La demanda eléctrica en la península se recuperará a partir de 2023 a medida que las renovables releven a las centrales de carbón y suban los precios del mercado mayorista, según Moody's

Hombres limpian paneles solares
  • La potencia instalada en la península crecerá de forma moderada hasta 2025, a medida que el alza de la capacidad de generación renovable compense el cierre de las centrales térmicas de carbón, señala Moody's en un informe.
  • Moody's estima que el precio de la electricidad del mercado mayorista de la península oscilará entre los 40 euros y los 50 euros/MWh hasta 2023.
  • La recuperación de la demanda de eléctrica en la región, que tocaba mínimos históricos durante el confinamiento, no llegará hasta 2023.
  • Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP son las empresas con mayor exposición a la transformación del mercado eléctrico ibérico.
  • Descubre más historias en Business Insider España.

España acelera en la transición energética. La Península Ibérica, que se considera un mercado eléctrico único, sube una marcha en sus planes nacionales para alcanzar la descarbonización en 2050. Así es que, España y Portugal se han marcado como objetivo que entre un 75% y un 80% de la generación de energía provenga de fuentes renovables.

La potencia instalada en la península crecerá de forma moderada hasta 2025 a medida que el alza de la capacidad de generación renovable compense el cierre de las centrales térmicas de carbón, señala Moody's en la presentación European Electricity Markets.

“Esperamos que las fuentes renovables sumen en torno a 18 GW de nueva capacidad hasta 2025, compuesto principalmente por energía eólica terreste (6 GW) y solar (11 GW)”, señalan portavoces de la agencia de calificación. De hecho, un reciente informe de la Agencia Internacional de la Energía revela lo rentable que se ha vuelto la tecnología solar, que ya ha desbancado al carbón. 

También aumentará la capacidad de generación hidroeléctrica en torno a 1,2 GW en el territorio, una fuente de energía que concentra el grueso de la generación renovable en la península y que, se prevé, continúe manteniendo su hegemonía.

En el otro lado de la balanza, casi todas las centrales eléctricas de carbón, con una capacidad de generación de 7GW, habrán cerrado para finales de 2022. Por ejemplo, la portuguesa EDP espera convertir su central de Aboño en una de gas.

Leer más: La verdadera polémica tras la paralización del gasoducto Nord Stream 2 que aumenta la dependencia de Europa de Rusia

Y tanto las centrales de ciclo combinado de gas y las nucleares se mantendrán estables, aunque España espera cerrar estas últimas hasta 2035. De hecho, y pese a que se suelen considerar que las centrales de gas serán backup de las renovables, Moody's estima que este combustible tendrá un papel marginal en la península. Aún así, seguirá marcando los precios del mercado hasta 2023 ya que el mecanismo de los precios de la energía los marca el combustible marginal. 

En este sentido, Moody's estima que los precios del mercado mayorista de la península oscilarán entre los 40 euros y los 50 euros/MWh hasta 2023, es decir, 5 euros/MWh por debajo de los niveles del pasado año que no hacen sino reflejar un precio más bajo de las materias primas por la pandemia del coronavirus.

Moody's prevé que los precios de la energía se mantendrán estables hasta 2023. Tal pronóstico se basa en una compensación del crecimiento de las energías renovables, principalmente la solar, una recuperación de la demanda eléctrica, de los precios del gas y del carbono.

No obstante, la recuperación de la demanda de eléctrica, que tocaba mínimos históricos durante el confinamiento, será lenta. La demanda caerá un 5% en 2020 por la crisis del coronavirus y no recuperará los niveles previos hasta 2023. 

Leer más: La geopolítica del hidrógeno y la oportunidad para España de convertirse en una potencia

En este sentido, Moody's advierte de que la menos demanda de electricidad y la reducción de los precios de la energía podrían derivar en un aumento del déficit del sistema tarifario eléctrico. Esto sería, sin duda, una coyuntura negativa para el sector porque aumentaría el nivel de financiación pública que las plantas necesitarían para sanear sus cuentas. 

“Esperamos una recuperación gradual de los niveles de demanda de energía a partir de 2021 reflejando nuestras predicciones de crecimiento del PIB (un crecimiento del 7,5% en España y del 5,2% en Portugal en 2021), y un aumento de la eficiencia energética”, dice el informe. “Esperamos que el crecimiento de la demanda de energía se acelere en la segunda mitad de la década, impulsada por la electrificación”. 

Alcanzar los objetivos de descarbonización en 2050 requerirá grandes inversiones. En el caso de España la cifra destinada ascenderá a 240.000 millones de euros entre 2021 y 2030 mientras que Portugal invertirá entre 400.000 y 430.000 millones de euros en el periodo entre 2016 y 2030. Además, el primero de los países deberá invertir en aumentar la capilaridad de su red.

Serán las empresas de energía las que realicen el grueso de estas inversiones. De hecho, Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP son las empresas con mayor exposición a la transformación del mercado eléctrico ibérico. Las tres primeras compañías, que también poseen la mayor parte de las instalaciones renovables, son las que más se pueden beneficiar de estas oportunidades. En paralelo, Endesa y EDP son las que tienen una mayor exposición al cierre de plantas de carbón. 

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.