Tengo 24 años y he dejado un trabajo de ensueño en Google para centrarme en mi negocio: así lo construí para ganar más de un millón de euros en lo que va de año

Este artículo se basa en una conversación transcrita con Simmy Dhillon, el fundador de 24 años de RNS Meals, de Hitchin (Inglaterra), sobre su trayectoria como empresario. Se ha editado para que resulte más extenso y claro.

Desde muy joven, siempre tuve la certeza de que iba a dirigir un negocio. No era cuestión de si me convertiría en empresario. La única cuestión era cuándo daría el salto.

Durante mi último año de instituto, tuve 3 trabajos a tiempo parcial. Cuando nos dieron las notas de fin de curso, todos mis amigos se fueron de fiesta, y recuerdo que dije, muy contento: “Os veo el fin de semana. Ahora me tengo que ir a trabajar”. Y me fui a mi turno. Solo quería seguir adelante, seguir trabajando. 

Empecé en la cadena de restaurantes Rice N Spice, a principios de 2017, durante mi primer año en la Universidad de Bristol. Me había pasado el primer trimestre viendo cómo los estudiantes comían platos preparados y comida para llevar. Vi un hueco en el mercado de comidas frescas y saludables que fueran baratas.

Vendía comidas en la cocina de mi casa y se corrió la voz rápidamente. Trabajaba en Rice N Spice, que luego se convirtió en RNS, entre 40 y 50 horas a la semana mientras estaba en la universidad. Había periodos en los que no iba a clase y me pasaba todo el día trabajando en la página web y atendiendo pedidos. 

Al principio, Rice N Spice solo vendía un plato comida: pollo a la brasa con arroz. Los estudiantes me enviaban mensajes de texto o mensajes privados a través de Instagram, y yo iba a pie desde mi dormitorio hasta el suyo o me encontraba con ellos en algún lugar del campus. Enseguida empecé a desarrollar mi propia web. Más tarde contraté a un desarrollador cuando los pedidos se hicieron más complejos. 

Hubo muchas veces en las que, tras terminar de cocinar, lavaba los platos hasta pasada la medianoche, cuando mis amigos volvían de salir por la noche. Durante las vacaciones me ponía al día con mis estudios.

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Trabajé así durante casi 2 años, y el negocio despegó. Aplacé algunos de mis exámenes durante el segundo año para poder cursar un año suplementario en la universidad sin tener que pagar la matrícula. Y ese verano conseguí unas prácticas de banca de inversión en Rothschild.

Pensaba que quería entrar en un sector prestigioso como el de la banca de inversión, pero después de los 3 meses de prácticas, me desilusioné por completo. El horario era ridículo y, aunque la remuneración era buena, sentía que había aprendido poco en comparación con lo que aprendía llevando un pequeño negocio de reparto de comida.

Aunque odiaba el trabajo, la banca de inversión me enseñó a ser resistente y a prestar atención a los detalles. También me abrió los ojos a las posibilidades financieras de la tecnología alimentaria y los servicios de reparto. Cuando me di cuenta de la cantidad de inversión que estaba fluyendo en el sector, la semilla de extender RNS estaba sembrada. 

Cuando terminé mis prácticas en septiembre de 2018, me mudé a mi casa en Hertfordshire, Inglaterra. En ese momento, mi madre y mi hermano Jhai ya habían comenzado a expandir el negocio y a variar de estudiantes a jóvenes profesionales.

Este fue un gran paso. Compramos y equipamos una sede-cocina comercial en octubre de 2018. Costó 50.000 libras (alrededor de 60.000 euros), los ahorros de toda nuestra vida, pero no podíamos seguir el ritmo de las demandas de nuestra cocina doméstica. 

Volví a Bristol en enero para completar los exámenes de invierno aplazados del segundo año de universidad. Al día siguiente, me fui de viaje durante 5 meses y trabajé a distancia desde Tailandia, Vietnam y Bali mientras Jhai gestionaba las operaciones en Inglaterra. También me aceptaron en unas prácticas de verano en Google. 

Volví a Reino Unido para empezar las prácticas en junio de 2019. Después de mi tiempo en Rothschild, Google se parecía a Disneylandia. Trabajé como becario en el departamento de negocios, en la sede de Dublín durante 3 meses. Cuando me ofrecieron un puesto tras mi graduación en 2020, no pude dejar pasar la oportunidad. 

En septiembre de 2019, volví a Bristol para completar mi último año de universidad. Cuando llegó el COVID-19, ya estaba trabajando a distancia. Tuvimos la suerte de poder mantener nuestra cocina en funcionamiento porque trabajábamos en el sector del reparto de comida. 

Durante este periodo, Jhai y yo jubilamos a nuestra madre de su trabajo en un supermercado local porque el negocio ganaba lo suficiente para que pudiéramos mantenerla. Fue una sensación increíble poder decirle a mi madre, antes de cumplir los 24 años, que no tenía que volver a trabajar en ningún otro sitio.

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Me gradué en junio de 2020 y empecé a trabajar en Google en octubre. A pesar de que RNS tenía más clientes que nunca, no podía evitar la sensación de que me arrepentiría de no haber trabajado en Google en el departamento de estrategia. 

Básicamente, estaba trabajando en 2 empleos a tiempo completo a la vez. En Google, me llevé a casa 5.746 dólares (cerca de 5.000 euros) de salario y comisión en un solo mes. Pero en Navidad, RNS había crecido significativamente, y yo estaba tan estresado que no podía dormir.

Me desperté una mañana a principios de 2021 y me di cuenta de que si no aprovechábamos esta oportunidad ahora, el negocio se resentiría. 

Trabajar para Google era una oportunidad increíble, pero también significaba que estaba poniendo en peligro mi carrera soñada como emprendedor. Presentar mi renuncia después de solo 6 meses en Google fue algo agridulce, pero mi jefe me apoyó. Dejé Google en abril de 2021. 

Cuando salí de Google, lo hice sabiendo que, durante el resto de mi vida, iba a trabajar para mí mismo, y ha sido uno de los momentos más importantes de mi trayectoria como empresario. 

Creo que la gente esperaba que el negocio empezara a volar una vez que nos pusiéramos a trabajar a tiempo completo. Pero en realidad, simplemente me estresé mucho menos. He estado trabajando en RNS a tiempo completo durante los últimos 5 años mientras tenía otras 100 cosas en la cabeza. 

El hecho de dedicarnos a tiempo completo también significó que podíamos ampliar nuestro equipo, ya que nos había costado encontrar personas que quisieran comprometerse con un negocio en el que su jefe tenía otro trabajo a tiempo completo. Contratamos a nuestro desarrollador a tiempo completo como jefe de tecnología. También contratamos a un científico de datos y a un jefe de marketing. 

Ahora tenemos un equipo en la oficina central de 8 personas y un equipo de cocina de unas 30. En lo que va de año, hemos ganado 1,2 millones de dólares (alrededor de 1 millón de euros). 

No creo que nadie deba ser empresario como primer trabajo. Debería ser uno de sus primeros trabajos. El camino definitivo para ser un buen empresario es adquirir mucha experiencia y luego dar el salto de fe para salir y hacerlo tú mismo.