Artigas ve a España lista para presidir un Consejo de la UE crucial para la digitalización: "Ya lideramos los debates sobre telcos o sobre la ética en la IA"

Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.

Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital

  • Carme Artigas asume el papel que tendrá España en la digitalización de todo el continente cuando desde junio asuma la presidencia del Consejo de la Unión Europea.
  • La secretaria de Estado de Digitalización abunda en el potencial que tiene el país para cerrar expedientes legislativos cruciales como el Reglamento de la IA.
  • También destaca algunos de los desafíos que se tienen que abordar: cerrar la brecha de competencias digitales y combatir la desigualdad también en tecnología.

2023 para España es un año marcado en el plano político por la convocatoria de elecciones municipales, autonómicas y generales. Pero también por la presidencia del Consejo de la Unión Europea. El país volverá a ostentar esa responsabilidad desde el próximo mes de junio, algo que no sucedía desde hace 13 años.

El Consejo es uno de los dos colegisladores de la Unión Europea —el otro es el Parlamento Europeo— y su misión es dar voz a los países miembros en cada proceso legislativo. La presidencia se divide en mandatos de 6 meses, y para cada 3 mandatos se diseña una hoja de ruta. La presidencia española que empieza en junio inicia esa hoja de ruta de la mano de Bélgica y Hungría.

El mandato de la presidencia del Consejo coincidirá en España, además, con los últimos meses de legislatura. Una legislatura que, a su vez, ha estado marcada por la pandemia, la guerra en Ucrania y los planes de recuperación y transformación amparados con fondos europeos. Dentro del plan español, la digitalización ha supuesto un eje crucial.

Por eso Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, es consciente de que la presidencia española del Consejo será una presidencia "de muchísimo impacto en temas de sostenibilidad y digitalización, las 2 grandes banderas de la agenda reformista del país".

Artigas traslada ese discurso en una entrevista exclusiva con Business Insider España mantenida hace unos días en el marco del Mobile World Congress, que con cerca de 90.000 visitantes recobró el aliento como una de las ferias tecnológicas de más calado internacional tras las cancelaciones provocadas por la pandemia.

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"Vemos que todo el mundo se da cuenta de que España está haciendo una apuesta muy fuerte, liderando muchos de estos debates en recuperación y transformación", incide Artigas. "Fuimos el primer país en reclamar junto con Portugal una excepción ibérica para el coste de la energía y luego nos ha seguido el resto de Europa".

"También lideramos el debate tecnológico en el ámbito de las telecomunicaciones o en la ética en la inteligencia artificial", enfatiza una de las mujeres con más responsabilidades en el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que controla la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, que así hace referencia al dilema sobre el fair share que reclaman firmas como Telefónica.

En el ámbito de la digitalización, la presidencia española del Consejo estará marcada por ser "una presidencia escoba". "Tendremos que cerrar muchos expedientes legislativos de gran relevancia". Artigas es consciente desde hace meses que será probablemente responsabilidad española conducir las últimas negociaciones antes de que se apruebe el esperado Reglamento de la IA.

"También estamos pendientes de la presidencia sueca, si termina el eIDAS —regulación europea sobre identidad digital soberana— o los reglamentos del dato y de gobernanza de datos. Si no acaban ellos tendremos que terminarlo nosotros. Y continuar todo lo que implica la Ley de Ciberresiliencia, que afecta no solo al software, sino también al hardware de dispositivos IoT".

Al margen de proyectos legislativos, Artigas también confía en que la presidencia del Consejo, que España ostentará entre junio y diciembre de este 2023, también sirva para "recuperar la influencia de Europa en Latinoamérica". "Son temas muy ambiciosos que, junto con temas energéticos, marcarán esta presidencia", contempla.

Los desafíos pendientes cerrando la brecha de competencias digitales

Uno de los puntos débiles detectados en el país al comienzo de la legislatura fue el de la brecha en competencias digitales: la diferencia entre generaciones a la hora de abordar sencillos trámites digitales o interactuar con máquinas puede ser el origen de nuevas desigualdades. 

De hecho, ese problema de las competencias digitales forma parte de la Agenda España Digital que presentó el propio Ejecutivo, siendo el año 2023 "el año de las personas". "Estamos desplegando todo el Plan Nacional de Competencias Digitales y se están transfiriendo algunos aspectos a las comunidades autónomas, ya que son las competentes en educación reglada", remarca Artigas.

La aparición de nuevos planes de estudio de Formación Profesional relacionados con el Big Data o la ciberseguridad son otras de las medidas que la Secretaría de Estado y el Gobierno en su conjunto han adoptado en los últimos años para potenciar las competencias avanzadas. "Pero nos queda formar en habilidades básicas".

Se han puesto en marcha iniciativas como Generación D —un programa que trata de aglutinar tanto iniciativas públicas como privadas que fomenten el desarrollo en competencias digitales—. "La idea es llevar la digitalización de una forma más cercana, que nadie piense que esto no va conmigo: sobran cursos, el problema no es la oferta, el problema es de demanda".

