Mikel Palomera, director general de Seat España: "El sector necesita un plan de incentivos para la compra de coches, pero no solo para los vehículos eléctricos; tenemos un problema de 500.000 coches, no de 15.000"

Mikel Palomera, director general de Seat España
Mikel Palomera, director general de Seat España
  • La industria del automóvil ha sido una de las más afectadas por la crisis del coronavirus. La venta de coches cayó un 70% en marzo respecto al mismo mes del año pasado, un 95% en abril y un 70% en mayo. Las previsiones para final de año es que se vendan 500.000 coches menos que el año pasado.
  • Seat, marca líder en España en 2019, tiene previstos varios lanzamientos importantes para este año, como el Seat León o el Cupra Formentor, y afronta los próximos meses con gran incertidumbre. Ha sido una de las compañías más activas durante el confinamiento, fabricando 600 respiradores en su fábrica de Martorell (Barcelona).
  • Mikel Palomera, director general de Seat en España, analiza en exclusiva para Business Insider la situación del sector y de su compañía, y desglosa las claves para la recuperación de una industria que supone el 10% del PIB de nuestro país.
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El sector de la automoción, junto con el del comercio y el turismo, ha sido el más afectado por la crisis del coronavirus. Primero empezaron los problemas con la producción, al no recibir suministros desde China, principal proveedor en muchos componentes. Luego, con el confinamiento, llegó el cierre total de fábricas y concesionarios, que provocó una drástica caída en las ventas de coches que llegó a superar el 95% en abril respecto al mismo mes de 2019.

Todas las compañías tuvieron que recurrir a ajustes temporales de empleo (ERTE) para gestionar la situación y, aún así, las consecuencias negativas de la crisis ya están llegando. Nissan anunció la semana pasada el cierre de su fábrica de Barcelona, con 2.800 trabajadores y afectando a casi 25.000 empleos indirectos. Renault, que pertenece al mismo grupo, ha anunciado que recortará 15.000 empleos, el 8% de su plantilla, aunque de momento no afectará a las factorías que la marca tiene en España.

Mientras tanto, en algunos países como Francia ya se han anunciado importantes medidas de apoyo a la industria del automóvil, y aquí en España se espera que el Gobierno concrete las ayudas para la recuperación del sector de forma inminente.

Mikel Palomera, director general de Seat España, analiza en exclusiva para Business Insider —por videoconferencia desde sus oficinas en Barcelona— la situación del sector y las claves para su recuperación a corto y medio plazo.

Mikel Palomera, director general de Seat España, analiza la situación del sector tras el coronavirus
Mikel Palomera, director general de Seat España, analiza la situación del sector tras el coronavirus

El inicio de la crisis

¿Cómo afrontó Seat la situación de crisis cuando comenzó, en marzo? 

Nos sorprendió a todos. En primer lugar, por la magnitud que adquirió de repente. A principios de marzo, empezábamos a ver un poco las orejas al lobo, pero no éramos conscientes de la gravedad de la situación que se nos venía encima. 

Nuestro sector se vio enseguida muy afectado, el que más junto con el turismo y el comercio. En nuestro caso, el impacto fue tanto en la oferta como en la demanda, ya que la producción tuvo que detenerse, en parte porque no había suministros, y también por el cierre de los concesionarios, que cesaron toda la actividad comercial.

Nuestra prioridad inicial fue nuestro personal, Y hemos intentado que nuestros concesionarios sufriesen lo menos posible, puesto que dentro de toda la cadena de valor es el eslabón más débil. Gracias a la tecnología hemos estado en contacto permanente con ellos, con reuniones diarias con la junta de la asociación de concesionarios (Faconauto), valorando el impacto negativo de esta situación. Por eso aprobamos una serie de paquetes de ayuda a la red, para mitigar en especial el impacto en la liquidez: adelantar pagos, asegurarles una parte de los ingresos y aligerar toda la carga financiera. Les hemos aconsejado y asesorado, por ejemplo, para las ayudas del ICO a través tanto de los bancos como de nuestra financiera. 

