Así es por dentro la isla privada más cara de Estados Unidos: los residentes pagan una cuota de 30.000 dólares y solo pueden acceder en yate

  • Un viaje en ferry de siete minutos desde Miami Beach es lo que te llevará a barrio más rico de Estados Unidos. En él, los residentes tienen una media de ingresos de 2,2 millones de dólares al año.
  • En Fisher Island, los millonarios conducen en carritos de golf, se relajan en playas privadas con arena importada de las Bahamas, y viven momento de ocio en residencias cuyo valor supera los 40 millones de dólares.
  • La isla pagó 30.000 dólares por cada residente y miembro del personal para que se hicieran la prueba de anticuerpos de la COVID-19, mientras que resto de Miami pasó por serias dificultades para obtener las pruebas.
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Esta es la transcripción del vídeo.

Narrador: estamos a punto de ver uno de los barrios más caros de Estados Unidos. Estamos en la isla conocida como Fisher Island. Mel Brooks, Julia Roberts y Oprah entre otros tienen casas aquí. Con unos ingresos medios de 2,2 millones de dólares, aquí está el código postal más rico de Estados Unidos. Y tenemos la oportunidad de recorrerlo. Habrás oído hablar de Fisher Island en las noticias cuando todos los residentes y el personal de la isla se hicieron pruebas de anticuerpos para el COVID-19, a solo 4 kilómetros de Miami, donde las pruebas eran muy poco frecuentes. Sí, ahí es a dónde nos dirigimos. En realidad tienes que coger un ferry para llegar hasta allí. Es una de las únicas maneras de llegar a la isla. ¿La otra forma de llegar a la isla? Con un yate privado. Solo las 800 familias de la isla y sus invitados pueden entrar en Fisher. La seguridad es muy estricta en el puerto del ferry, pero obtuvimos un pase especial en noviembre de 2019 gracias a Dora Puig, una de las agentes inmobiliarias de la isla. 

Dora Puig: Fisher Island es un enclave de la isla de más de 87 hectáreas.

Narrador: Dora nos invitó a recorrer los recientes proyectos de Fisher Island, Palazzo del Sol y Palazzo della Luna, inaugurados en 2019, que es como terminamos en el más reciente ferry de la isla, haciendo un viaje de siete minutos desde Miami Beach. Ahora mismo estoy en el ferry hacia Fisher Island, y como puedes ver, soy la única aquí en la sala de pasajeros. Casi todo el mundo está en sus coches. Hay por ahí un Bentley, un Lamborghini, un Porsche, Ferrari, creo. Aunque no los verás por ahí corriendo alrededor de la isla. Para hacer cumplir los estrictos límites de velocidad, la mayoría de la gente conduce carros de golf.

Dora: cuando vayas al club de playa, tendrás un mini carrito de golf Rolls-Royce, o te darán un carrito de golf Range Rover. Hay por ahí viejos coches americanos antiguos en azul claro.

Narrador: la típica casa frente al mar aquí cuesta 2,9 millones de dólares, pero los residentes no solo emplean todo ese dinero en los millonarios departamentos. También pagan una gran cuota de membresía. Eso cubre el uso ilimitado de las piscinas comunitarias, las 17 canchas de tenis y las playas privadas con arena importada desde las Bahamas. Pero no incluye el campo de golf o los dos puertos deportivos.

Dora: la idea original de Fisher Island era que todos vivieran en comunidad y usaran servicios comunitarios. 

Narrador: pero incluso en una isla privada, algunos residentes quieren disfrutar de ventajas más exclusivas. Los edificios más nuevos, Palazzo del Sol y della Luna no tienen vistas frente a la playa pero tienen un gimnasio privado, un local, un teatro, una piscina y un transporte acuático que solo pueden usar los residentes de esos edificios.

Dora: ven conmigo.

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Narrador: Dora primero nos enseñó una instalación de 14,5 millones de dólares en el Palazzo della Luna. Dice que muchos de los actuales residentes de la isla han buscado cambiar de casa para no tener que compartir ciertas comodidades con toda la comunidad. Esta vivienda tiene cuatro dormitorios y cinco baños.

Dora: entras, estás a nivel del suelo, como una casa unifamiliar. Tienes tu piscina privada, estás en la bahía. Mira el tamaño de las terrazas para entretenerse al aire libre. Rodea toda la esquina de la vivienda. Podrías celebrar una cena para 200 o 300 personas aquí.

Narrador: la clave una suite principal que puede desaparecer.

Dora: entras en un camerino que parece una tienda de Hermès. Tienes un vestidor para las damas y armarios italianos lacados en blanco. El baño ha sido personalizado por Boffi en exclusiva para nosotros, con la isla flotante lacada en blanco. La bañera está hecha a medida para nosotros, y se ha llamado Fisher Island. Y luego está la suite principal con sus techos de 3 metros. 

Narrador: por curiosidad fuimos a ver un segundo departamento, un edificio supuestamente más asequible con un par de pisos. Con un precio de 9 millones de dólares (7,5 millones de euros), tienes tres dormitorios y tres baños y medio.