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Por eso Carme Artigas cree que el gran reto de país es movilizar a la sociedad, "que todo el mundo se dé cuenta de que el desarrollo en competencias digitales también va con ellos". Generar un "efecto QR de bar", que en palabras de la secretaria de Estado ejemplifica lo que sucedió en pandemia, cuando gran parte de la hostelería abrazó herramientas digitales como aquella para sus cartas.

"En la pandemia fue por necesidad, debemos volver a crear esa situación de necesidad y de urgencia para que todo el mundo tome la iniciativa de formarse. Hay millones de oportunidades y de acompañamientos. Necesitamos movilizar la demanda de formación. Esa es nuestra labor y nuestro gran reto".

Un papel en la digitalización han tenido las ayudas del Kit Digital, unas subvenciones finalistas —con el montante se contratan a unos agentes digitalizadores listados— con el que pymes de hasta 50 empleados podían digitalizar aspectos de su negocio. Artigas confirma que en las negociaciones de la adenda de los fondos de recuperación se pedirá eliminar el tope de 50 empleados.

De esta manera, el remanente y lo que entre con la adenda servirá para ayudar a pymes de más de 50 trabajadores. "Hay que ayudar a ese mid market que mueve la aguja económica de nuestro país, aunque ya no depende de nosotros, depende de que nos autoricen".

La digitalización, un proyecto que anhela consensos políticos

La secretaría de Estado de Digitalización puede presumir de que uno de sus proyectos legales, la ley startup —en vigor desde principios de año— cosechó uno de los mayores consensos en lo que va de legislatura en las Cortes Generales.

Aunque Artigas no limita esa colaboración entre distintas sensibilidades a esa ley. Pone de ejemplo el programa RETECH, con el que se está movilizando "a todas las comunidades autónomas en proyectos de especialización tecnológica", "consiguiendo que las comunidades colaboren entre sí aun siendo de distinto color político".

"Estamos viendo una colaboración sin precedentes porque realmente la gente sabe que la transformación digital no es algo que ni tan solo puedas hacer tú en una legislatura, eso trasciende a legislaturas y gobiernos, es un proyecto de país", corrobora la secretaria de Estado. 

 

"Hemos conseguido generar ese consenso y cada vez que he comparecido en el Congreso o en el Senado, presentando los PGE, he recibido sugerencias, como debe ser. Máximo consenso y cero confrontación política". 

Sobre la ley startup, la propia Artigas defiende que la versión en vigor es mucho mejor que la primera versión que se propuso en el anteproyecto que aprobó el Consejo de Ministros. "Gracias a que incorporamos muchas sugerencias de todos los partidos". "Lo que es bueno para el país es bueno para todos. Y esto no debería ser una excepción, lamentablemente.

"Es imprescindible no bajar la guardia" ante la desigualdad, también en tecnología

En la semana del 8M, Artigas también destaca los progresos en pos de la igualdad que se han dado en el ámbito tecnológico. El contexto es, para ella, crucial. "Si no aprovechamos este momento, con fondos europeos históricos que nos permiten realizar cambios no solamente coyunturales, sino también estructurales, cambiar nuestro modelo económico, productivo y social para siempre...".

"Si no aprovechamos este momento para transformar nuestro país pero atentos a la reducción de brechas, nunca podremos hacerlo. Reducción de brechas territoriales, socioeconómicas, de edad, de por supuesto género. Está presente absolutamente en todos los planes. No es una línea vertical, no es un programa. Está en todo", continúa. 

Para la secretaria de Estado "es imprescindible que no bajemos la guardia". "No podemos dejar al 51% de nuestro talento fuera del diseño de un modelo de país y de un medio global que está aun por desarrollarse y necesitamos atraer a las niñas a las careras tecnológicas". "Es una labor también muy difícil porque tenemos que atacar muchos sesgos inherentes".

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Por ello, es indispensable seguir potenciando referentes femeninos, pero no a cualquier coste. "Las mujeres no queremos ver referentes teóricamente de éxito pero que no son felices, queremos ver a mujeres felices". 

"Mujeres con poder y felices, con una vida plena. A veces el mundo de los hombres solo nos vende esa imagen de Silicon Valley, con perfiles de liderazgo muy jerárquicos y masculinos". La propia Artigas reconoce que a su generación le faltaron muchos referentes. Por eso, sus referentes son sus compañeras.

"En mi generación, las mujeres que llegaban a cargos de poder cuando yo era joven eran mujeres que les había costado tanto llegar a la cima que no la querían compartir. En cambio, en mi generación nos hemos dado cuenta de que cuando más mujeres haya en la cima, mejor para todas", opina. 

"Por eso estamos en programas de mentoring, de colaboración. Todo está cambiando y las futuras generaciones lo están viendo. También hay que derribar ese mantra de que las mujeres no nos ayudamos, es absolutamente falso. Nos ayudamos muchísimo, generamos muchos medios de colaboración. Creo que es algo que tenemos que cultivar".

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