Elon Musk defiende que todos los niños deberían aprender estos 50 sesgos cognitivos

Elon Musk.
Elon Musk.

Reuters

  • Un tuit de Elon Musk se ha hecho viral y ha devuelto a la actualidad una infografía con "50 sesgos cognitivos que debes conocer para ser la mejor versión de ti".
  • Musk afirma que estos sesgos son especialmente relevantes para los niños y niñas: "Deberían enseñarse a todos a una edad temprana", ha publicado.
  • "Conocer esta lista de sesgos puede ayudarte a tomar decisiones más informadas y a darte cuenta de cuándo te equivocas", explica la fuente original. Sirven para el día a día, el trabajo o decisiones personales, y pueden condicionar también tus finanzas personales.
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"¿Y si Menganito se tira por un puente, tú también lo harías?" Seguramente has escuchado (o dicho) esta frase alguna vez, por parte de tus padres, amigos o profesores. Lo que quizá no sabías es que detrás de ella hay un sesgo cognitivo y toda una historia.

Se trata del Efecto Bandwagon, que comenzó a usarse en referencia al efecto de las carrozas musicales que utilizaban los candidatos electorales para atraer a los votantes al hacer sus discursos políticos, y con el que se describe un comportamiento gregario: en determinadas ocasiones se tiende a actuar siguiendo al 'rebaño'. 

Los sesgos cognitivos son atajos que tu mente utiliza en el momento en el que debe tomar una decisión con rapidez, pero que pueden suponer actuar en contra de tus intereses o de la opción más lógica y conveniente.

Vestigios de la evolución, son mecanismos que en el pasado ayudaron al ser humano a sobrevivir. En la actualidad, sin embargo, se busca ir mucho más allá, por lo que pueden suponer un lastre en el día a día, en decisiones personales, en momentos del trabajo o incluso condicionar tus finanzas personales.

Por eso, puede resultar especialmente relevantes que no solo las personas adultas, sino especialmente los niños y niñas, los conozcan para que aprendan a ser capaces de identificarlos y no caer en ellos. Así lo ha asegurado recientemente Elon Musk, cofundador de compañías como SpaceX y Tesla y la persona más rica del mundo.

"Deberían enseñarse a todos a una edad temprana", ha publicado Musk recientemente en Twitter, adjuntando una imagen con el título "50 sesgos cognitivos que debes conocer para ser la mejor versión de ti".

La infografía corresponde a TitleMax, que la publicó hace unos 2 años bajo la premisa de que "conocer esta lista de sesgos puede ayudarte a tomar decisiones más informadas y a darte cuenta de cuándo te equivocas", explica.

Entonces identificó "50 tipos de sesgos cognitivos que aparecen casi a diario, en pequeñas discusiones de Facebook, en los horóscopos y en el escenario mundial, (...) desde el sutil pensamiento de grupo que sabotea tus reuniones de gestión hasta el tirón del anclaje que te hace gastar demasiado dinero en una tienda durante las rebajas".

Ahora, con un solo tuit de Elon Musk (que lleva más de 60.000 retuits y de 300.000 'me gusta'), ha vuelto a la actualidad. Esta es la explicación de esos 50 sesgos cognitivos:

