Interconectada, con bullicio cultural y autosostenible: así será la primera ciudad flotante y sostenible del mundo en Corea del Sur

De no tomar medida ninguna contra el cambio climático, la NASA estima que el nivel del mar podría subir hasta 30 centímetros para 2050. Los pronósticos más pesimistas hablan de una subida de hasta 2,5 metros para final de siglo si no se hace nada para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, según Climate.gov.

Las más perjudicadas son las comunidades costeras, que ven cómo su hogar peligra. “El aumento del nivel del mar representa una amenaza existencial para algunas islas pequeñas y algunas costas bajas”, avisaba un reciente documento del IPCC publicado en febrero.

Otro reciente gráfico revelaba que están en riesgo de hundirse Tokio, Mumbai, Nueva York, Osaka, Estambul, Kolkata, Bangkok, Yakarta, Londres, Daka, Lisboa, Dublín, Copenhague, Ámsterdam o Venecia. 

En respuesta a la amenaza que representa el aumento del nivel del mar, ONU-Hábitat, la Ciudad Metropolitana de Busan de la República de Corea y la empresa de tecnología azul OCEANIX han dado a conocer el primer prototipo de ciudad flotante sostenible del mundo, que se ubicaría en el puerto norte de Busan.

“El aumento del nivel del mar representa una amenaza existencial para algunas islas pequeñas y algunas costas bajas”, afirma un informe reciente del IPCC de febrero.

Una ciudad autosuficiente a prueba de inundaciones que podrá albergar a 12.000 personas

OCEANIX Busan proporcionará tecnología innovadora para las ciudades costeras que enfrentan una grave escasez de tierras agravada por la amenaza del aumento del nivel del mar. Será una extensión orgánica del tejido urbano coreano local, definido por combinar cultura de mercado, arte urbano y celebración de eventos. 

Los barrios interconectados de la urbe flotante sumarán 6,3 hectáreas y podrán a acoger a una comunidad de 12.000 personas. 

A su vez, a partir de una comunidad de 3 plataformas con 12.000 residentes y visitantes, la infraestructura tendrá el potencial de expandirse para albergar a 100.000 individuos.

Cada vecindario está diseñado para cumplir un propósito específico: vivienda, investigación y alojamiento. Hay entre 30.000 y 40.000 metros cuadrados de programas de uso mixto por barrio. Las plataformas flotantes se conectan al puerto con puentes de enlace que enmarcan la laguna azul protegida con puestos fllotantes de recreación, arte y espectáculos. 

Sus diseñadores hablan de "transformación orgánica con el tiempo": habrá terrazas para la vida interior y exterior en cada edificio, decenas de puestos con paneles fotovoltaicos e invernaderos que pueden expandirse y contraerse con el tiempo según las necesidades de Busan.

La ciudad flotante tiene en cuenta los aspectos sociales, políticos, ambientales y económicos de Corea del Sur.

Según sus creadores, Oceanix Busan se basará en la yuxtaposición única de lo antiguo y lo nuevo de Busan, una ciudad portuaria rica en cultura, arte y comercio. Los edificios emplearán materiales livianos, como la madera. 

Cada vecindario contará con 6 sistemas integrados que generan la energía necesaria para el autoabastecimiento. Se producirá, tratará y repondrá su propia agua, habrá una política de cero residuos, y se empleará una agricultura urbana innovadora para cumplir con una dieta local basada en plantas. 

Será una ciudad amigable para peatones, y como soluciones de movilidad se reemplazarán los vehículos a combustible con vehículos compartidos, eléctricos y autónomos, a fin de reducir las emisiones de carbono. Hábitats específicos se encargarán de filtrar y limpiar el agua contaminada del puerto. 

3 plataformas con diferentes usos

En la plataforma de convivencia habrá viviendas accesibles, callejuelas y vendedores locales de alimentos, artesanía y librerías. 

Mientras, la plataforma de investigación es un centro de investigación marítima y de trabajo conjunto, incluyendo un centro de regeneración de hábitat, espacios para fabricantes y dormitorios. 

Por su parte, la plataforma de alojamiento ecológico ofrecerá habitaciones con vista al puerto, comidas orgánicas e invernaderos con tragaluz que crean un destino único para los visitantes. 

En los edificios, paneles fotovoltaicos flotantes y en la azotea recolectarán energía para el vecindario. Los grandes jardines de invierno ayudarán a controlar la temperatura y a cultivar alimentos, mientras que ka vegetación de malla y tolerante a la sal proporcionará sombra y reducirá los costos de enfriamiento en los meses más cálidos del verano. 

Un cofundador de Oceanix apuntó a Insider que levantar esta urbe flotante podría costar unos 200 millones de dólares, y las primeras partes estar listas para 2025. Oceanix mostró sus nuevas maquetas antes de la Segunda Mesa Redonda de la ONU sobre Ciudades Flotantes Sostenibles, celebrada en Nueva York.