26 cosas sorprendentes que pueden llevarte al éxito

• El éxito no es sólo el resultado del trabajo duro, sino también de factores aparentemente aleatorios.
• Algunos de ellos, como el orden de nacimiento, están fuera de tu control. No obstante, es más probable que los primogénitos ganen más que los hermanos pequeños.
• Otros factores, sin embargo, sí están bajo tu control. Por ejemplo, los jefes ven con mejores ojos a los empleados que llegan pronto al trabajo.
• Descubre más historias en Business Insider España.

Todos sabemos que estudiar en la Ivy League puede ayudarnos a encontrar un mejor puesto de trabajo y a tener una vida más exitosa. Pero hay muchas otras variables, aparentemente aleatorias, que pueden ayudarnos a obtener éxito empresarial.

Factores tan intranscendentes como el mes en que naciste o el sentido del humor, son peculiaridades que pueden afectar a nuestra futura carrera laboral.

Hemos analizado la investigación sobre el éxito para identificar 26 cosas sorprendentes que pueden influir en la trayectoria de tu carrera. Mientras que algunos factores podemos buscarlos y hacerlos posibles, otros están fuera de tu control.

Leer más: Por qué los fracasos conducen al éxito

Los niños rebeldes suelen tener salarios más altos cuando son adultos.

Investigaciones recientes sugieren que hay una conexión entre la rebeldía en la adolescencia y la obtención de  un buen salario en la edad adulta.

En 1968, casi 3.000 estudiantes de sexto grado que vivían en Luxemburgo hicieron pruebas de inteligencia y respondieron a preguntas sobre sus sentimientos hacia el colegio. Sus profesores también llenaron cuestionarios sobre el comportamiento de los alumnos. En ese momento, los investigadores también evaluaron los antecedentes familiares.

En 2008, estos investigadores revisaron los datos para ver qué rasgos de la infancia predecían el éxito profesional y los ingresos. Pudieron ponerse en contacto con 745 de los estudiantes, que tenían alrededor de 52 años en ese momento. Tal vez no sea sorprendente que los niños más estudiosos (según la clasificación de los profesores y de los propios niños) consiguieran mejores trabajos.

Pero los investigadores se sorprendieron al encontrar una característica de la infancia, más allá del coeficiente intelectual, el estatus socioeconómico de los padres y el nivel de estudios alcanzado, que predecía cómo obtener un sueldo alto en la edad adulta: el desafío a las reglas establecidas y la rebeldía frente a los padres.

Las altas expectativas de los padres sobre sus hijos también ayudan a que los niños tengan éxito profesional.

Utilizando datos de una encuesta nacional sobre 6.600 niños nacidos en 2001, el profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, Neal Halfon, y sus colegas descubrieron que las expectativas que los padres tienen para sus hijos tienen un gran efecto en los logros que los niños consiguen.

"Los padres que veían la universidad en el futuro de sus hijos parecían dirigirlos hacia esa meta, independientemente de sus ingresos", dijo en una declaración.

Los datos son los siguientes: el 57% de los niños que lo hicieron peor durante el curso tenían fijada la meta de ir a la universidad impuesta por sus padres, mientras que el 96% de los niños que lo hicieron mejor también tenían el mismo objetivo impuesto.

El hecho de que los padres mantengan altas sus expectativas coincide con otro hallazgo psicológico, el efecto Pigmalión, que establece que "lo que una persona espera de otra puede llegar a servir como una profecía autocumplida", algo que coincide con lo que algunos profesores contaron a Business Insider.

Estar casado está ligado a tener un mejor sueldo en el caso de los hombres, y más bajo en el de las mujeres.

Un estudio reciente revela que los hombres experimentan una "prima de matrimonio": Sus salarios generalmente suben cuando se casan. Las mujeres, por otro lado, tienden a ver que sus salarios bajan cuando se casan.

Específicamente, los hombres casados de entre 28 y 30 años ganan unos 14.400 euros más al año en ingresos individuales en comparación con sus homólogos solteros, mientras que los hombres casados de entre 44 y 46 años ganan 16.000 euros más.

