En qué punto se encuentra la compra de Activision por parte de Microsoft: cómo Xbox debe demostrar que no se trata de una práctica monopolística

Un mando de Xbox.

REUTERS/Wolfgang Rattay

  • La compra de Activision por parte de Microsoft continúa pendiente de que los organismos reguladores den luz verde a la operación. 
  • El proceso implica que la compañía de Redmond debe demostrar que su filial de videojuegos, Xbox, no se convertirá tras la adquisición en la compañía dominante del sector. 
  • Microsoft tiene que defender ante autoridades estadounidenses, británicas y europeas que la compra no se trata de ese modo de una práctica monopolística.
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En enero se conocía la noticia de que Microsoft compraba Activision Blizzard por 70.000 millones de dólares (69.088 millones de euros). La adquisición de la editora de Call of Duty, World of Warcraft o Candy Crush se convertía así en la operación más grande de la historia de Microsoft y de la industria del videojuego en su conjunto

Sin embargo, desde el momento de la operación no se han apreciado grandes cambios, ni en el videojuego ni en el metaverso, a pesar de que el CEO de la compañía, Satya Nadella, definía la adquisición como "un gran paso" hacia esta tecnología

Esto es debido a que un movimiento corporativo de este calibre debe pasar por distintos organismos reguladores que certifiquen que no se trata de una práctica monopolística, ya que la compra de Activision por parte de Microsoft tiene potencial de ser un trato que cambie para siempre el paradigma del videojuego.

Por este motivo, merece la pena plantearse en qué estado se encuentra la operación y cuáles son los siguientes pasos que debe dar el fabricante tecnológico para poder adquirir a la editora. 

Organismos reguladores y pasos a seguir

Una de las primeras reacciones a la compra de Microsoft fue la duda de si un movimiento de semejante calibre no iría en contra de las leyes de libre competencia estadounidenses. En concreto de las leyes antitrust de la Comisión Federal de Comercio de EEUU, que en la sección 7 de la Clayton Act prohíbe las adquisiciones que tengan por fin "disminuir la competencia o crear un monopolio".

Los movimientos corporativos de esta magnitud deben obtener la aprobación de distintos organismos reguladores que certifiquen que, efectivamente, no se trata de una práctica monopolística. 

Una de estas entidades es la ya citada Comisión Federal de Comercio estadounidense, que debe dar su visto bueno para que la compra pueda completarse. En la actualidad el proceso de revisión llevado a cabo por esta entidad se encuentra en su segunda fase

En la primera fase la entidad solicita información y envía cuestionarios a los principales competidores para conocer cuál es su opinión acerca de la adquisición. En una segunda fase, más compleja y de mayor duración, se realiza un análisis en profundidad de las repercusiones que tendría el movimiento en caso de producirse. 

Otro de los organismos reguladores que está realizando pesquisas sobre el movimiento de Microsoft es la Autoridad de Competencia y Mercados británica (CMA, por sus siglas en inglés). Esta entidad todavía se encuentra en la primera fase del proceso, centrada en la recopilación de información, y está previsto que termine con ella para principios de septiembre. 

El tercer regulador principal que está examinando la operación es el que compete a la Unión Europea, la Comisión Europea, que todavía no ha iniciado su procedimiento correspondiente. 

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Consecuencias del proceso de revisión

Durante el proceso por el cual los organismos reguladores analizan los pormenores de este tipo de operaciones salen a la luz datos que de otro modo no se conocerían

Es el caso del número de Xbox One vendidas por parte de Microsoft, que la compañía de Redmond ha situado en menos de la mitad que las consolas vendidas por su competencia, PlayStation. De ese modo, Microsoft ha reconocido que PlayStation 4 vendió más del doble que Xbox One, aunque no ha reconocido la cifra exacta de consolas vendidas. 

Este dato se ha conocido debido al procedimiento seguido por otro organismo regulador que está analizando la compra de Activision, en este caso el Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil (CADE), que ha consultado a compañías como Amazon, Apple o Sony cómo ven la compra llevada a cabo por Microsoft.

Una de las principales preocupaciones tanto para los reguladores como para la competencia es la saga de videojuegos Call of Duty. Así lo reconocía la competencia directa de Microsoft en el sector del videojuego, Sony, que ha indicado a la autoridad brasileña que "Call of Duty está tan fuertemente arraigado que ningún rival, sin importar cuán relevante sea, puede superarlo".

Cuándo se conocerá la resolución

Tal y como señaló el CEO de Microsoft, Satya Nadella, la adquisición está prevista que se complete en el 2023, pero todo depende de los organismos reguladores. 

En caso de que los 3 citados, la Comisión Federal de Comercio estadounidense, la Autoridad de Competencia y Mercados británica y la Comisión Europea, salten a la segunda fase del procedimiento, la compra podría formalizarse a mediados del año que viene

Sin embargo, el proceso todavía debe pasar por el escrutinio de organismos como el del Consejo Administrativo de Defensa Económica de Brasil menos relevantes, pero igual de necesarios para que la adquisición se complete.

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