En cuanto a la plantilla, ¿qué medidas tomasteis y cómo fueron recibidas por los trabajadores?

Coincidiendo con la declaración del estado de alerta presentamos un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor, debido básicamente a las dificultades logísticas y productivas. No solo por las que teníamos aquí, sino también por lo que venía de China, pues se cerró el suministro, lo cual nos afectó bastante porque allí tenemos muchos proveedores.

Esta medida afectó a todo el conjunto de la plantilla, las casi 15.000 personas que trabajan para Seat y, evidentemente, tuvimos que interrumpir la actividad laboral. Se puso especial cuidado en los casos más delicados, como mujeres embarazadas o empleados que tuvieron que pasar una cuarentena, que tuvieron un permiso retribuido con el 100% de su salario. Obviamente también cancelamos, antes del estado de alarma, todos los viajes a zonas de riesgo y se limitaron las reuniones presenciales.

¿Y en qué etapa os encontráis ahora?

Ahora lo que estamos haciendo es ir retomando la operativa lo más rápidamente posible. Hemos creado un plan de reactivación, de hecho hemos sido de los primeros en hacerlo, y de cara al resto del año tenemos que afrontarlo lo mejor que podamos. Afortunadamente estamos en un buen momento a nivel de producto. Estamos lanzando el Seat León y,justo después del verano, lanzaremos el Cupra Formentor. 

Y todo esto coincide casi con la salida de Luca de Meo, presidente de Seat desde 2015...

Sí. Luca ha sido un fantástico presidente. Le deseamos todo lo mejor y desde luego tiene trabajo por delante… Pero bueno, la vida sigue. Desde luego nos ha dejado una marca muy profunda. Pero también ha dejado un gran equipo. Seat estaba en el mejor momento de su historia antes del COVID-19 y, aunque ahora estemos todos en una situación de incertidumbre, la vida continúa y seguiremos adelante con el nuevo liderazgo que tenemos.

¿Cómo has vivido personalmente la crisis?

Te respondo a nivel personal y también profesional, pues los dos elementos están bastante unidos. Evidentemente al principio fue un shock. Lo ha sido para todos, al ver la magnitud de cómo se fue desarrollando tan rápidamente el número de contagios y de fallecidos. Por supuesto, el primer sentimiento es intentar proteger a los más allegados, a tus familiares, tus seres queridos.

Y a la vez para mí ha sido una buena enseñanza, pues he visto cómo la gente ha hecho piña. Me ha pasado con mi equipo y por supuesto con mi familia. Con mis hermanos, por ejemplo, con los que he estado más en contacto que nunca, mucho más de lo que hablábamos antes de esta crisis. Evidentemente también con la familia cercana, pues he pasado el confinamiento en casa con mi mujer y mis hijas, capeando el temporal. 

La crisis ha sido una buena enseñanza, pues he visto cómo la gente ha hecho piña. Me ha pasado con mi equipo y por supuesto con mi familia

Y con mi equipo es muy interesante ver cómo está funcionando el teletrabajo, la cantidad de horas que te puede ahorrar si lo consigues hacer de una manera eficiente. Es una nueva manera de trabajar que va a evolucionar mucho. Vamos a ver un acelerón importante en muchos aspectos que teníamos adormecidos. Te pongo un ejemplo. Yo no era muy activo en redes sociales y ahora en LinkedIn tengo bastante actividad. Y, en apenas dos meses, ya cuento con un montón de seguidores. Voy analizando las prioridades que tenía y a la vez abriéndome a más a otras, como en mi caso algunas herramientas digitales que antes no usaba.

También os ha dado tiempo a ser muy activos durante el confinamiento, contribuyendo por ejemplo en la fabricación de respiradores. ¿Cómo surge esa iniciativa?

