión con la que podría aprobar medidas "no pacíficas" en caso de intento de separación.

Sin embargo, Mark Lui, presidente de TSMC ha dejado clara su postura al respecto. Su fábrica "no estaría operativa", en caso de que China decida invadir Taiwán. "La guerra no tiene ganadores, solo perdedores", ha respondido a CNN.

"Nadie puede controlar TSMC por la fuerza. Si usa fuerza militar, hará que la fábrica de TSMC no funcione", ha concretado. 

"Debido a que esta es una instalación de fabricación tan sofisticada, depende de la conexión en tiempo real con el mundo exterior, con Europa, con Japón o con Estados Unidos, desde materiales hasta productos químicos, repuestos, software de ingeniería y diagnóstico". 

La escasez de chips podría alargarse más allá de 2023, según el CEO de una compañía neerlandesa de la que no habías oído hablar y que es clave para el sector

Estos últimos comentarios de TSMC han surgido a raíz de la polémica visita de Nancy Pelosi, presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, a Taiwán, lo cual China considera una ofensa.

La visita se ha producido, además, en mitad de la aprobación de la Ley de Chips y Ciencia de Estados Unidos, que promete destinar miles de millones de dólares a la construcción de fábricas de chips en suelo nacional. Entre ellas, una de 12.000 millones de TSMC en Arizona u otras como las de Intel.

Por su parte, el alto mandatario de TSMC ha hecho un llamamiento por la paz, haciendo un paralelismo con la guerra en Ucrania, la que también ha dificultado aún más la crisis de fabricación de semiconductores, debido a la escasez de materias primas.

"La guerra de Ucrania no es buena para ninguna de las partes, son escenarios de perder-perder-perder", ha expresado. "¿Cómo podemos evitar la guerra? ¿Cómo podemos asegurarnos de que el motor de la economía mundial siga funcionando y tengamos una competencia justa?". 

A pesar de las importantes consecuencias de la presión de China sobre Taiwán, TSMC –y también Samsung– facturó hasta un 76% más que el año anterior, durante los meses de abril a junio. No obstante, con un mensaje poco alentador sobre el futuro de la industria.

En su caso, el fabricante asiático expresó que se estaba produciendo un exceso de oferta en su inventario de chips, debido a la caída en el consumo de dispositivos –el mismo que por fortuna no ha afectado a Apple con los resultados de ingresos de ventas de sus iPhone 13–.

De momento, en un contexto marcoeconómico en el que reina la incertidumbre, los grandes actores continúan haciendo inversiones, aunque en suelo norteamericano –por lo que pudiera ocurrir–.

Tanto Intel como TSMC como Samsung invertirán en fabricación de chips 40.000 millones de dólares, 100.000 millones y 150.000 millones en suelo estadounidense hasta el final de la década, en una clara apuesta por desconectarse del satélite de China.

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