El éxito de los jóvenes artistas vendiendo NFT: 57.000 euros por una caricatura de un astronauta o 40.000 por una pieza de arte generativo

El primer gran boom de los Non-Fungible Tokens (NFT), en el que artistas como Beeple vendieron sus creaciones por 69 millones de dólares, explotó como la burbuja que era. 

Pero eso no provocó la desaparición de este mercado. Ni mucho menos. Con cantidades menos exageradas y, parece, con un crecimiento más sostenido y creíble, el negocio de los tokens no fungibles sigue siendo rentable para muchas personas, sobre todo, para jóvenes artistas. 

Varios de ellos han hablado en Time, con el objetivo de conocer por qué los adolescentes están triunfando en este mercado. 

“Con los NFT llegas a la gente de una manera mucho más sencilla que a través de una galería de arte tradicional”

Victor Langlois es uno de ellos. Tiene 18 años y, según diversos informes, cobró más de 18 millones de dólares (15,2 millones de euros al cambio actual) vendiendo NFT. 

Asegura que su condición de nativos digitales les da una ventaja a la hora de crear NFT: “Hemos crecido jugando en las redes sociales, viendo vídeos de YouTube y con videojuegos, hemos trabajado para cosas como conseguir una armadura y subir de nivel. Simplemente es traducir naturalmente eso en NFT”. 

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Una caricatura de un astronauta que se vendió por 20 ethereum (57.134 euros al precio actual de la criptomoneda). Fue la primera gran venta Jaiden Stipp, de 15 años. 

Tuvo que sacar el dinero que le habían pagado y meterlo en un banco para que su padre se convenciera de que era dinero real. 

Tras eso, apuntan en Time, vendió 4 piezas más y ayudó a sus padres a pagar la hipoteca y el coche. 

Para él, uno de los secretos del mercado de los tokens no fungibles es que es accesible para cualquier persona y en cualquier lugar y momento. Puedes lograr, afirma Stipp, “llegar a mucha gente de una manera mucho más sencilla que a través de una galería de arte tradicional”.

Más joven, 14 años, es Eric Beesley, que aprendió a programar por sí misma con 12 y ahora produce arte generativo: imágenes y vídeos creados con un código que ella misma ha escrito. 

Vende su trabajo en la plataforma SuperRare por 14 ethereum (40.259,38 euros). ¿Sus padres? “Creo que están impresionados y que no entienden al 100% los aspectos técnicos de lo que hago”.

“No se puede reducir el arte a la cantidad de dinero que se gana”

El proceso para acceder al mercado de los tokens no fungibles, explican en Time, es relativamente sencillo: primero hay que solicitar el ingreso en un mercado (Stipp lo hizo también en SuperRare y tardaron un mes en aceptarlo); después, se sube el archivo al sitio y se tokeniza. Todo ello, acompañado del pago de una tarifa de acuñación.

Precisamente la obligatoriedad de pagar esa tasa es una de las críticas que hace la artista y educadora de arte Cat Graffam.  Se venda o no, apunta, hay que pagar, por lo que los propietarios de las plataformas se benefician. 

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En su opinión, las personas que más pueden ganar son las que ya sean “megaricos y posean plataformas NFT, por ejemplo, los gemelos Winklevoss”. 

Y los mayores perdedores, concreta Graffam, son los artistas no establecidos que intentan entrar en el mercado de los NFT”.