La Eurocámara fija su postura sobre el reglamento contra la pornografía infantil dejando atrás la polémica sobre la seguridad de las comunicaciones

Javier Zarzalejos, eurodiputado del PP y ponente del reglamento CSAM.
Javier Zarzalejos, eurodiputado del PP y ponente del reglamento CSAM.

Parlamento Europeo/Emilie Gomez

  • El Parlamento Europeo aprueba en Pleno su postura sobre el reglamento CSAM, que los activistas y críticos con el texto bautizaron como reglamento Chat Control.
  • La Eurocámara deja atrás los puntos más polémicos que podían comprometer la seguridad de las comunicaciones. El Consejo todavía tiene que fijar su postura.

El Parlamento Europeo ha dado luz verde al reglamento con el que combatir el material de abuso infantil en internet. El Pleno de la Eurocámara ha hecho suyo el acuerdo adoptado hace una semana en la Comisión Parlamentaria de Libertades Civiles, después de que a finales de octubre los grupos políticos aceptaran un texto de consenso que dejaba atrás las polémicas de los últimos meses.

Este reglamento, conocido por sus siglas en inglés, CSAM, fue bautizado por activistas en defensa de la privacidad digital como el reglamento del Chat Control. La propuesta legislativa la presentó la Comisión Europea el año pasado y pretende combatir la pornografía infantil exigiendo a las tecnológicas que comprueben si ese tipo de material circula por sus plataformas.

El problema radicaba en cómo esas tecnológicas realizarían esas comprobaciones. La norma, en el borrador que presentó Bruselas, dejaba la solución en manos de las tecnológicas. El problema, como denunciaban las grandes empresas detrás de aplicaciones de mensajería cifrada como WhatsApp, es que la propuesta abría la puerta a acabar con el cifrado en las comunicaciones.

El texto original trataba de esquivar la polémica asegurando que la solución tecnológica no pondría en entredicho la encriptación en servicios digitales. Sin embargo, una cosa es decirlo y otra lograrlo. La polémica se disparó cuando este mismo año se filtró la posición de los Estados miembros de la UE en un grupo de trabajo del Consejo.

Según los documentos filtrados, las autoridades españolas fueron entonces las que mantenían la posición más dura sobre cómo combatir el material de abuso infantil en la red. La postura española planteaba directamente la necesidad de acabar con los cifrados de extremo a extremo o al menos plantear puertas traseras a esos sistemas, algo inviable tecnológicamente.

Dado el carácter que fue adquiriendo el debate a nivel comunitario, cientos de investigadores, ingenieros y expertos firmaron una carta abierta a las autoridades europeas advirtiendo del retroceso que podría suponer la aprobación del reglamento de Chat Control en los términos en los que estaba discurriendo.

Eso provocó una reacción furibunda por parte de la comisaria de Interior, y también desató las críticas del ponente del reglamento en la Eurocámara, el español Javier Zarzalejos, del PP. La comisaria Ylva Johansson replicó con un comunicado en nombre de Bruselas en el que advertía que el temor de los expertos eran sobre "escenarios hipotéticos".

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Zarzalejos, por su parte, reaccionó con otro comunicado en el que lamentaba que "cada vez que se plantea" la necesidad de detectar esos "contenidos ilegales" surgen "las mismas voces": "Rechazan el abuso sexual infantil, pero luego no aportan ninguna solución". En la misma línea se expresó en una entrevista con Business Insider España realizada a mediados de septiembre.

Efectivamente, los críticos con el reglamento CSAM lo bautizaron como Chat Control al entender que mediante esa herramienta las autoridades podían ejercer un control sobre los mensajes privados de los ciudadanos de la Unión Europea. Por eso razón, la situación se ha destensado después de que los grupos políticos se pusieran de acuerdo en octubre.

El acuerdo de octubre básicamente elimina la vigilancia indiscriminada. Patrick Breyer es eurodiputado alemán por el Partido Pirata, y explicó entonces que el reglamento, según la posición fijada por el Parlamento, solo efectuaría esa vigilancia "sobre individuos o grupos de individuos concretos que sean sospechosos y bajo autorización judicial".

Alcanzado ese acuerdo entre los partidos, finalmente la Comisión de Libertades Civiles de la Eurocámara votó a favor del reglamento CSAM en los términos descritos. El Plenario hizo lo propio esta misma semana —este miércoles—, con lo que de esta forma el Parlamento Europeo ya tiene una posición fijada para sacar adelante esta nueva regulación.

El propio Breyer ha celebrado que con la votación en el Pleno del Parlamento se haya fijado finalmente una posición que "pretende detener el Chat Control y defender un cifrado seguro". "No hay objeciones a la posición marcada por la Comisión de Libertades Civiles que se alcanzó por unanimidad", enfatizó.

¿Qué queda ahora? El otro colegislador de la Unión Europea es el Consejo, el órgano donde se ven representados directamente los gobiernos de los 27 y que ahora mismo preside España hasta finales de año. En ese sentido, España sigue dirigiendo las negociaciones entre los Estados miembros para fijar la posición del Consejo sobre este reglamento lo antes posible.

El mes pasado un documento interno de la Presidencia Española propuso limitar el alcance de este reglamento CSAM posponiendo algunos de sus debates más polémicos para más adelante, según supo entonces Euractiv. Es presumible que exista un acuerdo en el Consejo en las próximas semanas; sin embargo, este puede distar del alcanzado en la Eurocámara.

Una vez el Consejo de la Unión Europea adopte su postura, comenzarán las negociaciones tripartitas o trílogos: reuniones entre Parlamento Europeo, Consejo de la Unión Europea y Comisión Europea para consensuar el texto definitivo de la regulación. Resulta poco probable que ese texto definitivo salga adelante antes de que acabe el año bajo el mandato de Madrid.

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