Pues es un impulso casi mixto, si fuésemos la Administración te diría que fue público-privado. En estas situaciones se desarrolla de manera muy importante el concepto de solidaridad. Seat ha cumplido 70 años durante el confinamiento y tenemos una gran responsabilidad y un gran compromiso con la sociedad desde siempre. Lo sentimos así. Sentimos que somos un actor relevante, un actor-tractor para la economía, pero que también en un momento tan complejo como éste teníamos que dar lo mejor de nosotros. 

Se han puesto en marcha muy distintas iniciativas, no solamente desde el punto de vista central, sino también desde el punto de vista de la red de concesionarios. En cuanto a los respiradores, vimos que era uno de los productos más demandados por los hospitales. Es entonces cuando una pequeña startup de ingeniería que tenía un proyecto se ofrece de manera altruista y empezamos a desarrollar prototipos utilizando los elementos que teníamos, como engranajes impresos fabricados aquí o el motor del limpiaparabrisas del Seat León, que se adaptó para fabricar el motor de los respiradores. 

Se fabricaron 600 respiradores de emergencia y se habrían fabricado más si hubiera sido necesario, ha sido muy motivador para la gente que ha participado en todo el proyecto

La gente se puso en marcha, se hizo un proceso de homologación, ya que se trata de un elemento delicado y muy invasivo, y se consiguió en un tiempo prácticamente récord, con la colaboración también del Ministerio de Sanidad y de dos hospitales. Se fabricaron 600 respiradores de emergencia y se habrían fabricado más si hubiera sido necesario. Estábamos ya a un ritmo de producción altísimo. Se hacían 30 ó 40 respiradores al día. Ha sido muy motivador para la gente que ha participado en todo el proyecto. 

El impacto económico

¿A día de hoy tenéis una estimación de cuál ha sido y cuál va a ser el impacto económico en la compañía, tanto a nivel mundial como en España? ¿Hasta qué punto os vais a desviar de los objetivos que teníais para este año? 

Seat es el primer exportador de España, tiene un peso importante. También somos el primer inversor industrial en I+D en nuestro país y además representamos cerca del 1% del PIB, pero somos el 3% de las exportaciones. 

Esta circunstancia en este momento nos puede ayudar bastante. Una vez que se restablezca toda la cadena de suministro y podamos empezar la producción en masa, nos va a ayudar bastante, porque el impacto ha sido mayor en los países del sur de Europa. España e Italia van a ser los países más afectados por esta crisis. Pero en España, además del turismo como en Italia, está la automoción, que tiene un peso muy importante. Evaluar cuál va a ser el impacto final todavía es difícil porque dependerá un poco de la evolución del mercado. En mayo esperábamos que se fuese recuperando un poco y ya vemos que no va a resultar así. La caída de mercado en mayo va a ser de un 70%. Cuando entras en estas cifras de más del 50%, para la gente es difícil calcular lo que significa, pero es muchísimo. Si normalmente se hubiesen vendido 120.000 coches, este mes vamos a andar por los 30.000 automóviles. 

Cuando entras en estas cifras de más del 50%, para la gente es difícil calcular lo que significa, pero es muchísimo. Si normalmente se hubiesen vendido 120.000 coches, este mes vamos a andar por los 30.000 automóviles

Es un impacto muy importante. Depende de lo que dure este impacto en el tiempo, la crisis nos afectará más o nos afectará menos a nivel nacional. Pero, como te he dicho antes, tenemos la ventaja de que hay otros mercados. El mercado alemán o los nórdicos, por ejemplo, que están menos afectados, y eso es lo que nos permitirá recuperar la producción. 

Por lo tanto, aunque perdamos ventas a nivel nacional, el impulso internacional nos puede permitir seguir empujando la producción.
Yo soy bastante optimista y espero que, de aquí a final de año, poco a poco, vayamos paulatinamente recuperando por una parte la producción y por otra parte de la actividad comercial en España.