Aunque estos hallazgos no han sido estadísticamente significativos, las mujeres casadas entre 28 y 30 años ganan 1.200 euros menos al año en ingresos individuales que de solteras, mientras que las mujeres casadas entre 44 y 46 años ganan 1.327 euros menos.

El mes en el que naciste también influye en el éxito profesional.

Muchos estudios investigan lo que se llama el "efecto de la edad relativa", "sesgo del mes de nacimiento" o "efecto de la fecha de nacimiento".

El principio básico es que los niños que nacen justo antes de la fecha límite anual para comenzar el colegio o los deportes están en desventaja porque son esencialmente un año más jóvenes que otros miembros del grupo. Eso puede marcar una gran diferencia en la madurez física, emocional e intelectual de algunos niños. Por otro lado, el hecho de no cumplir con la fecha límite tiende a significar que estarán más desarrollados que sus compañeros.

Malcolm Gladwell popularizó esta idea en el libro Outliers, que investigó cuándo nacieron más jugadores profesionales de hockey de Canadá. Descubrió que los mejores meses eran en enero, febrero y marzo. ¿La razón? La fecha límite de Canadá para los programas de hockey es el 1 de enero.

Investigaciones similares han demostrado que el número de CEOs con cumpleaños en junio y julio está muy por debajo de la distribución normal esperada. Eso se debe a que los niños nacidos en junio y julio suelen ser los más jóvenes en la escuela, lo que los pone potencialmente en una temprana desventaja intelectual.

El orden de nacimiento también influye en el éxito...

Las investigaciones sugieren que los primogénitos tienden a ser muy ambiciosos y competitivos y a sobresalir académicamente.

Según un estudio de 2013, esto se debe a sus padres, se centran más en los más pequeños con el paso del tiempo. Como señala Derek Thompson en The Atlantic, las encuestas internacionales sobre órdenes de nacimiento y comportamiento sugieren que los primogénitos tienden a tener un mayor coeficiente intelectual y a tener un mejor rendimiento escolar en todo el mundo. "Observando las evaluaciones de los padres de los niños de la Encuesta Nacional Longitudinal de la Juventud en 1979, los investigadores encontraron que las madres son mucho más propensas a ver a sus primogénitos como más exitosos y fuertes. Mientras que ven a los demás hijos como más débiles y menos exitosos".

Por el contrario, los hermanos menores suelen ser los más creativos y divertidos de sus familias, lo que en algunos niños puede ayudarles a terminar en papeles creativos.

Por último, los estudios sugieren que sólo los niños tienden a ser más egocéntricos y a buscar el éxito, y también pueden ser inusualmente maduros porque pasan mucho tiempo a solas con sus padres. Al igual que los primogénitos, pueden terminar en puestos de nivel alto o y ganar seis cifras, tienden a estar menos satisfechos con sus trabajos.

...y en el sueldo.

Los primogénitos no sólo tienden a ser más inteligentes que los hijos menores, sino que también es probable que ganen más dinero.

Un artículo del 2011, co-escrito por la economista Sandra E. Black, encontró que la diferencia en el coeficiente intelectual medio entre los primogénitos y los segundos hijos era de alrededor de tres puntos y que se traducía en una diferencia de alrededor el 2% en las ganancias anuales. Los datos provienen de pruebas cognitivas a jóvenes noruegos cuando se alistan en el ejército.

Si tu nombre es fácil de pronunciar y común, la gente te aceptará más.

En un estudio de la Universidad de Nueva York, se descubrió que las personas con nombres más fáciles de pronunciar suelen ocupar puestos de mayor categoría en el trabajo. Uno de los psicólogos, Adam Alter, explicó lo siguiente a Wired, "Cuando podemos procesar una información más fácilmente, cuando es más fácil de comprender, llega a gustarnos más". En un estudio posterior, Alter también constató que las empresas con nombres y símbolos de cotización más sencillos tendían a tener un mejor rendimiento en el mercado de valores.

