Soy exvicepresidente de RRHH de Microsoft: por qué suele haber tantos despidos en el primer trimestre

Chris Williams
| Traducido por: 
Por qué se producen los despidos en el primer trimestre del año.

 Chris Williams

  • Chris Williams es exvicepresidente de recursos humanos de Microsoft, podcaster, consultor, asesor y creador de contenidos en TikTok. 
  • Según su experiencia, la dirección ejecutiva de las empresas no disfruta tanto de las Navidades en fin de año. 

Para muchos, el fin de año es tiempo de celebraciones y reuniones familiares. En el mundo laboral, el final del año trae consigo un empujón hacia la línea de meta: una oportunidad para cerrar los últimos flecos y terminar con fuerza.

El fin de año también suele traer vacaciones, una oportunidad para alejarse del trabajo y reflexionar. Aunque no marque el final del año fiscal, el final del año natural ofrece tiempo para la reflexión. Un momento para repasar el año que acaba de terminar y fijar propósitos para el año siguiente.

Pero estas reflexiones son diferentes en la alta dirección que en el resto de la empresa. Como experto de más de 40 años en el mundo empresarial y exvicepresidente de RRHH en Microsoft, he visto que el final del año es diferente en la sala directiva.

Y esas diferencias tienen repercusiones que se dejan sentir hasta bien entrado el nuevo año.

Acabar el año con fuerza

Para la mayoría de las personas de la empresa, fin de año es el momento de terminar con fuerza, cumplir objetivos importantes o cerrar proyectos con broche de oro.

Para las partes de la empresa que generan ingresos, el final de año marca un plazo crucial. Alcanzar o no alcanzar los objetivos puede suponer grandes diferencias en la retribución y los ascensos. Esto da lugar a un frenesí de actividad, tratando de cerrar todos los acuerdos posibles.

En otros departamentos, los directivos intentan alcanzar todas las victorias posibles que se marcaron en la lista. O liquidar proyectos pendientes, preparando al equipo para un buen año nuevo.

Sin embargo, en la alta dirección, el ritmo suele ser menos frenético. Sí, los objetivos y las metas son importantes, sus primas también están en juego. Pero sus horizontes temporales son tan largos que no es lo mismo. Trabajan por trimestres, años, incluso décadas en el futuro. El frenesí de diciembre no tiene sentido para ellos.

El problema es que las palancas que manejan son demasiado grandes y lentas. Poco pueden cambiar que afecte siquiera a este trimestre, por no hablar de cambios en un solo mes. No pueden poner en marcha nuevos proyectos, hacer nuevos tratos, cambiar la organización o cerrar o abrir instalaciones con la rapidez suficiente.

Así que en la sala directiva, el ambiente de fin de año suele ser de aceptación de unos resultados que sabían que llegarían hace mucho tiempo.

La mano derecha de Zuckerberg, el español Javier Oliván, vende acciones de Meta e ingresa 5,2 millones como parte de su remuneración variable

Hora de revisar el rendimiento

Para los niveles inferiores de la empresa, el final del año también marca la llegada de las revisiones de rendimiento. Es el momento temido en el que se repasa el año anterior, se detallan las áreas de mejora, se fijan objetivos imprecisos para el futuro y se reevalúa la remuneración.

Esto hace que el final de año sea incómodo para muchos. Reflexionan sobre sus errores, cuestionan sus decisiones y se regodean en demasiados "si tan solo". El resultado es una firme convicción de hacerlo mejor, con resoluciones a la altura.

En la sala directiva, las revisiones de rendimiento son diferentes. Aunque muchos reciben una forma de evaluación similar a la del resto de la empresa, el impacto es mucho menor. Los altos ejecutivos son evaluados por el consejo de administración y, como la mayoría de las decisiones tomadas por un comité, esa evaluación contiene muchas menos ideas claras. Es una revisión muy centrada en los resultados, no en los comportamientos, las habilidades o el desarrollo personal.

La aplicación de las evaluaciones del rendimiento en los niveles más altos se ve obstaculizada por los modelos de retribución. Con unos ingresos muy sesgados hacia la renta variable, el único rendimiento que realmente importa es el precio de las acciones.

Como resultado, las evaluaciones del rendimiento que se realizan en la sala directiva tienen menos que ver con el ocupante del puesto y mucho más con la salud de la empresa. El rendimiento individual de los líderes se confunde con el rendimiento del equipo que dirigen. Los puntos de acción que se establecen para el nuevo año tienen que ver con el desarrollo de la empresa, más que con el personal.

Así que, las revisiones del rendimiento para los directivos siguen siendo difíciles, pero rara vez tan personales.

Jefes que todo el mundo quiere tener.

Empezar de cero

Para la mayoría, el comienzo de un año nuevo suponen un claro reinicio. Es una oportunidad para deshacerse de los malos hábitos y establecer nuevos propósitos.

En el mundo laboral, eso significa dejar atrás los esfuerzos fallidos y fijarse nuevos objetivos. Los propósitos de Año Nuevo no son solo para perder peso. También pueden referirse a la comunicación y la gestión del tiempo.

Los directivos de la empresa suelen programar reuniones de inicio de año para empezar de cero. Son el resultado de sus propias reflexiones durante las vacaciones, y de su determinación de fijar un rumbo firme.

En la sala directiva, existe el mismo impulso, pero también en este caso sus métricas de rendimiento y la escala de las palancas que controlan cambian sus acciones. En lugar de programar una reunión o fijar nuevos objetivos, en esa sala los cambios suelen ser de una escala mucho mayor.

Esto explica por qué se ven tantas reorganizaciones de empresas y despidos en el primer trimestre del año. Los ejecutivos han tenido tiempo de imaginar un nuevo futuro, y a menudo eso significa una organización muy diferente. A veces más pequeña, siempre diferente.

El nuevo año es también el momento favorito para el inicio de nuevas iniciativas. Nuevos proyectos, nuevos negocios o la expansión a nuevos mercados. Hay algo en el comienzo del año que hace que la esperanza sea eterna.

Pero estos esfuerzos tardarán en dar sus frutos, y para el ejecutivo, sometido a presiones financieras, necesitan moverse más deprisa, por eso son tan frecuentes los despidos en el primer trimestre.

Recortar plantilla es uno de los impactos financieros más rápidos que un ejecutivo de la sala directiva tiene a su disposición.

Cómo evitar los despidos masivos en una empresa: "Una reestructuración es consecuencia de no haber realizado una transformación a tiempo"

Los despidos pueden haber estado recorriendo la mente del ejecutivo durante algún tiempo. Pero un despido en plenas fiestas es de tan mal gusto que la mayoría han sido convencidos por el equipo de RRHH para retrasarlo hasta principios de año, en el primer trimestre.

La sala directiva está preocupada por el impacto que sus decisiones pueden tener y cómo afectarán a las finanzas de la empresa. En las escalas de tiempo y organización en las que trabajan, esos cambios llegan muy lejos en el futuro, y a lo más profundo de la empresa.

Cuando vuelvas al trabajo este nuevo año, consuélate con un pensamiento: mientras te preocupas por la evaluación de tu rendimiento, los directivos también se preocupan por la suya. Pero la suya viene dada en gran medida por la bolsa y las "áreas de mejora" de los beneficios.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.