Un santo grial contra el cáncer: logran controlar una proteína responsable del 75% de los casos

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  • Investigadores de la Universidad de California han logrado desarrollar un compuesto peptídico que puede unirse o interactuar con MYC —una proteína que se descontrola cuando hay células cancerosas— para ayudar a volver a tenerlo bajo control.
  • MYC se considera un gen clave para el cáncer: se relaciona con un rápido crecimiento de la enfermedad y es difícil de controlar porque carece de forma fija.

MYC es un gen clave para el cáncer. Este factor de transcripción genético —su traducción en proteínas— está implicado en diferentes procesos biológicos esenciales para el desarrollo del cáncer, según explican desde el Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, interviene en la proliferación y división celular, en el metabolismo y en la regulación de la respuesta inmunitaria.

Lo que sucede es que esta proteína MYC forma parte de la actividad de las células sanas, pero se descontrola cuando aparecen células cancerosas. Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de California en Riverside (UCR) ha dado con la tecla para "domar" este gen, culpable del 75% de los casos de cáncer humano, tal y como recoge Science Alert.

 

"Normalmente, la actividad de MYC está estrictamente controlada. En las células cancerosas, se vuelve hiperactiva y no se regula adecuadamente", explica Min Xue, profesor asociado de Química de la UCR, y uno de los responsables del estudio, publicado en el Journal of the American Chemical Society.

"MYC representa el caos, básicamente, porque carece de estructura", explica Xue.

Parte del problema para controlar MYC es que se trata de una proteína amorfa, que no tiene una estructura específica, lo que dificulta el diseño de fármacos que la identifiquen de forma eficaz y mantengan su comportamiento normal. 

"MYC no es tanto como un alimento para las células cancerosas, sino como un esteroide que promueve el rápido crecimiento del cáncer", dice el bioquímico. Lo que su equipo ha podido desarrollar estos científicos es un compuesto peptídico que puede unirse o interactuar con MYC y ayudar a volver a tenerlo bajo control.

Un péptido hábil para desactivar esta proteína amorfa

El péptido (naranja) se une a MYC (gris) para detener las interacciones hiperactivas del ADN.
El péptido (naranja) se une a MYC (gris) para detener las interacciones hiperactivas del ADN.

 (Min Xue/UCR)

Estos científicos analizaron las pequeñas cantidades de estructura que sí tiene MYC para construir una biblioteca de péptidos que pudieran engancharse a esa estructura. Un péptido en particular, el NT-B2R, demostró ser especialmente hábil para desactivar MYC.

En pruebas realizadas con un cultivo de células de cáncer cerebral humano, se demostró que el NT-B2R se unía con éxito a MYC, cambiando la forma en que las células regulaban muchos de sus genes y, en última instancia, disminuyendo el metabolismo y la proliferación de las células cancerosas. 

"Los péptidos pueden adoptar una gran variedad de formas, figuras y posiciones. Una vez que los doblas y conectas para formar anillos, no pueden adoptar otras formas posibles, por lo que entonces tienen un bajo nivel de aleatoriedad. Esto ayuda a la unión", afirma Xue.

Este paso acerca a la ciencia al desarrollo de nuevos fármacos. En la actualidad, el péptido se administra a través de unas esferas grasas llamadas nanopartículas lipídicas, que no son muy adecuadas para dispensar fármacos, por lo que habrá que cambiarlas. También serán precisas pruebas rigurosas en seres humanos. 

Como afirma su responsable, su impacto directo en tantos tipos de cáncer convierte este descubrimiento en uno de los santos griales en la lucha contra la enfermedad.

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