  1. Error de atribución fundamental: Juzgamos a los demás por su personalidad o carácter fundamental, pero nos juzgamos a nosotros mismos por la situación.
  2. Sesgo de autoservicio: Nuestros fracasos son situacionales, pero nuestros éxitos son nuestra responsabilidad.
  3. Favoritismo dentro del grupo: Favorecemos a las personas que pertenecen a nuestro grupo interno en contraposición a las de un grupo externo.
  4. Efecto Bandwagon: Las ideas, modas y creencias crecen a medida que más personas las adoptan.
  5. Pensamiento de grupo: Debido al deseo de conformidad y armonía en el grupo, tomamos decisiones irracionales, a menudo para minimizar el conflicto.
  6. Efecto Halo: Si ves que una persona tiene un rasgo positivo, esa impresión positiva se extenderá a sus otros rasgos (también funciona para los rasgos negativos).
  7. Suerte moral: Una mejor posición moral se debe a un resultado positivo; una peor posición moral se debe a un resultado negativo.
  8. Falso consenso: Creemos que hay más gente de acuerdo con nosotros de lo que realmente es.
  9. Maldición del conocimiento: Una vez que sabemos algo, asumimos que todos los demás lo saben también.
  10. Efecto Foco: Sobrestimamos la atención que la gente presta a nuestro comportamiento y apariencia.
  11. Heurística de la disponibilidad: nos basamos en los ejemplos inmediatos que nos vienen a la mente al hacer juicios.
  12. Atribución defensiva: Como testigo que teme secretamente ser vulnerable a un percance grave, culparemos menos a la víctima si nos relacionamos con ella.
  13. Hipótesis del mundo justo: Tendemos a creer que el mundo es justo; por tanto, asumimos que los actos de injusticia son merecidos.
  14. Realismo ingenuo: Creemos que observamos la realidad objetiva y que los demás son irracionales, desinformados o parciales.
  15. Cinismo ingenuo: Pensamos que observamos la realidad objetiva y que las otras personas tienen un sesgo egocéntrico mayor del que realmente tienen en sus intenciones/acciones.
  16. Efecto Forer (también conocido como efecto Barnum): Atribuimos fácilmente nuestra personalidad a afirmaciones vagas, aunque puedan aplicarse a una amplia gama de personas.
  17. Efecto Dunning-Kruger: Cuanto menos se sabe, más se confía. Cuanto más se sabe, menos se confía.
  18. Anclaje: Nos basamos mucho en la primera información introducida a la hora de tomar decisiones.
  19. Sesgo de automatización: Nos apoyamos en los sistemas automatizados, a veces confiando demasiado en la corrección automática de las decisiones realmente correctas.
  20. Efecto Google (también conocido como amnesia digital): Tendemos a olvidar la información que se puede consultar fácilmente en los motores de búsqueda.
  21. Reactancia: Hacemos lo contrario de lo que nos dicen, especialmente cuando percibimos amenazas a las libertades personales.
  22. Sesgo de confirmación: Tendemos a encontrar y recordar información que confirma nuestras percepciones.
  23. Efecto contraproducente: La refutación de pruebas tiene a veces el efecto injustificado de confirmar nuestras creencias.
  24. Efecto de tercera persona: Creemos que los demás están más afectados por el consumo de los medios de comunicación que nosotros mismos.
  25. Sesgo de creencia: Juzgamos la valía de un argumento no por la fuerza con la que apoya la conclusión, sino por lo plausible que es la conclusión en nuestras propias mentes.
  26. Cascada de disponibilidad: Vinculadas a nuestra necesidad de aceptación social, las creencias colectivas adquieren mayor verosimilitud a través de la repetición pública.
  27. Declinismo: Tendemos a idealizar el pasado y a ver el futuro de forma negativa, pensando que las sociedades/instituciones están, en general, en declive.
  28. Sesgo del statu quo: tendemos a preferir que las cosas sigan igual; los cambios respecto a la línea de base se consideran una pérdida.
  29. Falacia del coste hundido (también conocida como escalada del compromiso): Invertimos más en cosas que nos han costado algo en lugar de alterar nuestras inversiones, incluso si nos enfrentamos a resultados negativos.
  30. Falacia del jugador: Se tiende a pensar que las posibilidades futuras se ven afectadas por los acontecimientos pasados.
  31. Sesgo del riesgo cero: Preferimos reducir los pequeños riesgos a cero, aunque podamos reducir más el riesgo en general con otra opción.
  32. Efecto de encuadre: A menudo sacamos diferentes conclusiones de la misma información dependiendo de cómo se presente.
  33. Estereotipos: Adoptamos creencias generalizadas de que los miembros de un grupo tendrán ciertas características, a pesar de no tener información sobre el individuo.
  34. Sesgo de homogeneidad de los grupos externos: Percibimos a los miembros de los grupos externos como homogéneos y a nuestros propios grupos internos como más diversos.
  35. Sesgo de autoridad: Confiamos en las opiniones de las figuras de autoridad y nos dejamos influir por ellas con mayor frecuencia.
  36. Efecto placebo*: Si creemos que un tratamiento funciona, suele tener un pequeño efecto fisiológico.
  37. Sesgo de supervivencia: Tendemos a centrarnos en las cosas que han sobrevivido a un proceso y a pasar por alto las que han fracasado.
  38. Taquipsiquia: Nuestras percepciones del tiempo cambian en función del trauma, el consumo de drogas y el esfuerzo físico.
  39. Ley de la Trivialidad (también conocida como "Bike-Shedding"): Damos una importancia desproporcionada a las cuestiones triviales, a menudo evitando cuestiones más complejas.
  40. Efecto Zeigarnik: Recordamos más las tareas incompletas que las completadas.
  41. Efecto IKEA: Damos más valor a las cosas que hemos creado parcialmente nosotros mismos.
  42. Efecto Ben Franklin: Nos gusta hacer favores; es más probable que hagamos otro favor a alguien si ya le hemos hecho un favor que si hemos recibido un favor de esa persona.
  43. Efecto espectador*: Cuantas más personas haya alrededor, menos probable será que ayudemos a una víctima.
  44. Sugestionabilidad: Las personas, especialmente los niños, a veces confunden las ideas sugeridas por un interrogador con los recuerdos.
  45. Falsa memoria: Confundimos la imaginación con los recuerdos reales.
  46. Criptomnesia: Confundimos los recuerdos reales con la imaginación.
  47. Ilusión de agrupación: Encontramos patrones y clusters (grupos, conjuntos) en datos aleatorios.
  48. Sesgo de pesimismo: A veces se sobrestima la probabilidad de que se produzcan malos resultados.
  49. Sesgo de optimismo: En ocasiones somos demasiado optimistas sobre los buenos resultados.
  50. Sesgo de punto ciego: No creemos que tengamos un sesgo y lo vemos más en los demás que en nosotros mismos.

*"Técnicamente, no es un sesgo cognitivo, pero es otra forma importante de sesgo", aclara TitleMax.

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