Además, en un estudio de la Universidad de Marquette, los investigadores encontraron pruebas que sugerían que los nombres que se consideraban menos únicos eran más agradables. Las personas con nombres comunes tenían más probabilidades de ser contratadas y las que tenían nombres raros tenían menos probabilidades. Eso significa que los James, Marys, Johns y Patricias del mundo están de suerte.

La gente más alta tiende a ganar más dinero y a ser vista como más competente.

A los más bajitos les puede faltar suerte.

Por ejemplo, un estudio de 2004 descubrió que cuanto más alto eres, de media, más ganas. De acuerdo con ese estudio, una persona que mide 1,80 metros de altura ganaría casi 150.000 euros más en el transcurso de una carrera de 30 años que alguien que mide menos de 1,80 metros.

¿Escuela pública o privada? Resulta que lo más caro no siempre es lo mejor.

Las investigaciones sugieren que las escuelas públicas superan a las carísimas instituciones privadas. Los profesores de la Universidad de Illinois Christopher y Sarah Lubienski publicaron ese sorprendente hallazgo en su libro The Public School Advantage: Por qué las escuelas públicas superan a las privadas.

Según sus investigaciones, los estudiantes de las escuelas privadas suelen obtener buenos resultados porque proceden de entornos ricos y de familias con más ventajas. Pero las escuelas públicas son realmente mejores cuando se trata de enseñar matemáticas y de mantener a sus mejores profesores.

Tus notas en matemáticas durante el instituto pueden predecir tu futuro.

Si alguna vez pensaste en saltarte la clase de álgebra, aquí tienes un gran motivo para no hacerlo: unas mejores notas en matemáticas se relacionan con un mayor salario en la vida adulta.

Independientemente del estatus de graduación de la escuela secundaria, los estudiantes que completan cursos avanzados de matemáticas como álgebra II y geometría ganan entre 1,18 y 1,50 euros más por hora, de media, que los estudiantes que no alcanzaran ese nivel. Eso se traduce aproximadamente en 60 euros adicionales por cada 40 horas semanales.

Los niños que practican deporte también suelen tener mejor desempeño académico.

El ejercicio frecuente y la participación en un equipo deportivo están vinculados a un mayor rendimiento académico. En un estudio realizado por el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, se concluyó que los estudiantes-deportistas asistían unos 21 días más a la escuela que sus compañeros y obtenían una media de 0,55 a 0,74 puntos más en las notas.

Otras investigaciones han demostrado que los estudiantes universitarios que se ejercitan regularmente obtienen mejores calificaciones, y que aquellos que estudian mucho tienen más probabilidades de ejercitarse también de manera regular.

El servicio militar también puede moldear tus habilidades de liderazgo.

Las personas con antecedentes militares podrían ser los mejores líderes, según un documento de trabajo de la Oficina Nacional de Investigación Económica. Y saber si alguien tiene experiencia militar puede decir mucho sobre su estilo de gestión.

Los autores indican que los CEOs que han servido en el ejército tienden a ser más conservadores con las finanzas, menos propensos a estar involucrados en fraudes corporativos, y mejor preparados para dirigir las empresas en tiempos difíciles. Estos hallazgos sugieren que ambas cosas están vinculadas, pero no pueden decir necesariamente si una cosa causó la otra.

Los hábitos de sueño saludables están relacionados con sacar mejores notas.

Resulta que no dormir durante una noche para estudiar, no vale la pena. El coste de la privación del sueño podría ser mayor que el conocimiento que podrías obtener del estudio.

Las investigaciones sugieren que cuanto menos duermen los estudiantes de secundaria, peor tienden a rendir en clase y en las evaluaciones. Según un estudio, los estudiantes que sacan peores notas, duermen, de media, 25 minutos menos que los estudiantes con mejores calificaciones. Una vez más, la relación entre los dos está vinculada, no es causal: También podría haber un factor externo, no contabilizado, que hace que los estudiantes duerman menos y tengan un menor rendimiento en la escuela.

Los jefes tienen mejor opinión de los trabajadores que son puntuales o llegan antes al trabajo.

