Por qué la guerra por el pasivo podría estallar después de verano y los neobancos están siendo los primeros en atacar

Jóvenes sacando dinero del banco
  • La gran banca no tiene intención de subir ahora mismo la remuneración de los depósitos a plazo de sus clientes porque no creen que sea el mejor producto de ahorro disponible. 
  • Todo el tiempo que estén sin dar un paso al frente, las entidades financieras más pequeñas tienen una oportunidad. 

Las entidades bancarias más pequeñas, los neobancos y las fintech están aprovechando la demanda de productos de ahorro antes de la famosa guerra por el pasivo: MyInvestor acaba de lanzar un depósito al 2,75%, Rand mantiene su cuenta de inversión Earn al 5% e ING ha subido cuatro veces ya su cuenta Naranja (hasta el 1,25%). 

Con la subida de tipos, era de esperar que los productos de ahorro fuesen unos de los más beneficiados porque el precio del dinero los haría más atractivos (sobre todo a los depósitos a plazo, que son el favorito de los particulares españoles). 

Los bancos querrían retener el capital de sus clientes y otras entidades captar nuevos fondos. Pero en la banca a particulares sólo se están viendo estos últimos movimientos entre las entidades financieras de base digital y las bancarias de menor tamaño. 

En la versión oficial, la remuneración se está retrasando porque tienen un exceso de liquidez. 

Es decir, porque los grandes bancos tienen demasiado dinero disponible como para querer retener tu pasivo. Y, además, lo tienen gratis, mientras otros clientes pagan un alto precio por pedirles dinero prestado. En su lugar, lo que están intentando es convencerte de que sus otros productos de "ahorro" son mejores para ti (y también lo son para la entidad). 

"[En época de tipos negativos,] se introdujeron una nueva serie de productos de ahorro. Eso hace que se haya producido un cambio estructural con el que se han derruido las barreras entre inversores y ahorradores", contextualizaba José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank en el curso de la Asociación de Periodistas de Información Económica que celebra esta semana la Universidad Menéndez Pelayo en Santander. 

"A esos clientes que ahora están visualizando la manera de complementar sus rentas futuras, no le podemos recomendar en estos momentos un depósito. Le recomendamos alternativas a medio y largo plazo. Esa es la estrategia que estamos siguiendo", continuaba. 

Sabadell comparte la estrategia de CaixaBank, porque consideran que estos productos de ahorro son mejores para los clientes y para el banco. "Es una mejora para los dos", insistía César González-Bueno, consejero delegado del banco.

 

Sin embargo, la gran banca ya cuenta con que progresivamente se tienda a remunerar mejor este tipo de producto de ahorro tradicional y que, entonces, se reavive la competencia. Con lo que este margen de oportunidad que tienen las entidades más pequeñas tiene los días contados. 

"Los depósitos a plazo están llegando de forma progresiva. No es el instrumento más moderno ni el más eficaz, pero es evidente que tiene demanda. Y seguro que van a ser una parte importante del pasivo bancario", reconoció el consejero delegado de Sabadell.

Al final, más que de liquidez, va a ser un problema de competencia con las entidades del mismo tamaño.  

El propio Goirigolzarri lo ha reconocido en respuesta a las intenciones del Gobierno de hablar con las patronales de la banca para encontrar "soluciones" para que las entidades remuneren los depósitos de los clientes:

"Los que tienen que tomar la decisión son los bancos. (...) Y tenemos claro quién va a decidir lo que va a ocurrir: el cliente. Si no está conforme con este tipo de ofertas, elegirá otros y nosotros nos adaptaremos", defendía. 

 

Si bien tanto Sabadell como CaixaBank aseguran que sus clientes están contentos con los nuevos productos de ahorro, ING ha captado 105.000 nuevos y movilizado 1.300 millones de euros en los primeros 5 meses del año, por ejemplo. 

La entidad dirigida por Ignacio Juliá, representa sólo entre un 6 y un 7% de la cuota de mercado, pero claramente muestra una tendencia al alza de la demanda por este tipo de producto financiero. El año pasado consiguieron 256.000 clientes y captaron en torno a 4.000 millones.

"Al final, nuestro objetivo es fomentar el ahorro de los españoles y seguir creciendo. Por poner en contexto [las cifras], estamos creciendo parecido", confirmó.  

Los expertos con los que ha hablado Business Insider España insisten en que será cuestión de que una de las grandes de un paso al frente para que vayan todas detrás. Las auditoras que han participado en el encuentro (KPMG, PwC y Deloitte) creen que estos movimientos empezarán después de verano

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