¿Cuáles están siendo las sensaciones en los concesionarios tras su reapertura?

Lo más importante ahora es recuperar la actividad, de cualquier tipo que sea, el que vende, vende, el que tiene un bar que abra cuanto antes y empiece aunque sea teniendo que recortar. Pero los negocios tienen que continuar y tenemos que empezar a acostumbrarnos a esta nueva normalidad, que cuanto antes sea una normalidad completa muchísimo mejor para la economía, porque el impacto va a ser muy potente. 

En nuestro caso, aunque por cuestiones de producción hemos tenido que posponer el lanzamiento del nuevo Leon, estamos ofreciendo las últimas unidades del modelo actual en unas condiciones muy especiales. Y también hemos aplicado medidas que beneficien al cliente, como ampliar tres meses la garantía de los coches cuyo periodo se acababa durante el confinamiento. Hemos tratado de estar lo más cerca posible de los consumidores, manteniendo el contacto constante con aquellos que estaban esperando una entrega, por ejemplo.

Ahora bien, respecto a las sensaciones concretas de los concesionarios diría que hay dos tipos, una más positiva y otra no tanto. Obviamente, negar que va a haber un impacto económico sería estar ciego. Y eso lo que provoca en la gente es una cierta precaución en el gasto, una reducción del consumo. Ya veremos hasta qué punto. Por otra parte, también es cierto, y desde el punto de vista más positivo, que de cara a nuestro sector va a haber un cambio en la manera en la que la gente usa el transporte, al menos a corto plazo. La gente va a tomar ciertas precauciones con el transporte público y se va a sentir más segura en su propio vehículo. Y también va a afectar negativamente a otros modelos de negocio que nosotros tenemos, como el carsharing, y nosotros ya lo estamos notando. 

La gente va a tener una cierta precaución en el gasto, pero también se va a sentir más segura en su propio vehículo

Y, además del vehículo privado, también creemos que va a haber un impulso dentro de las ciudades a la micromovilidad. Va a ser uno de los ganadores en grandes ciudades. Los monopatines, patinetes, bicis, motos eléctricas... Todo lo que sea de bajas emisiones va a ser clave y está para quedarse porque se va a transformar también la propia tipología de las ciudades.

Todo esto puede animar el mercado a medio plazo y, si además llegan incentivos para la compra, se puede ayudar a romper la barrera psicológica. Pero hay que contar con esa precaución en el gasto en un producto con un valor relativamente medio alto como es el automóvil. 

En cuanto a la producción, ¿en qué fase os encontráis?

El 11 de mayo iniciamos la segunda fase de reactivación de la actividad, que se retomó el 27 de abril, casi más para comprobar cómo funcionaban todas las cadenas de suministro, y también adaptar la línea de producción a estas nuevas distancias que tiene que haber entre las personas, así como el resto de las medidas de precaución. 

Ahora ya estamos trabajando a un tercio de lo que sería la capacidad habitual. Ya estamos haciendo dos turnos por el lanzamiento del nuevo León, que se suma a las unidades del anterior modelo que aún se sigue fabricando. Pensamos que a principios de junio podremos tener ya el León a tres turnos, es decir, prácticamente al 100% de la capacidad. Eso ayudará también a nuestros proveedores, que también se pondrán en marcha.

Mikel Palomera junto a Manuel del Campo, CEO de Axel Springer España y autor de esta entrevista, en la entrega del premio Smart Business a Seat el pasado noviembre
Mikel Palomera junto a Manuel del Campo, CEO de Axel Springer España y autor de esta entrevista, en la entrega del premio Smart Business a Seat el pasado noviembre

El cierre de la planta de Nissan

Hablando de producción, ¿qué valoración haces de la decisión de Nissan de cerrar su planta de Barcelona?

