Este es el tesoro de más de 2.500 años que ha descubierto un español durante unas obras

Ha ocurrido en otras ocasiones en la historia. Arqueólogos buscando vestigios del pasado y tesoros de incalculable valor, una persona de a pie encuentra por casualidad algo digno de un Indiana Jones. Es lo que le ocurrió el pasado agosto a un español llamado Sergio Marciandi.

Fue durante su jornada laboral para la empresa de aguas en Cavandi, una localidad asturiana. Encontró entre las rocas algo histórico y que cualquier especialista sueña con hallar: una pieza de oro de la Edad de Hierro, con una antigüedad de más de 2.500 años. 

Un tipo de joya conocido por los especialistas

El hallazgo de este trabajador es muy notorio, pero el tipo de joya es conocida por los expertos. Un collar rígido de oro conocido como torques. Una persona puede reaccionar llevándoselo para vender, guardándoselo, pero Sergio siguió los cauces adecuados y contactó con especialistas. 

Su aviso le llevó al profesor de arqueología prehistórica de la Universidad de Cantabria, Pablo Arias, quien se presentó en el lugar del hallazgo junto a un equipo de expertos del Museo Arqueológico de Asturias. Al final, el Gobierno de Asturias confirmó el descubrimiento de dos torques, si bien uno estaba fragmentado y en peor estado.

Arias no deja lugar a dudas de la importancia del hallazgo

Pablo Arias habló para la CNN y calificó el descubrimiento del trabajador como algo "realmente impresionante". La razón, al margen del valor como material precioso, es el valor histórico, ya que con estos collares podrán conocer mejor el periodo de la Edad de Hierro. 

Otro factor fundamental de por qué es tan vital algo que podría parecer anecdótico, es la frecuencia de estos hallazgos. Si se sabe poco de esta época es porque desde los siglos XVIII y XIX apenas se han descubierto más piezas. Ahora confían en que esto sea el principio de más hallazgos en la zona, con unas técnicas arqueológicas más avanzadas. 

Datos sobre estos collares

Los especialistas ya han podido facilitar datos más específicos y técnicos sobre las piezas. El ejemplar que encontró el trabajador es un collar rígido "de superficie dorada que puede asimilarse al conjunto de torques denominados de manera genérica como astur-norgalaico", como indica el texto colgado en la web del Principado de Asturias. 

Recuerda mucho a un ejemplar conocido como Torques de Langreo, hoy depositado en el Museo Instituto Valencia de Don Juan, en Madrid. La segunda pieza fragmentada en seis partes ha podido ser remontada provisionalmente en el Museo Arqueológico, y se ha comprobado que está completa. 

Alabanzas al descubridor

Sergio Marciandi no fue alabado por su hallazgo, valioso pero casual, sino por su actitud tras encontrar la joya. La Viceconsejería de Cultura considera que el descubrimiento de los torques de Cavandi (Peñamellera Baja) es un acontecimiento de extrema relevancia, pero sobre todo por el comportamiento ejemplar del descubridor. 

De todas formas, Sergio no hizo sino cumplir la Ley de Patrimonio Cultural, que en su 67 establece que, en el caso de objetos descubiertos por azar, quien los halle deberá comunicarlo a la consejería competente en materia de patrimonio cultural en el plazo de 48 horas, sin que se pueda dar conocimiento público antes de haber informado a dicha Administración.