El curioso origen del nombre y numeración de las carreteras españolas

Habrás estudiado en el colegio que la red de carreteras, con el famoso kilómetro cero de la Puerta del Sol de Madrid, con eje simbólico pero casi geográfico, y desde ahí cubriendo toda la península, con las arterias principales que seguro conoces: la A-1, A-2... hasta la A-6, que como tela de araña primigenia, se dirige hacia Galicia, País Vasco, Cataluña, Levante, Andalucía y Extremadura. 

Pero, ¿de dónde procede la nomenclatura y cuándo se instauró? Para ello es esencial conocer la historia detrás de los nombres y números que identifican nuestras vías. ¿Por qué algunas carreteras llevan una "A" y otras una "N"? ¿Qué significan los números asociados a estas vías? 

El origen moderno y el más antiguo

La respuesta a estas preguntas se encuentra en el Plan Peña, un plan revolucionario que dejó una huella indeleble en el sistema de carreteras de nuestro país. Pero es el origen moderno, que data de 1940, en plena y larga reconstrucción tras la Guerra Civil. 

Fue en este contexto que se aprobó el nuevo Plan de Carreteras, ya concebido en 1939, con el objetivo de ordenar y nombrar las carreteras de la nación. Pero el origen más antiguo data de 1760, durante el reinado de Fernando VI, verdadera génesis del sistema que pervive hoy en día. 

Una nueva era de movilidad en España

El artífice de este sistema que llevó su apellido fue Alfonso Peña Boeuf, quien asumió el cargo de Ministro de Obras Públicas en 1938, bajo el gobierno de Francisco Franco. Con su liderazgo, se introdujeron las denominaciones "nacionales," "comarcales," y "locales" para las carreteras, seguidas de números de hasta tres cifras.

Este innovador Plan de Carreteras estuvo en vigor hasta 1984, cuando se adoptaron nuevas medidas, aunque en muchas partes del país, las obras planificadas, como la expansión de calzadas o la mejora del asfalto, no pudieron llevarse a cabo.

El Plan Peña en acción

Para entender cómo funcionaría y funciona este sistema, tienes que saber que desde Madrid se originaban tradicionalmente seis rutas principales que atravesaban España y tenían como destino Irún (1), Francia a través de Barcelona (2), Valencia (3), Cádiz a través de Sevilla (4), Portugal a través de Badajoz (5) y A Coruña (6), de ahí el sistema radial y su numeración. 

Pero este sistema se basó en las conclusiones del proyecto económico de Bernardo de Ward, que data de 1762 y había sido encargado por el rey Fernando VI. Este proyecto dejó claro la necesidad de seis carreteras principales en España, las cuales conectaban Madrid con diversos destinos cruciales. Era la génesis de la modernidad de transporte en el país, al menos en su concepción. 

Una nomenclatura lógica

El sistema creado por el Plan Peña dividió a España en sectores. Si dibujas un círculo alrededor de la península, queda dividida casi en trozos similares de un pastel imaginario. Las carreteras que siguieran estas rutas principales se denominaron "Nacionales", y sus números denotaban su posición dentro de estos sectores.

Para las carreteras comarcales y locales, se estableció un sistema basado en cinco círculos concéntricos que subdividían aún más el territorio, asignando una segunda cifra que iba del 1 al 5. Finalmente, el último número en la nomenclatura de las carreteras indicaba su naturaleza. 

Otras medidas

Los números impares señalaban que la carretera era radial, es decir, se acercaba o alejaba de Madrid, mientras que los números pares indicaban que la carretera circunvalaba Madrid, cruzando entre sectores sin dirigirse hacia la capital.

A lo largo de los años, las nomenclaturas de las carreteras se han ajustado ligeramente, y se han implementado varios planes de obras públicas desde mediados de la década de 1980. El último gran cambio en la nomenclatura de las carreteras ocurrió en 2003. Sin embargo, las bases del sistema de carreteras del Plan Peña siguen siendo la referencia principal, casi un siglo después.