Cualquier pérdida industrial para nuestro país es una gran pérdida y tenemos que intentar minimizar al máximo posible las pérdidas en un sector que es punta de lanza en tecnología, cualificación de su personal y que además tiene un impacto muy importante en el resto de áreas económicas. También nos sentimos solidarios con los trabajadores de Nissan, que son compañeros de nuestra misma industria, por encima de nuestra rivalidad comercial.

En el caso de Nissan, no solamente afecta a los trabajadores, sino también a todos los proveedores. Esperemos que el impacto sea mínimo. Obviamente no conozco exactamente la estrategia del resto de marcas, pero a corto plazo no prevemos que haya ningún otro susto de este estilo, aunque es cierto es que hay una cierta estrategia de renacionalización o recolocación en el país de origen de algunos de los fabricantes que quizá puedan impactar en el futuro. 

En Seat estamos muy tranquilos, y no hay mejor manera de resolver este tema que mejorar la demanda interna; si se activa la demanda, se disminuirán los posibles riesgos a nivel industrial

En Seat estamos muy tranquilos, y no hay mejor manera de resolver este tema que mejorar la demanda interna. La mayoría de los coches que se producen en España se venden en España. Por lo tanto, si se activa la demanda, probablemente se disminuirán de una manera sustancial estos posibles riesgos que puede haber de cara al futuro a nivel industrial. 

¿Qué te parece la posibilidad que baraja el Gobierno de intentar atraer a compañías chinas para compensar la marcha de Nissan?

Si hablamos de compañías chinas entiendo que estarán interesadas en traer básicamente vehículos eléctricos. Podría ser una manera de activar este tejido industrial, porque en esta primera ola de producción de vehículos eléctricos en Europa, España se ha quedado algo retrasada. 

Si se producen vehículos eléctricos, necesitan que las baterías, que es un elemento muy pesado, muy voluminoso, se produzcan cerca de la fábricas. Por tanto impulsaría el desarrollo de un tejido industrial y evidentemente sería bueno para el país. También podría tener un cierto riesgo, pero yo pienso que la competencia siempre es buena y nos ayuda a todos a dar lo mejor de nosotros mismos. Por lo tanto, desde ese punto de vista serían bienvenidos. 

Las ayudas al sector

Otra de las noticias del momento en el sector es el ambicioso plan de ayudas que ha anunciado el presidente Macron en Francia. ¿Cómo valoras el apoyo del Gobierno a la industria del automóvil en España y qué tendría que hacer a partir de ahora?

Empezando por las medidas adoptadas durante la crisis, considero que han sido positivas. Ha sido una situación de shock para la economía y evidentemente las medidas que se han tomado han ido en la buena dirección para, digamos, aguantar el primer impacto. Habrá que ver cómo se siguen desarrollando estas medidas, porque no podemos pasar a ser una economía de subsidios, no podemos tener a la gente indefinidamente en su casa. Ahora el Gobierno debe entender que lo que hay que hacer es empezar a activar. Y las empresas se activan aumentando la demanda. Eso es crucial en la automoción. Nosotros, a través de la Asociación de Fabricantes de Automóviles (Anfac), nos hemos puesto a disposición del Gobierno para desarrollar planes y medidas que impulsen toda la cadena de valor y que, de manera urgente, nos permitan llegar a la senda de la recuperación lo antes posible. 

A corto plazo, desde mi punto de vista, lo más necesario es un plan de renovación del parque que, con la caída prevista, se va a hacer todavía mucho más antiguo. Tenemos uno de los parques con la edad media más antigua en Europa. Estamos hablando de más de 12 años y se va a convertir de media en un parque de más de 13 años y esto evidentemente va a ser un problema para la seguridad y el medio ambiente. Por lo tanto, para nosotros sería muy importante un plan de incentivos a la demanda, que además fuese neutral tecnológicamente porque, si solo lo aplicamos a vehículos eléctricos, lamentablemente el impacto va a ser relativamente pequeño. ¿Por qué? Pues porque el precio de estos coches, hoy por hoy, no está al alcance de todo el mundo, y además hay mucha gente que necesita un coche para un uso más intensivo que no se limite solo a la ciudad y obviamente eso hoy no es posible para un vehículo eléctrico con la infraestructura actual.

