Crean un sensor que se ilumina para avisar que alguien ha echado droga en tu bebida

Bebida

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Un grupo de estudiantes holandeses de la TU Delft quiere desarrollar un sensor útil para advertir instantáneamente de la presencia de droga en la bebida. Uno de los narcóticos más empleados para anular la voluntad de la víctima en casos de agresión sexual se trata del ácido 4-hidroxibutanoico o GHB, mal llamado "éxtasis líquido" y también conocido como droga de la violación.

¿Qué es el GHB? Se trata de un potente depresor del sistema nervioso central que inicialmente puede producir sensación de bienestar y euforia. Según explican desde el Plan Nacional sobre Drogas, suele circular en el mercado ilegal en forma de líquido transparente y se suele consumir por vía oral, generalmente mezclado con agua. 

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Los efectos varían mucho de una persona a otra. Se hacen patentes a partir de los 10 o 20 minutos de ser consumido, duran entre una hora y una hora y media y desaparecen totalmente pasadas 3 o 4 horas. Los principales efectos secundarios son la somnolencia, náuseas, mareos, vómitos y cambios en la visión. Es posible perder la consciencia, dejar de respirar y entrar en coma.

Se relaciona con las agresiones sexuales inducidas por drogas (como el GBL, de estructura parecida y precursor del GHB), ya que es “incoloro e inodoro y a veces se puede dejar caer en la bebida de una persona sin que ella lo sepa”, informaba el año pasado la Policía en un comunicado tras encontrar la sustancia en varios bares del centro de Sevilla. 

Un sensor de alta velocidad que advierte de la presencia de GHB en tu bebida

Ante la creciente preocupación que despierta el uso de esta droga con fines delictivos y su implicación en casos de violencia sexual, estudiantes holandeses de la TU Delft han decidido utilizar la tecnología para alertar sobre la presencia de GHB en la bebida. 

Tal y como explican en su comunicado oficial, se encuentran trabajando en un método de detección rápido y confiable para el GHB con su proyecto SPYKE, cuyo objetivo final es un sensor de alta velocidad y precisión que se pueda poner en cualquier vaso.

Si alguien echa el narcótico en la bebida, se enciende una luz dentro del vaso que advierte al usuario de la presencia de la droga. “De esta manera, esperamos proteger al usuario de ser drogado y poder brindarle las pruebas con las que puede denunciarlo”, dice Rebecca Jekel, miembro del equipo. 

 

Además, el equipo está trabajando con la policía, dueños de clubes y bares, fiscales, víctimas de drogas e instituciones de salud para crear un producto lo más perfecto posible. Uno de los principales peligros de esta sustancia es que desaparece de la sangre en 3 horas. Como sus efectos narcóticos pueden ser similares a los del alcohol, a menudo es difícil discernir la intoxicación. 

La semana pasada, el equipo de Delft inició una campaña de financiación colectiva para continuar con la investigación y desarrollar su sensor. "El crowdfunding es necesario para pagar partes específicas del sensor, de modo que podamos ofrecer la versión final más precisa", señala Jekel. 

Con este proyecto, el equipo representará a TU Delft en el concurso global iGEM, que tendrá lugar en París en octubre de 2022. Se trata de una competición internacional en el campo de la biología sintética. Se juzgará el producto final, pero también la presentación, el análisis de mercado y el sitio web de cada iniciativa.

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