Construí un Airbnb en Kenia con viejos contenedores y fue un éxito inmediato

Este artículo se basa en una conversación con Moon Hough, propietaria de un Airbnb en Kenia. Ha sido editado para una mejor extensión y claridad. 

Hace unos años, cuando tenía 25, mi marido y yo compramos el terreno en el que ahora se asienta nuestro singular Airbnb. Estaba a unos 30 minutos de Nairobi, la capital de Kenia. 

Al principio ni siquiera pensábamos construir nada, porque el terreno era remoto, tranquilo, sin gente y lleno de vida salvaje. Cuando decidimos construir, optamos por los contenedores, sobre todo porque la zona no tenía electricidad ni agua corriente. Si teníamos que añadir todas esas comodidades, no había opción de construir una casa in situ y no salirnos de nuestro presupuesto de 20.000 dólares (18.500 euros).

Queríamos construir algo sostenible

Los contenedores fueron reutilizados por una compañía naviera. Se "crearon" in situ en la zona industrial de Nairobi, donde los soldadores pasaron unos 2 meses cortando y dando forma a los 3 contenedores.

Una vez listos, los contenedores se trasladaron en camión hasta su lugar. Fue una experiencia aterradora: los contenedores se colocaron sobre bolardos de hormigón para que pudieran colgar del acantilado que domina el valle del Rift. 

Al final de la construcción, lo habíamos hecho todo nosotros mismos o lo habíamos comprado en el mercado local

A mi marido le encanta aprender de los vídeos que ve en YouTube y aplicar lo que aprende. Por supuesto, contratamos a expertos para los trabajos más técnicos, como la construcción de los contenedores.

Mientras tanto, decoré la casa recurriendo únicamente a diseñadores de Kenia, lo que hace que la residencia resulte acogedora y divertida.

Decidimos convertir la casa en un Airbnb

En 2019, mi marido y yo dejamos Nairobi y abrimos nuestro propio campamento de safari con tiendas de campaña en el norte de Kenia. Habíamos planeado mantener la casa contenedor como nuestra base en Nairobi, pero 3 meses después, nos encontramos encerrados por el COVID-19 y sin ingresos para nuestro nuevo negocio. 

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Pensé en poner la casa en Airbnb como forma de ganar algo de dinero extra. La casa contenedor estaba 100 metros dentro de la zona de confinamiento de Nairobi, y fue un éxito instantáneo porque los ciudadanos que estaban atrapados dentro de la ciudad encontraron este espacio como una vía de escape. 

Por no hablar de que sus geniales exteriores quedaban genial en Instagram. 

Es enormemente divertido poseer y gestionar esta propiedad

Aquí se graban videoclips, se celebran fiestas de la élite de Kenia y las marcas de moda la utilizan como set de rodaje.

Actualmente, la casa cuesta 160 dólares (150 euros) por noche y tiene capacidad para 4 personas, y se reserva entre un 25% y un 60% al mes (según la temporada). 

Además de la ubicación, los huéspedes pueden disfrutar de muchas cosas 

Los huéspedes adoran a mi perro, Rangi, que vive en la casa. Hay una terraza increíble y unas vistas impresionantes del horizonte y solo el sonido de las campanas del ganado para despertarte. 

Los huéspedes también pueden jugar a ser granjeros durante su estancia, recogiendo verduras caseras en el huerto, ordeñando las cabras o recogiendo huevos del gallinero. Les sorprende que haya tanta vida salvaje cerca de la casa: por la noche se oye a menudo a un leopardo. 

Me ha sorprendido lo caro que es gestionar un Airbnb

Hay mucho mantenimiento y las cosas se rompen en un Airbnb. Además, he hecho grandes cambios en los años transcurridos desde su apertura, como añadir energía solar a la casa (aunque la nevera sigue funcionando con gas). 

También me gusta mantener la casa fresca, así que le añado cosas nuevas a menudo, ya que recibimos muchos visitantes. Por ejemplo, ahora estoy añadiendo cosas del mercado local de ropa de segunda mano.

En general, tener un Airbnb único ha sido una gran experiencia

Me encanta cómo Airbnb facilita el alojamiento y te hace sentir protegido. Lo valoro mucho cuanto más utilizo la plataforma. 

Uno de los pocos inconvenientes que he notado, sin embargo, es que las tarifas pueden ser demasiado altas. Esto disminuye mis reservas, ya que encarece una escapada a un precio decente. 

Pero este inconveniente no nos ha impedido seguir trabajando con la plataforma. De hecho, hemos pasado de los contenedores a construir un nuevo Airbnb (en otro lugar), esta vez de cob (una mezcla de barro) para llevar el alojamiento ecológico al siguiente nivel.