El bitcoin destroza récords pero sigue sin poner de acuerdo a los expertos sobre su potencial: de la escalada al millón de dólares a la burbuja a punto de explotar

Una pegatina de bitcoin se ve en la ventana de la cafetería Vape Lab, donde se puede usar y comprar la moneda bitcoin, en Londres, Reino Unido, el 24 de marzo de 2015.
Una pegatina de bitcoin se ve en la ventana de la cafetería Vape Lab, donde se puede usar y comprar la moneda bitcoin, en Londres, Reino Unido, el 24 de marzo de 2015.

REUTERS/Peter Nicholls

  • El bitcoin se ha disparado por encima de los 50.000 dólares y los expertos debaten sobre su perspectiva a largo plazo.
  • Ya hay voces que dicen que su techo puede estar en 1 millón, aunque su volatilidad es un gran problema en la actualidad.
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El rally del bitcoin sigue imparable en los mercados. 

Desde hace un año su cotización se ha disparado en más de un 1.000% hasta superar la barrera psicológica de los 50.000 dólares. Meta que muchos analistas habían puesto para el criptoactivo para el conjunto del 2021. 

La criptomoneda se está instaurando como una reserva de valor ante un repunte importante de la inflación. Algo así como una suerte de oro digital. De ahí a que muchos expertos pongan el foco sobre el recorrido alcista que aún puede tener a largo plazo.  

Sin embargo, existe un importante contraste de opiniones respecto al bitcoin, ya que por un lado hay analistas que creen que puede subir como un cohete y otros que piensan que estas subidas con tal grado de volatilidad son insostenibles en el tiempo. 

La previsión más optimista es que el bitcoin pueda revalorizarse hasta el nivel de un millón de dólares en el largo plazo. Esa es la visión que tiene Anthony Pompliano, cofundador de Morgan Creek Digital Assets, que en una entrevista con la CNBCexplica que hay posibilidades de que la criptomoneda de referencia conquiste esos niveles de récord en el futuro. 

Desde su punto de vista, el bitcoin podría alcanzar los 500.000 dólares a finales de la década y, eventualmente, sería capaz de lograr 1 millón por cada moneda a muy largo plazo: “Creo que se convertirá en la moneda de reserva global, y que su capitalización será más grande que la del mercado del oro”, asegura. 

La predicción del bull run del bitcoin hasta 1 millón de dólares se basaría en algunos factores como la escasez de esta criptodivisa, que tiene un límite de 21 millones de monedas, así como la naturaleza descentralizada de la tecnología (blockchain) que utiliza.

Por su parte, Thomas Lee director de inversiones de Fundstrat Global Advisors iba en esta misma línea al señalar en una nota reciente que el presente ejercicio puede ser un año positivo para el bitcoin, pese a las alzas del 2020: “2021 será muy parecido a 2017, lo que significa que el bitcoin debería funcionar incluso mejor este año que en 2020, por lo que puede revalorizarse sobre el 300%”.

¿Qué sustentaría estas subidas? La entrada de inversores institucionales y minoristas ejercería de catalizador, según la previsión de estos expertos. Movimientos como el de Tesla o Square, usando su tesorería para invertir en bitcoins, serían un factor que podría impulsar al precio de la criptomoneda aún más alto. 

Este experto asegura que en España ya hay empresas con bitcoins en su tesorería y anticipa que muchas más se sumarán a la inversión en criptomonedas tras el movimiento de Tesla

Mientras tanto, los bancos centrales mundiales han estado flexibilizando la política monetaria, como bajar los tipos de interés y comprar activos a través del llamado programa de flexibilización cuantitativa, para ayudar a amortiguar el golpe a las economías afectadas por la pandemia del COVID-19.

"Hubo billones de dólares que se imprimieron e inyectaron en la economía y todos, desde inversores minoristas hasta institucionales, corrieron por todo el mundo buscando la mejor manera de proteger su poder adquisitivo, y finalmente se decantaron por el bitcoin", defiende Pompliano.

La realidad es que no existe una autoridad monetaria como un banco central que regule a la criptodivisa. En cambio, la llamada red del bitcoin está formada por mineros que procesan las transacciones.

Como hay muchos mineros diferentes, ninguna entidad puede controlar la red por sí sola. Y debido a que los equipos que utilizan son a menudo ordenadores muy potentes, los defensores del bitcoin afirman que pertenece a una de las redes de computación más fuertes del mundo.

“A medida que más y más gente entra en este mercado, hay más liquidez, y eso aumenta su utilidad”, destacó Pompliano. “Si piensas en esa economía de Internet, no hay moneda nativa como tal y el bitcoin ocupará ese espacio de moneda de reserva mundial de la generación de internet”, pronosticó. 

Los problemas con su volatilidad

No obstante, no todos los expertos creen que el bitcoin puede tener un camino de rosas durante los próximos meses. En enero, JPMorgan publicó una nota a los clientes que establecía un precio objetivo a largo plazo “teórico” para el bitcoin en 146.000 dólares a medida que comenzaba a competir con el oro. 

Pero el esquema podría haber cambiado en la actualidad. El oro es ampliamente aceptado como un activo de refugio al que acuden los inversores en tiempos de conflictos políticos o turbulencias en los mercados. Algo que está empezando a asumir el bitcoin, pero con muchos matices.

Según publicó la agencia Bloomberg, JPMorgan declaró que el valor de mercado del bitcoin ha aumentado en alrededor de 700.000 millones de dólares en los últimos 5 meses, pese a la entrada de dinero institucional de cerca de 11.000 millones. 

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“Los movimientos desde enero de este año parecen haber estado más influenciados por los flujos especulativos que por otra cosa”, destacaron los expertos de la entidad estadounidense liderados por Nikolaos Panigirtzoglou. 

Por el contrario, hay que tener cuidado con algunos factores que pueden comprometer su tendencia alcista. La más importante es la volatilidad del precio del bitcoin, según Panigirtzoglou: “Es 5 superior a la del oro”. 

En este sentido, la clave para que la volatilidad del bitcoin converja con el oro es la adopción institucional. “Cuanto más rápido sea el ritmo de adopción institucional, más rápido se producirá la convergencia con la volatilidad”, afirmó.

“El mayor riesgo es que el impulso de flujos que hemos visto en los últimos meses se desacelere materialmente desde este punto”, concretó Panigirtzoglou. “En particular, cuando las economías reabran, la gente vuelva a la oficina, tengan menos tiempo para operar en casa y, como resultado, el impulso de flujo se ralentice”, sentenció.

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