Por qué puede ser complicado identificar a los alumnos infectados con coronavirus

Un alumno vuelve a clase en medio de la pandemia de coronavirus en Arizona

La vuelta al colegio tiene en jaque a las autoridades sanitarias y educativas que intentan garantizar que los alumnos puedan volver a las aulas y recibir educación presencial a la vez que evitar que repunten los casos de coronavirus por rebrotes originados en las escuelas. 

Casos como el de Israel revelan que la apertura de los colegios puede convertirse en un fracaso si no se toman las medidas adecuadas, mientras que Alemania, con sus pruebas masivas, ha logrado mantener bajo control la aparición de positivos en las aulas. 

Sin embargo, una nueva investigación recogida por Nature señala el principal problema a la hora de intentar garantizar la seguridad en los colegios: los menores con coronavirus son más difíciles de detectar. 

Los niños de 6 a 13 años tienen menos probabilidades de presentar síntomas de COVID-19 que los más jóvenes o los mayores, según el estudio, que ha seguido a casi 400 personas infectadas menores de 21 años. 

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La investigación, realizada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke en Durham (Carolina del Norte), siguió a 382 niños y adultos jóvenes que habían estado en estrecho contacto con una persona infectada por el SARS-CoV-2 y aproximadamente tres cuartas partes de los participantes en el estudio dieron positivo en el SARS-CoV-2 antes o durante el estudio.

Los niños tienen las mismas posibilidades de contagiarse del virus que los adultosexplicó el pediatra Quique Bassat en una entrevista a Business Insider España. 

Sin embargo, según el estudio, solo el 61% de los niños infectados de 6 a 13 años de edad mostraron síntomas, en comparación con el 75% de los participantes infectados en el estudio menores de 6 años y el 76% de los mayores de 13 años.

Los niños de 6 a 13 años que se sentían enfermos tendían a presentar síntomas más leves que los participantes mayores y menores del estudio.

Los autores advierten de que los sistemas de detección en las escuelas deberían tener en cuenta que los niños muestran normalmente un perfil asintomático, por lo que no se puede buscar solo la presencia de síntomas. 

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