Se hace millonario con la lotería, pero no se lo dice a sus hijos y tampoco deja de trabajar: este es el motivo

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¿A quién le contarías que has ganado la lotería? Quizás no es algo que anunciar a bombo y platillo y hay quien prefiere no decírselo ni a sus familiares más cercanos. Una buena parte de las personas que ganan la lotería acaban gastándose todo o incluso en bancarrota en un periodo de 10 años. Ese fue el empujón definitivo para que John solo se lo contara a su esposa y a un hermano. Nadie más.

En cuanto supo que le había tocado la lotería, hizo las primeras búsquedas en Google, donde señalaban que las razones más comunes de acabar arruinado son habérselo dicho a demasiada gente que querrá aprovecharse de tu nueva fortuna. Entonces entendió que la situación se le podía ir de las manos porque, tras pagar los impuestos, le quedaba un premio de 22 millones de dólares.

"Mi mujer y yo tomamos la decisión consciente de guardar el secreto. Ni siquiera se lo hemos dicho a nuestros hijos", confiesa el estadounidense John mediante una llamada en el pódcast del experto en finanzas Dave Ramsey.

"Sé que suena extraño", explica comentando que no quiere que crezcan esperando a heredar una fortuna. "Quiero que encuentren lo que quieren hacer en la vida, y luego se lo diré, no se lo voy a ocultar para siempre", aclara.

"No se lo hemos contado a nuestros padres ni al resto de la familia", añade. John explica que un mes después de ganar la lotería, falleció la tía de su mujer, que no tenía hijos y tampoco estaba casada, así que buena parte de la herencia se la dejó a la mujer de John y sus hermanos. "Hemos podido usar eso como tapadera para ayudar a quienes queríamos", comenta el ahora millonario.

De este modo, ha podido comprar algún capricho para su madre y, cuando esta le ha preguntado cómo podía permitírselo, hacía referencia a esta herencia.

Ni casas ni coches

No ha habido grandes cambios en su vida después de ganar la lotería, quizás por eso ha podido mantenerlo en secreto. John cuenta que antes de hacerse millonario de repente su casa ya estaba pagada y su mujer y él no tienen ninguna intención de mudarse. 

También antes, al haber pagado la hipoteca, ambos se compraron dos coches Toyota sin tener que financiarlos. "Obviamente, los seguimos teniendo y no estamos pensando en cambiarlos. Están perfectos", expresa, contra el pensamiento generalizado comprarse un coche de alta gama tras ganar un gran premio.

¿Sigues trabajando? Le pregunta entonces Dave Ramsey. "Sí, y estoy ahí porque me gusta mi trabajo", responde el millonario sin dar pistas sobre el tipo de empleo.

Por último, el entrevistador indaga sobre si tiene asesores para sus inversiones, a lo que John contesta que tiene un equipo, mostrándose más que preparado para afrontar la situación financiera que implica tener varias decenas de millones de un día para otro.

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