El gasoducto del MidCat se estanca: Europa se 'lava' las manos y deja la 'pelota' en el tejado de España y Francia

La crisis energética desencadenada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la dependencia que tiene Europa de su gas han llevado a explorar alternativas como el proyecto de gasoducto MidCat, que uniría España con Alemania. 

Ambos países se han puesto de acuerdo para respaldarlo, pero se han encontrado con una negativa contundente por parte de Francia, primero, y con una postura de perfil de la Unión Europea, que este martes ha evitado dar su apoyo.

La semana pasada, la vicedirectora general de Energía de la Comisión Europea, Mechthild Wörsdörfer, pareció abrir la puerta a la posibilidad de explorar vías de infraestructuras gasistas como excepción, pero este martes la institución ha dado un paso al lado y ha dejado la pelota en el tejado de los países a los que considera directamente involucrados.

"No podemos dar una posición específica en este momento; hace falta que los Estados miembro y los promotores avancen en el análisis sobre las posibilidades de viabilidad del proyecto y entonces estaremos en medida de dar nuestra opinión sobre un proyecto preciso", ha declarado el portavoz de Energía del Ejecutivo comunitario, Tim McPhie, en una rueda de prensa en Bruselas.

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"Todo proyecto transfronterizo adicional de infraestructuras que unan la Península Ibérica con el resto de la Unión Europea necesita más evaluaciones de los países implicados y de los promotores del proyecto, por eso la Comisión no puede tomar posición", ha añadido McPhie, quien ha recordado que el MidCat no forma parte de los Proyectos de Interés Común (PIC) que reciben fondos comunitarios y que las autoridades francesas y españoles lo dejaron "en pausa" por considerar que no estaba "maduro".

"Lo que potencialmente podría financiarse son proyectos de infraestructuras de hidrógeno. Podría tener estatus de proyecto de interés bajo como corredores prioritarios de hidrógeno. Pero ni es ni ha sido un PIC", concluyó, descartando la posibilidad de que reciba fondos un potencial proyecto de MidCat para transportar solo gas.

Antes, los líderes de España y Alemania, Pedro Sánchez y Olaf Scholz, respectivamente, se habían puesto del mismo lado, pero se encontraron con la contundente negativa de Francia: "No entiendo por qué saltar como cabras pirenaicas por este gasoducto. No es solución", ha desechado Emmanuel Macron.

El presidente francés ha señalado que el MidCat no se justifica por motivos energéticos o ambientales y ha resaltado que las actuales interconexiones de gas con España —por el País Vasco y Navarra— están "infrautilizadas", ya que se están usando casi a la mitad (53%) desde febrero.

Al debate se ha sumado también por la parte española Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno, horas antes de que lo hiciese el portavoz comunitario de Energía.

"El debate del MidCat no se puede cerrar por el pronunciamiento de un país", ha manifestado en Onda Cero ante las declaraciones de Macron.

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"No es un asunto estrictamente bilateral, y previsiblemente se abordará el viernes en el consejo de ministros de Energía de la UE", ha añadido, horas antes de McPhie pasase la 'patata caliente' a "los países implicados y promotores" del proyecto.

El proyecto del MidCat —interrumpido desde 2018 por su elevado coste y las dudas sobre su rentabilidad a largo plazo—, fue iniciado a principios de los 2000 con el objetivo de reducir la dependencia del gas ruso de muchos países europeos, mediante una red que llevara el gas desde Argelia hasta el centro del continente, conectando con España.