Este mineral juega un papel clave en la pérdida de audición provocada por ruidos fuertes

Estudio audición

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  • Una nueva investigación realizada en ratones y publicada en PNAS aporta pistas sobre la pérdida de audición causada por entornos excesivamente ruidosos y cómo prevenirla. 
  • Los científicos de la Universidad de Pittsburgh descubrieron que los ruidos fuertes estaban relacionados con picos en los niveles de zinc en el oído interno, cuya propagación daña las células del oído.
  • El estudio abre las puertas al diseño de un fármaco capaz de minimizar el daño auditivo.

El ruido ambiental excesivo, como el procedente del tráfico, los auriculares y los diferentes aparatos electrónicos de nuestra vida cotidiana puede resultar dañino cuando es muy alto, dañando las estructuras delicadas del oído interno y causando lo que se conoce como pérdida de audición inducida por el ruido, que puede ser temporal o permanente.

Hasta la fecha existe una gran incertidumbre sobre el mecanismo biológico detrás de esta pérdida auditiva, pero un reciente experimento llevado a cabo en ratones y publicado en PNAS puede arrojar luz sobre ello. 

Lo que hicieron los investigadores fue exponer a roedores no anestesiados a un ruido de 100 decibelios —equivalente a la música de una discoteca o al ruido de un taladro— durante dos horas. Las mediciones, llevadas a cabo dos semanas después, revelaron daño coclear y desplazamiento del umbral auditivo. 

A posteriori, se midieron los niveles y la localización del zinc en la cóclea de estos animales, comparándolos con otros expuestos al mismo nivel de ruido solamente un día antes.

 

Los científicos de la Universidad de Pittsburgh averiguaron que los ruidos fuertes estaban relacionados con picos en los niveles de zinc en el oído interno, tanto en términos de cantidad como de extensión. La propagación de este mineral parece ser responsable de dañar las células del oído e interrumpir la comunicación entre ellas, explica Science Alert.

En los ratones que llevaban dos semanas de daño auditivo, el zinc lábil se halló principalmente en las células externas, mientras que entre los que acababan de exponerse al trauma este se encontraba en la parte interna de la cóclea. Una de las conclusiones es que la exposición a ruidos fuertes provoca una sobreabundancia de estos dos químicos en todas las células.

“Estos resultados demuestran que la exposición a sonidos fuertes provoca una masiva liberación de zinc en el espacio intracelular que interrumpe la comunicación normal entre células y provoca deterioro”, señala Brandon Bizup, coautor del estudio.

El hallazgo abre puertas al diseño de un fármaco

"Estos resultados destacan la señalización del zinc como un objetivo potencial para prevenir y mitigar la pérdida auditiva inducida por el ruido", se detalla en el artículo. 

Algunos fármacos podrían funcionar como esponjas para absorber el exceso de zinc y restaurar o proteger la audición. 

En el experimento con ratones, los científicos usaron ajustes genéticos y la administración de compuestos farmacológicos para reducir los niveles de zinc, pudiendo restaurar hasta cierto punto la pérdida auditiva y brindando cierta protección contra la exposición a ruidos a un volumen alto.

"La alteración genética o farmacológica de la señalización del zinc promueve la recuperación coclear después de un traumatismo por ruido", señalan los investigadores, abriendo las puertas a futuros estudios en humanos y creación de medicamentos especializados. 

Según la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 1.500 millones de personas en todo el mundo viven con algún tipo de pérdida auditiva. 

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