Consejos y trucos para evitar las compras compulsivas

Vicente Cano
Rebajas cómo evitar las trampas del punto de venta
  • El diseño del punto de venta se crea para que pases el mayor tiempo posible dentro. 
  • La música ralentiza tu ritmo cardíaco para conseguir exactamente lo mismo.
  • Los colores de los carteles se seleccionan dependiendo del tipo de producto. 

Si se atiende a la definición más amplia de comprador compulsivo, aquel que compra solo por el placer de comprar, sin que medie la necesidad, seguramente, todos estamos o hemos estado alguna vez en ese grupo. 

Solo cuando este tipo de disposición genera problemas económicos en quien lo sufre se considera realmente un problema psicológico. Una buena manera de detectar si eres un comprador compulsivo es echar un vistazo a tu armario

Si guardas cosas sin estrenar de otras temporadas porque las compraste junto a otras y ni las has usado, probablemente, tengas este tipo de comportamiento.

Ten en cuenta una cosa: cada centímetro de las tiendas que visites durante estas rebajas de invierno -y, probablemente, el resto de tu vida- están diseñadas para que nos comportemos compulsivamente, es lo que se conoce como psicología de ventas. También esas webs que te ayudan a 'ahorrar', usan las mismas técnicas. 

Desde el carrito de la compra, que inventó un tal Sylvan Goldman allá por 1938 para hacer que la gente saliera de su supermercado de Oklahoma con un montón de cosas, hasta la temperatura o la música de fondo, todo está pensado para que compres. 

Y es que, según afirman numerosos estudios, la visión de un carro vacío es tan aterradora que lleva a la gente a comprar hasta un 40% más. ¿Por qué crees que las cestas del súper son casi tan grandes como el propio carrito?

Hasta el 50% de lo que ponemos dentro del carro son cosas que no habíamos pensado comprar. Y lo mismo sucede con el hilo musical que escuchas en las tiendas de ropa, aunque aquí la relación causa-efecto no sea tan directa. 

Hay numerosos estudios al respecto, pero te recomiendo que leas este de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, que llegó a la conclusión de que, con música clásica, las decisiones de compra son más racionales que con otros estilos. 

Ten en cuenta que las grandes cadenas tienen en sus departamentos de marketing gente especializada en seleccionar el hilo musical de cada una de sus tiendas. Este se escoge en función de su localización, de lo que allí se vende y del tipo de cliente. 

Independientemente del estilo, la música suele ser rítmica, pero de un más lento que el ritmo cardíaco, para ralentizar nuestros movimientos una vez que ya estamos en la tienda. Igual pasa con la temperatura del establecimiento, el tamaño de los pasillos, la iluminación o los colores de los carteles.

En este sentido, es muy interesante el seminal estudio de Lauren I. Labrecque y George R. Milne "El rojo excitante y el azul competente, la importancia del color en marketing". 

Y, desde luego, también con la ubicación de los productos en las tiendas juega un papel importante a la hora de comprar compulsivamente. Es más, el hecho de que no des con la falda o el vestido que has visto en el catálogo o en la web, seguramente, no se deba a que ese producto no está en las rebajas, sino a que, simplemente, no quieren que lo encuentres. 

Está demostrado que, por muy racional que seas cuando entras en un establecimiento, pasados cuarenta minutos dentro, tu capacidad para tomar decisiones basadas en la lógica decrece en picado.

Por este motivo los productos de primera necesidad están siempre casi escondidos en el último rincón del supermercado y hay un montón de cosas superfluas esperándote alrededor de la caja registradora.

rebajas

Cinco consejos para evitar las compras compulsivas

1. Planifica tus compras

¿Qué necesitas? ¿Qué quieres? ¿Qué te gustaría encontrar? Son las tres preguntas que debes responder antes de ir de rebajas o entrar al supermercado online.

Una vez estés allí, recibirás un bombardeo que podría alterar tus planes. Aférrate a ellos. 

Hacer una lista con los productos que buscas y su precio de referencia te ayudará no solo a no salirte del guión, sino a detectar cuándo hay de verdad una oferta y cuándo no. 

2. Si estás triste, no te vayas de compras

Es verdad que irse de compras puede levantar la moral, pero nadie en su sano juicio te dirá que así se atacan los motivos reales de estar de bajón. Si es que hay motivos para ello. 

Para subir el ánimo resulta mucho mejor, aunque el efecto tarde un poco más en notarse, hacer un poco de deporte o comenzar una nueva actividad como, por ejemplo, aprender un idioma.  

3. Mejor, acompañado 

Es como los propósitos de año nuevo, si los compartes con un amigo o familiar, que te ayuda a medir tu progresión, te será mucho más fácil mantenerlos. Aquí, la función de tu acompañante será más bien de control, cuando no autocontrol

En todo caso, antes de ir a las rebajas con persona que elijas para acompañarte de compras es bueno que confrontes con ella tu objetivo para la jornada, tanto en los objetos que necesitas o quieres, como en el límite de gasto que tienes. 

4. Establece un presupuesto

¿Cuánto te quieres gastar o mejor dicho, cuánto puedes gastar en estas rebajas? Si lo tienes claro, hay un método infalible para no salirte de tu presupuesto: dejar las tarjetas en casa y pagar en metálico. Pero por supuesto, esto solo vale si llevas el dinero contado. 
 

5. Evita las grandes superficies (en la medida de lo posible)

Como has podido leer antes, tras un rato en el mismo establecimiento, empiezas a perder tu capacidad de tomar decisiones razonadas. En los centros comerciales el tiempo medio de estancia está en dos horas. Si entras en un establecimiento al cabo de una hora de esta allí, te será mucho más difícil salir de él sin algo que no necesitas. 

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