Las investigaciones sugieren que los empleados que llegan temprano a la oficina generan mejores opiniones. También reciben calificaciones de desempeño más altas, en promedio, que los empleados que llegan más tarde. Incluso si los que llegan temprano también se van antes, siguen siendo vistos de esa manera.

En un experimento, se reclutó a 149 trabajadores, que debían señalar la hora a la que llegaban al trabajo.

Cada supervisor calificó la opinión que tenían de su empleado y el desempeño del trabajo. Se aseguraron de tener en cuenta el total de horas de trabajo de los empleados.

Por supuesto, los que normalmente llegaban antes eran calificados como más concienzudos y recibían calificaciones de desempeño más altas que los que comenzaban su día de trabajo más tarde.

Otro experimento controlado concluyó que los estudiantes percibían a los empleados como más involucrados si llegaban al trabajo a las 7 a.m. y se iban a las 3 p.m. que si llegaban al trabajo a las 11 a.m. y se iban a las 7 p.m. (aunque ambos trabajaban el mismo número de horas). Eso sugiere que trabajar en el turno de mañana hace que tu jefe te vea con mejores ojos.

Las personas atractivas también disfrutan de un mayor éxito profesional.

No hay otra forma de decirlo: Las personas atractivas simplemente tienden a tener más éxito. Normalmente, son contratadas y ascienden más rápido y disfrutan de sueldos más altos que sus compañeros de trabajo menos atractivos.

Estos hallazgos podrían atribuirse en parte al "efecto halo", un fenómeno que se refiere a nuestra tendencia a asumir que las personas atractivas son en general grandes personas.

Según un estudio, los CEOs más atractivos también ayudan al balance final. La investigación muestra que contratar a un CEO atractivo puede impulsar los precios de las acciones en el primer día de esa persona y en cualquier momento que aparezca en la televisión. A estos CEOs también les va mejor en las transacciones de fusiones y adquisiciones.

Tener buen sentido del humor también te puede ayudar.

Una broma oportuna puede ser el camino más rápido para construir una nueva relación y también puede aumentar la productividad. Reír y sonreír produce dopamina, un neurotransmisor involucrado en la eficiencia, la creatividad y el compromiso.

Según un estudio, los empleados felices son un 31% más productivos y generan un 37% más ventas que sus homólogos. Para los líderes, el humor puede ayudar a ganarse a los empleados y resultar empático y accesible.

Usar un diminutivo para tu podría aumentar significativamente tu sueldo.

Lo creas o no, la gente que usa nombres más cortos tiende a ganar más dinero que los que no lo hacen. Según un análisis de casi 6 millones de nombres, realizado por TheLadders, cada letra extra en tu nombre puede corresponder a una caída de 3.200 euros en el salario anual. Si te estás debatiendo entre "Santi" y "Santiago", hay una gran diferencia.

LinkedIn ha llevado a cabo una investigación similar que muestra que los nombres de los CEO más populares en todo el mundo son: Peter, Jack y Fred. Son nombres cortos o versiones abreviadas de los nombres. Mientras tu nombre suene profesional, puede ayudar a transmitir amabilidad y franqueza mientras que también te hace ganar más dinero.

Vestir con un estilo más formal también ayuda.

Puede que pienses que es superficial centrarse en tu apariencia exterior, pero la investigación sugiere que la ropa que llevas tiene un impacto significativo en la forma en la que la gente te percibe.

Por ejemplo, en un estudio de 2014, utilizó a varios voluntarios para ver quién conseguía vender antes una fábrica diciendo lo mismo. De los voluntarios escogidos, un tercio lo hizo en traje; un tercio lo hizo en pantalones de chandal; y un tercio se quedó con su ropa normal.

Los resultados mostraron que los voluntarios que llevaban trajes se marcharon con un beneficio medio de 1,9 millones de euros, en comparación con los 616.000 euros de los que llevaban pantalones de chándal y los 1,43 millones de euros de los que estaban vestidos con su ropa normal.

Como dijo el coautor del estudio Michael Kraus a The Wall Street Journal, en situaciones competitivas, vestirse de manera más formal envía una señal "de que tienes éxito y una verdadera confianza en lo que haces".