Dora: aquí tienes el salón arbolado con nuestra pequeña mini biblioteca, todo en roble rubio. Está la sala principal, el comedor, las áreas de cocina con vistas a la bahía, y la suite principal tiene vistas a la bahía. Luego están las dos suites de invitados en el lado del campo de golf.

Narrador: puedes quedarte con todos los muebles por 2 millones de dólares extra (unos 1,68 millones de euros).

Dora: mira lo bonito que es. Estos dos nuevos edificios han hecho a Fisher más exclusivo, aumentando el valor de las casas en toda la isla en un 20%. Hoy en día, encuentras precios de más de 40 millones de dólares por propiedad. Eso es solo 10 millones menos que la casa más cara jamás vendida en Miami. Y eso era una mansión entera. Los Palazzos fueron las primeras edificaciones de Fisher en casi una década y estaban dirigidos a una nueva generación de compradores.

Dora: tradicionalmente, teníamos un grupo demográfico de edad muy maduro, la isla es muy bonita y muy cara. Al final hemos visto que ha cambiado el público y buscamos uno mucho más joven.  Ahora vemos más traslados de familias más jóvenes. Algunos provienen de generaciones de riqueza familiar, otros provienen de la venta de compañías petroleras, de la venta de servicios financieros, del sector tecnológico o de fondos de inversión.

Narrador: aun así, la mitad de los residentes tienen más de 60 años, lo que los hace particularmente más vulnerables a la COVID-19. La isla siempre ha sido un lugar para que el 1% tenga donde escaparte, desde que se formara en 1906, cuando se drenó un canal para que los barcos pudieran ir desde el Puerto de Miami hasta el océano.

Dora: lo interesante de esto es que Fisher Island hoy en día habría estado al sur de la calle 5 en Miami Beach, porque en realidad estaba conectada a la punta de la península de Miami Beach.

Narrador: el primer multimillonario negro de Miami, el magnate inmobiliario Dana Dorsey, fue uno de los primeros propietarios de la nueva isla. Quería construir un centro turístico negro aquí, pero se topó con varios problemas para conseguir trabajadores en la isla para construirlo. Así que la vendió al multimillonario promotor Carl Fisher, que le puso su nombre. Más adelante,  fue el turno de la familia Vanderbilt.

Dora: Carl Fisher y William Vanderbilt eran conocidos en el ambiente más festivo de la isla. Y una noche, cuando ya era muy tarde, estoy segura de que había alcohol de por medio, se intercambiaron las islas. Carl Fisher cambió la isla por su casa de invierno, que hoy es un club, a William Vanderbilt por su yate de más de 60 metros. Hicieron el intercambio, y luego el yate Alva se hundió y William Vanderbilt se quedó con la isla. Creo que él era mejor hombre de negocios. 

Narrador: después de la muerte de Vanderbilt, la isla pasó a manos de millonarios. Luego se quedó vacía durante 15 años. En la década de 1980, los actuales promotores de Fisher empezaron a trabajar en la comunidad que ver hoy. Y ahora Fisher es una ciudad en toda regla. La vieja mansión Vanderbilt es un hotel con suites que cuestan casi 1.500 dólares la noche. El viejo hangar de aviones de Vanderbilt es ahora un spa, e incluso puedes alquilar una propiedad aquí en Airbnb por uno 700 dólares la noche. Pero esto no sale de la nada. Se necesitan unos 600 trabajadores para dirigir esta isla. Viven fuera de la isla y tienen tres transbordadores a su disposición. Durante el día hay colegios, una oficina de correos, una estación de bomberos, fuerzas de seguridad y un centro médico. Fue en esta clínica privada donde los residentes y los trabajadores se hicieron los mencionados test de anticuerpos. Estamos de vuelta en el ferry. Acabamos de terminar nuestro recorrido por Fisher Island. Es muy difícil imaginarse la cantidad de riqueza que hay concentrada en un solo lugar. Cómo todo esto existe tan cerca de la realidad que hay al otro lado de la bahía. Como visitantes anteriores al COVID-19, tenemos la sensación de que incluso con todas las cosas normales que hay en la ciudad, Fisher Island es cualquier cosa menos normal. Es como un complejo turístico en el que se puede vivir. Pulcro, extrañamente perfecto y tan aislado como siempre. 

Hola chicos, me llamo Abby. Soy la productora de este vídeo. Obviamente las cosas han cambiado mucho para Fisher desde que lo visitamos en noviembre de 019. Pero honestamente no me sorprendió tanto cuando me enteré de que podrían hacer pruebas de anticuerpos a todos en toda la isla. No solo tuvieron uno de los primeros casos de COVID-19 en el condado de Miame-Dade, sino que también tienen los medios y la riqueza para tenerlos controlados. Pero quiero saber qué más queréis ver: ¿Qué otros apartamentos de lujo o enclaves privados quieres que exploremos? Háznoslo saber en los comentarios de abajo y suscríbete.

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