Crean una nueva técnica de radiografía, personalizada y automatizada, para evitar riesgos derivados en la salud de los pacientes

radiografía rayos X

Reuters

  • La radiación no es mala en sí misma, sino que corresponde a ondas electromagnéticas que se encuentran dispersas en el ambiente.
  • Aun así, afinar la cantidad y personalizar el proceso de una radiografía podría evitar riesgos inncesarios en pacientes con sobrepeso, bajo peso o aquellas personas que se sometan continuamente a estudio con rayos X.
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Si alguna vez has acudido a una radiografía, llamadas generalmente rayos X, habrás notado que en ocasiones el médico te pide que vistas un delantal de plomo, con el objetivo de proteger diferentes partes del cuerpo. Esto no significa que las radiografías sean malas de por sí, sino que podrían tener efectos adversos, ya que sigue siendo radiación.

Su uso principal consiste en la revisión de fracturas, aunque también se utiliza en otros ámbitos, como las mamografías para la detección temprana del cáncer de mama. La técnica es relativamente sencilla: se muestra el interior del cuerpo humano en blanco y negro. Los huesos aparecen blancos por la absorción del calcio de la mayor parte de los rayos, mientras que el aire no absorbe apenas, por lo que los pulmones aparecen negros. La grasa y tejidos blandos, por su parte, aparecerán de color grisáceo.

Así, las pruebas por imágenes pueden ayudar de manera muy clara al médico, a la hora del diagnóstico del paciente, ya que obtendrá una imagen muy detallada de lo que ocurre en el interior del cuerpo, ayudará a una posterior operación con sondas o determinará si es necesaria una operación, en caso de riesgo. Por lo que los rayos X son extremadamente importantes para la medicina.

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Ahora bien, como explica el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la radiación ionizante también podría implicar el desarrollo de cáncer en el tiempo, enrojecimiento de la piel, pérdida de cabello, así como reacciones alérgicas con el tinte intravenoso o el químico que se utilice para colorear la radiografía. Sin embargo, no suele ser alarmante, ya que en el caso de una radiografía de tórax el paciente está expuesto a una radiación similar a la del ambiente exterior durante 10 días.

A pesar de ello, apuntalar la cantidad de radiación que se destina a las diferentes pruebas médicas es de vital importancia para la ciencia y, por ello, un equipo está estudiando este ámbito, con el objetivo final de que el paciente no sea vea afectado a posteriori por un método que, a priori, no debería implicar complicaciones de salud.

Una nueva técnica personalizada y atomatizada

Vista la preocupación de la medicina por el cuidado de los pacientes que se someten a este tipo de radiación, un equipo liderado por Hilde Bosmans, del hospital UZ Leuven (Bélgica), ha estudiado la cantidad acorde a los diferentes tipos de paciente, para evitar riesgos inducidos por la radiación. Y ha publicado sus resultados en Physics in Medicine & Biology.

“Tener una metodología estructurada y validada para la estimación del tamaño utilizando información de encabezado DICOM allana el camino para la dosimetría automatizada de tamaño específico en radiografía digital”, ha explicado Bosmans a Physics World

A lo que se refiere Bosmans es a que han dado con un nuevo método que se podría aplicar a todas las técnicas que utilizan rayos X, teniendo en cuenta el tamaño del paciente, que se incluye en la plataforma donde se administra la dosis, incrementando el valor de los datos de estas. Además, esto implicaría una reducción de falsos positivos en personas con sobrepeso, así como de falsos negativos en paciente con bajo peso.

“Con la adopción generalizada de sistemas de administración de dosis que rastrean los registros dosimétricos del paciente, los cálculos de dosis de órganos efectivos específicos de la patente permitirán obtener mejores datos en términos de riesgos inducidos por radiación", ha agregado. "Esto es valioso para todos los pacientes y, en particular, para los pacientes obesos o más delgados y los pacientes que se someten a exámenes de rayos X con regularidad".

Así, el paciente tendría un examen de rayos X totalmente personalizado y automatizado, mediante este nuevo proyecto, que se enmarca en uno mucho mayor, financiado por Qaelum, una compañía de software médico que buscará implementar esta técnica en sus dispositivos.

“En última instancia, los hospitales y los pacientes se beneficiarán de una solución total que evaluará automáticamente la calidad del examen, por un lado, y proporcionará estimaciones avanzadas de la dosis efectiva y de órganos en las imágenes de rayos X, por el otro”, ha concluido.

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