Los que obtienen una puntuación más alta en el ratio que mide el narcisismo, tienden a ganar más.

Los científicos están aprendiendo cada vez más que los llamados rasgos de personalidad "oscuros" pueden ayudarte a tener éxito en el trabajo.

Concretamente, aquellos que obtienen una alta puntuación en el ratio que mide el narcisismo, que se define como tener un "grandioso, pero frágil sentido del yo" tienden a ganar salarios más altos.

Los investigadores dicen que los narcisistas a menudo dan una buena primera impresión, especialmente en las entrevistas de trabajo, por lo que pueden conseguir trabajos más prestigiosos que la media. También es posible que tengan más probabilidades de iniciar y tener éxito en las negociaciones.

Por otro lado, ser súper amable todo el tiempo puede perjudicar tus perspectivas. Según datos de Truity Psychometrics, los "Pensadores", o aquellos que son más analíticos y lógicos, tienden a manejar equipos más grandes que los "Sensibles", o aquellos que son más sensibles a las necesidades de otras personas. Los "Sensibles" también tienden a caer mejor.

El hecho de parecer digno de confianza y/o dominante puede ayudarte a ganas más.

Un estudio de 2015 sugiere que quienes parecen dignos de confianza o dominantes pueden ganar más dinero.

Mientras que ser dominante se asocia con rasgos "masculinos", como una cara cuadrada, una mandíbula fuerte, cejas pronunciadas y ojos y labios finos, la confiabilidad se asocia con rasgos "femeninos", como una cara redonda, ojos grandes, cejas pequeñas y labios gruesos.

Para el estudio, 1.500 participantes miraron 100 fotos de rostros masculinos y femeninos.

Se pidió a los participantes que indicaran cuánto pagarían a la persona que aparecía en la fotografía por el puesto de gerente de comercio minorista o jefe de operaciones de comercio minorista (este último es un puesto más alto).

En un experimento anterior, otro grupo de calificadores había evaluado las fotos en cuanto a su atractivo, dominio y fiabilidad. Cuando los investigadores analizaron todos los datos, vieron que las percepciones de fiabilidad y dominio importaban más entre los candidatos al puesto de jefe de operaciones de venta al por menor. Los candidatos que parecían confiables recibieron unos 379 euros más, mientras que los que parecían dominantes recibieron unos 321 euros más.

Mientras tanto, el atractivo importaba entre los candidatos para el puesto de gerente de ventas al por menor.

Las personas con voces más profundas tienen más probabilidades de ser seleccionadas para puestos de liderazgo.

Un creciente conjunto de investigaciones sugiere que los candidatos con voces más profundas tienen más probabilidades de ganar elecciones políticas.

Otras investigaciones han concluido que los CEOs masculinos con voces más profundas lideran empresas más grandes y, por consiguiente, se les paga más. Una disminución del 1% en el tono de voz de un CEO está relacionada con un aumento de 27 millones de euros en el tamaño de su empresa. (Los autores del estudio admiten que no pueden probar que tener una voz profunda hace que te vean como un buen CEO, pero creen que es probable).

Las personas con sobrepeso pueden ser juzgadas como menos deseables que sus homólogos más delgados.

Por mucho que nos cueste admitirlo, existe un sesgo por el peso injusto en el lugar de trabajo.

En un experimento llevado a cabo por los científicos de Wharton, hombres y mujeres evaluaron currículos digitales que incluían fotografías de personas no obesas y fotografías digitalmente alteradas de esas mismas personas como obesas.

Los resultados mostraron que los candidatos obesos a un puesto de trabajo fueron considerados significativamente menos competentes que los candidatos no obesos. Es interesante que incluso los participantes con sobrepeso mostraron un sesgo contra los candidatos obesos.

Otras investigaciones sugieren que las personas con sobrepeso tienden a ganar menos que los demás. Las mujeres blancas parecen ser las más afectadas por el sesgo de peso: Una diferencia de alrededor de 31 kilos se traduce en una disminución del 9% en los salarios para este grupo demográfico.

Los hombres estresados tienden a ser menos propensos a convertirse en líderes de alto nivel.

