El funeral de Isabel II, en 7 claves: el reencuentro de Felipe VI y Juan Carlos I, el coste de la ceremonia o los jefes de Estado que no han sido invitados

La reina Isabel II de Inglaterra falleció el pasado 8 de septiembre. Lo hizo a la edad de 96 años y tras más de 7 décadas de reinado, lo que la ha convertido en protagonista de la segunda mitad del siglo XX y del principio del XXI.

Una vez superado el shock inicial provocado por la noticia, anunciada a eso de las 19.30 de la tarde en una breve nota oficial por el Palacio de Buckinham, la corona inglesa puso en marcha su maquinaria. 

Durante la última semana, esta se ha compuesto de una ceremoniosa, compleja y bien engrasada constelación de gestos simbólicos que van a desembocar finalmente en el funeral de Estado que se celebrará este lunes en Londres, en la abadía de Westminster.

A las exequias está previsto que asistan la flor y nata de las monarquías de todo el mundo, jefes de Estado, embajadores y un buen puñado de presidentes del Gobierno.

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Entre los asistentes han confirmado su presencia los reyes de España, Felipe VI y Letizia, y los monarcas eméritos, Juan Carlos I y Sofía de Grecia: el reencuentro se producirá este domingo en la recepción del nuevo monarca británico.

Pero antes, hay que recordar que durante estos días han pasado muchas cosas. La más importante, la proclamación del hijo de Isabel II, Carlos, como Carlos III de Inglaterra, el hombre que ha pasado la friolera de 7 décadas esperando turno para reinar.

No ha empezado con buen pie su reinado. Un par de gestos públicos desdeñosos y el despido de cientos de empleados que cuidaban de Clarence House, la que ha sido su residencia durante buena parte de su vida, han agrandado la brecha entre el nuevo rey y un pueblo que hace tiempo que no lo ve con buenos ojos.

Esto es todo lo que tienes que saber del funeral del Isabel II.

1. Cuándo empezará

No tienen los británicos fama de dejar mucho espacio a la improvisación, y con el funeral de Isabel II, su reina más longeva, no parecen dispuestos a dejar ni un solo detalle al azar. 

Tanto es así desde hace una semana el Palacio de Buckinham publicó en su web el pormenorizado plan que está previsto que se siga con los restos mortales de Isabel II. 

Este ha incluido el viaje del féretro desde Balmoral a Londres y un velatorio que finalizará este lunes a las 6.30 de la mañana, hora local, cuando está previsto que se empiecen a ultimar los preparativos del funeral de Estado.

Después, a las 10.45, el féretro será llevado en procesión desde el palacio de Westminster hasta la abadía de Westminster, donde dará comienzo la ceremonia a las 11.00 de la mañana.

2. Cómo será

Está previsto que acabe una hora después. Según concluya, sonará el último poste seguido de dos minutos de silencio en la abadía y en todo el Reino Unido.

El himno nacional pondrá fin al funeral y la tropa del rey, la Real Artillería de Caballería y la Artillería Real a Caballo, dispararán cañones en Hyde Park. 

Además, el Big Ben sonará durante toda la procesión del ataúd de la reina hacia Wellington Arch, donde el féretro será transferido al coche fúnebre de Estado para viajar al castillo de Windsor. Allí, Isabel II será enterrada a las 16.00.

3. Quién asistirá

La lista de más de 2.000 ilustres invitados al funeral incluye a los reyes de España, Felipe VI y Letizia, que fueron uno de los primeros que confirmaron su presencia.

Estos estarán acompañados de otros miembros de la realeza europea como los príncipes Alberto y Charlene de Mónaco, los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, Felipe y Matilda de Bélgica y Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, entre otros.

También está prevista la presencia del emperador Naruhito de Japón y la emperatriz Masako, y se espera también que acuda también representación de las monarquías de Oriente Medio.

A ellos se unirá el presidente de EEUU, Joe Biden, Emmanuel Macron, presidente francés, y el canciller alemán Olaf Scholz Fuera del ámbito europeo, han confirmado asistencia personalidades como la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinta Adern, y el presidente brasileño, Jair Bolsonaro.

4. Por qué irán Juan Carlos I y Sofía

En el ámbito nacional ha sorprendido la confirmación de asistencia de los reyes eméritos, Juan Carlos I y Sofía, a quienes es muy difícil ver juntos desde hace años, especialmente desde que Felipe VI y Letizia tomaron el testigo al frente de la agenda institucional de la corona española.

