Cómo quemar grasa: hábitos sencillos para hacer cada día

Adelgazar
  • Si te has propuesto perder peso, además de hacer el ejercicio adecuado, debes acompañar tus rutinas con una buena alimentación. 
  • Si tu objetivo es eliminar grasa corporal, tu objetivo puede ser más fácil de conseguir de lo que piensas.
  • Hay pequeños hábitos que puedes hacer cada día, como caminar y relajarte, que te ayudarán a perder grasa de una manera muy sencilla.
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Ay, los excesos del verano... 

Más de uno estará pensando cómo es posible haber ganado tanto peso en tan poco tiempo. Es normal si te has pasado las vacaciones disfrutando de los chiringuitos de la playa.

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Pero septiembre, como enero, es el mes de los arrepentimientos y los retos personales. Y, aunque a veces de pereza, puede ser mucho más fácil de lo que parece si de verdad eres fiel a un objetivo.

Si el tuyo es perder grasa, pon en práctica cada día estos 11 sencillos hábitos y estarás más cerca de conseguirlo.

Bebe agua

Es aconsejable beber un vaso de agua antes de las comidas, pues ayuda a acelerar el metabolismo y a contribuir en la sensación de saciedad.

Un estudio de 2016 con una muestra de más de 18.000 estadounidenses, mostraba que aquellos que bebían más agua se saciaban más e ingerían menos calorías diariamente.

Y también una taza de té

Si eres un amante del té, estás de enhorabuena, ya que esta bebida caliente no solo es saludable, sino que beber té también se ha asociado con una serie de beneficios como que puede ayudar a combatir la grasa abdominal, según la ciencia, que ha comprobado que ciertos tipos son más eficaces que otros para lograrlo.

Las variedades que ofrecen los mejores resultados son: negro, rojo, verde, kombucha, blanco, menta, roobios, oolong y pu-ehr.

Planifica tus comidas

Por mucho que lo intentes evitar sabes que si tienes en casa ciertos alimentos nocivos o nada recomendables para perder peso, acabarás comiéndolos en algún momento del día. Para no caer en la tentación es vital que sólo compres alimentos saludables.

Es importante que sepas qué vas a comer cada día y tengas una previsión de qué ingredientes puedes necesitar para preparar los platos, el tiempo que te va a llevar cocinarlos y cómo combinarlos correctamente para variar tu dieta diaria y conseguir que sea lo más saludable posible. 

¡Y come despacio!

La velocidad a la que comes es importante para conseguir tu objetivo de adelgazar.

Es muy importante masticar y digerir los alimentos lentamente ya que así se favorece el proceso digestivo y se previenen molestias posteriores. Comer despacio además te permitirá disfrutar más del plato, percibir mejor los sabores.

Comer despacio implica realizar una comida, ya sea desayuno, almuerzo, merienda o cena, en un mínimo de 20 minutos. De ser posible, lo aconsejable sería dedicar un tiempo de al menos 30 minutos a una comida completa.

¿Un truco? Deja los cubiertos de vez en cuando para forzarte a parar unos segundos.

Consume más proteínas

La proteína puede ser el macronutriente más importante si tu objetivo es perder peso, ya que hay estudios que demuestran que esta puede reducir los antojos en un 60%, aumentar el metabolismo en 80-100 calorías por día y ayudar a comer hasta 441 calorías menos por día.

Además de ayudarte a perder peso, la proteína también puede contribuir a evitar que vuelvas a ganarlo.

Si tu objetivo es eliminar la grasa abdominal, hay un estudio que demostró que las personas que comían más y mejores proteínas tenían mucha menos grasa en la zona abdominal. 

Por tanto, intenta aumentar el consumo de huevos enteros, pescado, legumbres, frutos secos, carne y productos lácteos.

La Academia de Nutrición y Dietética recomienda 0,8 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal para la población general.

Reduce los carbohidratos antes que las grasas

Comer menos carbohidratos es una forma muy efectiva de perder grasa.

Más de 20 estudios han demostrado que las dietas bajas en carbohidratos a veces conducen a una pérdida de peso entre 2 y 3 veces mayor que las dietas bajas en grasa.

Camina siempre que puedas

Desde bajarte una parada antes del autobús hasta olvidarte del ascensor y empezar a subir por las escaleras, todo paso que des te acerca a tu meta.

El estándar más repetido por todos es que la cifra ideal para caminar se fija en las 10.000 zancadas. Sin embargo, la cantidad dependerá, de nuevo, de tu forma física. Según Vitónica, las personas sedentarias registran menos de 5.000 al día, entre esa cifra y los 7.500 serás considerado como poco activo y, hasta los 10.000, algo activo. Si superas esa franja eres alguien energético. 

Sí, el deporte es necesario

El ejercicio en ayunas es más efectivo para quemar grasa, un truco para adelgazar que hay que manejar con cuidado. Al no haber reservas de glucógeno que quemar para generar energía, tu organismo comenzará más rápido a quemar grasa para mantenerse activo. No obstante, lo recomendable es hacerlo bajo la supervisión de un experto, pues si abusas corres el riesgo de sufrir una hipoglucemia.

Un estudio publicado por al revista especializada The International Journal of Obesity explica que el ejercicio debe hacer siempre antes de las 15:00 si quieres adelgazar rápido.

El ejercicio también conduce a la disminución de los niveles de azúcar en la sangre y a mejoras en otros problemas metabólicos.

Disfruta del desayuno

Un desayuno contundente puede ayudarte a perder peso y a quemar más calorías, ya que ayuda a reducir la sensación de hambre durante el resto de la jornada y además se consiguen mejores niveles de glucosa.

Ten en cuenta que no todas las grasas son malas

Las grasas han sido demonizadas durante décadas como responsables de la obesidad y los problemas cardiovasculares. Aunque no se puede decir que esto sea falso, sí que ha servido para que los efectos negativos del azúcar pasen desapercibidos hasta ahora.

No obstante, no todas las grasas son iguales. Las de origen vegetal y las lácteas pueden ayudarte a perder peso. Esto ocurre porque tienen un efecto saciante que evita que te entre hambre durante varias horas después de consumirla.

Las buenas fuentes de grasas monoinsaturadas incluyen el aceite de oliva y los aguacates, y las fuentes de grasas poliinsaturadas (ácidos grasos omega-3 y ácidos grasos omega-6) incluyen salmón y semillas de lino.

¡Ah! Y relájate...

Meditar y comer sano reducirán tus niveles de estrés, el cual libera cortisol, "la hormona de la grasa".

Además, no dormir las horas necesarias podría aumentar el estrés, el hambre y disminuir el gasto energético, ya que tus músculos no estarían del todo descansados al día siguiente.

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