Para nosotros sería muy importante un plan de incentivos a la demanda, que además fuese neutral tecnológicamente porque, si solo lo aplicamos a vehículos eléctricos, lamentablemente el impacto va a ser relativamente pequeño

Por lo tanto, consideramos que es importante que afecte a todas las tecnologías, que son además todas las tecnologías que se fabrican en nuestro país. Hay que romper esta barrera que ahora mismo tienen los compradores. Y, si además este plan de renovación a corto plazo viene acompañado de medidas fiscales a medio plazo, pues muchísimo mejor. 

¿Y crees que todo eso va a suceder, es decir, que el Gobierno seguirá las propuestas de Anfac?

Yo espero que sí. Porque, insisto, hacer un plan solamente para vehículos eléctricos va a ser una gota de agua en la inmensidad del desierto. Si cuantificamos el impacto de una medida solo para vehículos eléctricos, afectaría a unos 15.000 coches aproximadamente, con las cifras de ayuda que está manejando el Gobierno de unos 65 millones de euros.

En cambio, si se aplica un dinero similar a todos los vehículos, aún con unos importes inferiores por vehículo, podríamos llegar a una renovación del parque muchísimo mayor. El mercado va a caer del 1.200.000 coches vendidos previstos a principios de año a 700.000 coches. Tenemos un problema de 500.000 coches, no de 15.000 coches. Por eso es necesario apoyar a todas las tecnologías que hoy por hoy cumplen perfectamente con la legislación y con la regulación de  nivel de emisiones. Eso sería para nosotros lo importante. 

Tenemos un problema de 500.000 coches, no de 15.000 coches, por eso es necesario apoyar a todas las tecnologías que hoy por hoy cumplen perfectamente con la legislación y con la regulación de nivel de emisiones

Efectivamente, en otros países también que se están poniendo en marcha medidas. Francia va a lanzar un programa de salvamento del sector del automóvil, que incluye ayudas para mejorar la demanda. En Alemania también lo tienen bastante avanzado y esperamos que también lo tengamos pronto aquí en España. Yo soy bastante optimista en el sentido de que espero que de aquí a final de año, poco a poco, vayamos paulatinamente recuperando, por una parte la producción y por otra parte de la actividad comercial.

Mikel Palomera, director general de Seat España, en un momento de la entrevista realizada por videoconferencia
Mikel Palomera, director general de Seat España, en un momento de la entrevista realizada por videoconferencia

El futuro de Seat y del sector

Seat ha cumplido estos días 70 años, ¿cómo veis el futuro del sector después de todo lo que ha ocurrido en estos dos últimos años?

Somos la marca que puso sobre ruedas este país. Para nosotros es un motivo de gran satisfacción, no solamente por el hecho de cumplir 70 años, sino hacerlo en el mejor momento de nuestra historia. Hemos pasado por muchas crisis durante estos 70 años y hemos demostrado una gran capacidad de reinvención, de flexibilidad, que va a ser importantísima de cara de cara al futuro, porque el mundo del automóvil va a tener que afrontar muy importantes disrupciones. 

Hablábamos de los coches eléctricos, del coche autónomo, la conectividad… Pero no solamente va a ser esto, sino que habrá que hacer una transformación profunda y disruptiva en el modelo de distribución que no ha variado prácticamente nada en los últimos 100 años. Nuestros compradores van a tener un proceso de compra totalmente distinto al que teníamos hasta ahora, muchísimo más digital. Tendremos que adaptar nuestra fuerza de ventas con la colaboración entre los distribuidores y las marcas. Si queremos tener una marca fuerte, tenemos que tener una red de distribución fuerte y rentable. Ese siempre ha sido nuestro objetivo desde Seat. Por eso, hoy somos líderes en el mercado nacional y probablemente tengamos que ser líderes también en esta transformación del modelo de distribución. 