Según estudio de 2015, los niveles hormonales de los hombres pueden determinar en qué lugar de la escalera corporativa terminan. Concretamente, entre 78 ejecutivos, aquellos con altos niveles de testosterona y cortisol tienen a su cargo menos subordinados que los hombres con altos niveles de testosterona y bajos niveles de cortisol.

Mientras que la testosterona está ligada al comportamiento competitivo y agresivo, el cortisol está asociado con el estrés. Los altos niveles de cortisol parecen frenar la influencia de la testosterona, lo que significa que el estrés puede dañar el potencial de liderazgo de los hombres.

"La reducción del estrés tiene implicaciones de liderazgo", dijo a Forbes el autor principal del estudio, el doctor Gary Sherman. "Puede liberar el potencial de liderazgo en empleados que de otra manera no lo mostrarían".

Los extrovertidos y los "ambiguos" tienden a ganar más dinero que los introvertidos.

Los datos de la Truity Psychometrics revelan que los tipos de personalidad extrovertida tienden a ganar salarios más altos que los tipos introvertidos. Específicamente, los dos tipos de personalidad que más ganan son ESTJ (que significa Extroverted Sensing Thinking Judging) y ENTJ (Extroverted Intuitive Thinking Judging). Ganan un salario anual medio de 69.000 y 68.000 euros, respectivamente.

Mientras tanto, otras investigaciones sugieren que los ambiguos, o aquellos que muestran rasgos tanto de introvertidos como de extrovertidos, son los más exitosos en el trabajo.

Por ejemplo, un estudio realizado en 2013 por el profesor de Wharton Adam Grant encontró que, entre los representantes de los centros de llamadas, los ambiguos eran los vendedores más exitosos. Aquellos que obtuvieron una puntuación exactamente intermedia entre la introversión y la extroversión en un test de personalidad ganaron unos 188 euros, comparado con la media de 125 euros para todo el grupo.

Esto no quiere decir que los introvertidos no puedan tener éxito, pero pueden tener que trabajar más duro para esforzarse más.

Los cínicos tienden a ganar sueldos más bajos que los optimistas.

Los investigadores reunieron datos de encuestas de miles de participantes en los Estados Unidos y Alemania y descubrieron que los cínicos tienden a ganar menos que sus homólogos más optimistas.

Por ejemplo, entre los participantes alemanes, las personas menos cínicas vieron aumentar sus ingresos mensuales en unos 230 euros entre 2003 y 2012. Mientras tanto, las personas más cínicas no vieron ningún aumento significativo en sus ingresos mensuales.

Es importante que el vínculo entre el cinismo y el salario sólo se mantiene en áreas con bajos niveles de comportamiento antisocial, como el crimen. En otras palabras, los cínicos sólo están en desventaja económica en contextos donde sus creencias no están justificadas.

Los niños inteligentes pueden ser más propensos a convertirse en líderes cuando sean adultos.

La ciencia sugiere que la alta capacidad cognitiva en los niños predice fuertemente el potencial de liderazgo en la edad adulta.

En un estudio, los investigadores observaron dos conjuntos de datos recogidos de casi 17.000 personas durante varias décadas. A la edad de 10 u 11 años, los participantes tomaron pruebas cognitivas que midieron sus habilidades verbales, de razonamiento y cognitivas en general. A lo largo de sus 30 y 40 años, también se les hicieron preguntas sobre su actividad de liderazgo en el trabajo, como si supervisaban a algún empleado y, si era así, a cuántos.

Los resultados del primer conjunto de datos mostraron que casi cuatro de cada diez personas que habían obtenido una puntuación alta en las pruebas cognitivas se convirtieron en líderes, en comparación con la cuarta parte de los que habían obtenido una puntuación baja. De manera similar, los resultados del segundo conjunto de datos mostraron que las personas que habían demostrado una alta capacidad cognitiva como niños tenían casi el doble de probabilidades de asumir posiciones de liderazgo que aquellos que habían demostrado una baja capacidad cognitiva.

Esta es una actualización de un artículo originalmente escrito por Alison Griswold.