El morbo está servido además después de que precisamente estas semanas haya visto la luz en HBO Salvar al rey, un documental episódico que aborda con pruebas rotundas (entre ellas, grabaciones del propio Juan Carlos I) cómo ha sido la relación entre el rey emérito y sus distintas amantes.

El motivo de la presencia de ambos en las honras fúnebres no es otro que los vínculos familiares que unen a la corona española con la británica desde hace más de un siglo.

Estos se remontan a principios del siglo XX, cuando Alfonso XIII contrajo matrimonio con Victoria Eugenia de Battenberg, la nieta de la reina Victoria, tatarabuela de Isabel II. Esto convierte a Felipe VI e Isabel II en primos lejanos.

Pero la relación entre ambas coronas no acaba aquí, ya que Sofía, la reina emérita, es prima del duque de Edimburgo, marido de Isabel II. Es por esto que en la correspondencia privada entre Felipe VI e Isabel II el monarca español se refería a la reina de Reino Unido como "tía Lilibeth".

5. Quiénes no asistirán

Si llamativa es la lista de asistentes, no lo es menos la de las ausencias. Rusia, que mantiene su ofensiva sobre Ucrania, lidera una lista de países en la que también figuran Bielorrusia, Siria, Venezuela, Afganistán y Myanmar, Corea del Norte y Nicaragua. 

Todas pueden enviar, si lo desean, a un embajador, pero no pueden personarse a través de sus presidentes ni sus jefes de Estado.

En las últimas horas ha surgido la polémica en torno al presidente chino, Xi Jinping. 

Aunque en principio se dijo que este había sido invitado, la BBC ha recogido recientemente la opinión de algunos parlamentarios británicos que piensan que se debería vetar la presencia de dicha delegación.

Finalmente, aunque es verdad que se ha vetado la presencia de una delegación china en la capilla ardiente, está prevista la presencia en el acto del vicepresidente chino, Wang Qishan.

6. Cuánto costará el funeral

Tanta pompa y ceremonia no será barata. Aunque aún se desconocen las cifras exactas, existen precedentes que permiten, como poco, tomar alguna referencia de cuánto puede costar el funeral. 

Hay que recordar que el de Isabel Bowes-Lyon, madre de Isabel II, costó en 2002 algo más de 6 millones de euros. Y eso que no fue un funeral de Estado.

El de Diana de Gales, en 1997, osciló también entre los 3,5 millones de euros y los 5,5 millones de euros.

Dada la magnitud del momento histórico, es más que probable que el funeral de Isabel II supere ampliamente estas cifras, algo que no deja de inquietar en un país que, como el resto de Europa y EEUU, atraviesa un mal momento económico con la inflación por encima del 10%.

"Es ciertamente muy inquietante ver todo esto cuando la gente va a tener dificultades para pagar sus facturas. ¡De hecho ya las tiene! No necesitamos toda esta pompa, estas procesiones, estos viajes reales por todo el país", ha afirmado un ciudadano británico a la radio RFI en Reino Unido.

Sea cual sea el coste, este saldrá del bolsillo de los británicos.

7. Qué pasará después

Acabado el funeral, se abrirá un periodo de luto que, en principio, concluirá dentro de unos meses (14 pasaron en el caso de la reina Isabel II) con la coronación oficial del nuevo rey, que oficialmente ya ha sido proclamado como nuevo monarca.

Este será Carlos, hijo primogénito de Isabel II, que ya ha anunciado su intención de reinar bajo el nombre de Carlos III.

Sin embargo, existen dudas sobre la idoneidad del nuevo rey. En primer lugar, preocupa su escasa aceptación entre el pueblo británico, que sigue teniendo muy presente su tortuoso matrimonio con Diana de Gales.

A ello no ha ayudado los gestos despreciativos que ha tenido esta semana públicamente con el personal de palacio ni el despido inmediato e inmisericorde de cientos de empleados que han trabajado para él en las últimas décadas.

En segundo lugar, inquieta también el estado de salud del nuevo rey, que cumplirá este año 74 años. En concreto, en los últimos días la atención pública se ha centrado en el aspecto de las manos de Carlos III, muy enrojecidas e hinchadas.

Estas, han analizado durante los últimos días multitud de doctores en los medios de comunicación, podrían no ser indicio de nada especialmente grave, pero también podrían ser síntoma de una artritis, problemas del hígado, del riñón e incluso del corazón.

Con todo y con eso, nada hace indicar por ahora que Carlos III tenga intención de abdicar en su hijo Guillermo, primero en la línea de sucesión tras su padre.