¿Hablamos, por ejemplo, de la venta online o de que la gente pueda probar un vehículo desde su casa de forma virtual? 

Sin duda alguna, habrá una reducción de la interacción humana en todo lo que es el proceso de compra. El proceso de adquisición evidentemente va a seguir basado en nuestras redes de concesionarios, pero si ya el proceso de compra era bastante digital, prácticamente el 80%, en el futuro todavía lo va a ser más. Los concesionarios se van a tener que adaptar obviamente a estas necesidades de los clientes y, como es lógico, desde Seat España vamos a acompañar a nuestra red en este proceso de digitalización para que los concesionarios sigan siendo una pieza clave. Se usarán videollamadas con los clientes, se harán entregas de vehículos a domicilio… Evidentemente esto para el cliente tendrá un valor y, en el futuro, será una fuente de negocio a explorar. 

Y desde el punto de vista profesional en general, ¿qué cambios positivos va a traer esta crisis?

Va a haber enseñanzas bastante positivas. Los equipos de trabajo han demostrado una gran flexibilidad y con el teletrabajo prácticamente el impacto de la crisis se ha minimizado de una manera muy sustancial. Nos ha enseñado a trabajar de una manera mucho más flexible, mucho menos presencial. Y esto afecta también a los concesionarios. Nosotros hemos hecho una reinvención online con la red que no habíamos hecho nunca. Ha funcionado perfectamente. Hemos trasladado a nuestra red de concesionarios todos los mensajes de una manera clara y además a un coste muchísimo menor para todos de lo que era habitual, por ejemplo para hacer una gran convención presencial de 500 personas online. Y el resultado es el mismo. Te das cuenta de la cantidad de tiempo y dinero que puedes ahorrar. Pierdes la parte del contacto físico, pero es que ahora mismo está claro que hay que asumirlo para todo, para lo profesional y para lo personal.

Como te decía antes, hemos demostrado durante estos 70 años que tenemos capacidad de innovar, capacidad de reinventarnos y, por supuesto, de acompañar a la sociedad española en estos momentos difíciles. Debemos sentirnos muy orgullosos de todo lo que estamos haciendo.

Dinos para acabar con qué modelo de Seat te quedas en estos 70 años...

Si tuviese que quedarme con uno, siempre digo el mismo. El único coche que tengo en propiedad es un Seat 600 que me regalaron mi mujer y mis hijas cuando cumplí 50 años. Además, desde el punto de vista sentimental, es un coche que marcó un antes y un después en la movilidad de nuestra sociedad. Para mí es el modelo icónico.

Y, si tuviese que quedarme un modelo de cara al futuro, después del verano lanzaremos el Cupra Formentor, que marcará también un antes y un después. Para nosotros es la gran posibilidad que tenemos de desarrollar una marca. Una nueva marca española. Tenemos la tecnología para hacerlo y tenemos la idea clara de dónde queremos posicionarla. Y, por supuesto, tenemos una fábrica con unas competencias industriales lo suficientemente grandes como para realmente hacer algo muy innovador dentro del sector del automóvil, tanto en España como en el resto de Europa. 

Cupra también puede ser la marca bajo la que lancéis el el-Born, vuestro modelo eléctrico.

Estamos analizando todas las posibilidades y se está valorando claramente la posibilidad de lanzarlo primero como Cupra porque es el enfoque que queremos dar a la marca Cupra. Queremos que sea una enseña atractiva desde el punto de vista medioambiental, que cumpla con todos los estándares, no solamente una marca de coches de alta potencia. No es oficial todavía, pero estamos valorando esta idea porque creemos que encaja mucho con el perfil que queremos dar a la marca. Y el de los eléctricos es un mercado que va a crecer mucho en los próximos años.

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