"Mi socio es mi ex": Cómo pasar del desamor a apuntalar Mim, un negocio millonario que ya ha vendido más de medio millón de pares de zapatos

Carlos Montojo buscaba regalo de cumpleaños para su novia, Sofía Vega-Penichet. Corría el año 2015. En ese momento él comenzaba su andadura laboral y ella se encontraba en plena carrera universitaria. 

El presupuesto de ambos, claro, era reducido. El intento frustrado de sorprender de una forma asequible a su pareja fue el germen de un proyecto empresarial enfocado al calzado que se llama Mim. 

La pareja no continuó con su relación, pero el apetito de emprender sí lo hizo. También la certeza de que eran el binomio perfecto para sentar las bases de un negocio que comenzó en una pequeña tienda en Madrid y después valiéndose de Instagram. 

"Al final, somos socios y exnovios, pero esto no nos ha impedido mantener una buena relación y crear lo que es hoy Mim", mantiene Vega-Penichet. 

Ahora, con más madurez empresarial que nunca, la empresa cierra 2023 como su mejor año y lo hace tras facturar 7 millones de euros y vender más de 160.000 pares de zapatillas, lo que apuntala una aventura empresarial que ambos fundadores están dispuestos a andar.

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Exnovios, socios y protagonistas de un podcast

Los primeros pasos de Mim llegaron mientras Sofía terminaba la carrera de Administración de Empresas (ADE) y Carlos, graduado en Derecho, comenzaba su andadura profesional en un banco. Le bastó, a este último, poco tiempo para darse cuenta de que su futuro laboral pasaba por emprender. 

"Comenzamos vendiendo los zapatos en una tienda física en la calle Princesa de Madrid y a través de nuestro propio Instagram", relata la empresaria. Esa primera intentona comercial se tradujo en quedarse sin stock para los siguientes meses. 

"Viendo que la marca comenzaba a tener buena acogida, decidimos dar un pequeño paso más y crear nuestra propia página web". Dos años después ya eran una de las marcas de calzado con más seguidores en Instagram, donde aglutinan a más de 300.000 usuarios. 

De hecho, ambos fundadores coinciden en que una de las claves del éxito para hacerse hueco en un sector tan competitivo ha sido la capacidad de crear comunidad y trasladar su mensaje dentro de ella. 

Prueba de ello es que este año se han lanzado a crear, mediante un juego de palabras con su situación sentimental, Ex-tensión, su podcast. Con esta plataforma, coinciden, han conseguido recuperar esa magia del inicio y estar más cerca de su comunidad. 

"En el podcast hablamos de situaciones sobre el día a día con las que nos encontramos y que todo el mundo puede sentirse identificado". Y funciona: ya cuentan con más de 25.000 seguidores, con algunos de sus videos alcanzando los 5 millones de visualizaciones en redes sociales. 

Una hoja de ruta comercial imparable

Toda esta carta de presentación viene acompañada de buenos resultados económicos igual de notables. Mim cerró el pasado año facturando 6 millones de euros y, sobre el ejercicio que dejan atrás, sus artífices explican que ha sido un año de crecer pero hacerlo "con cautela y sin necesidad de asumir grandes riesgos". 

Pese a practicar un perfil bajo, la empresa viene de cosechar varios ejercicios con un crecimiento constante de sus ventas –5,5 y 4 millones en 2022 y 2021, respectivamente–. Con más de medio millón de pares de zapatillas vendidas desde su fundación, Mim está presente en 100 puntos de venta en la Unión Europea, y otros 20 en el resto del mundo, especialmente en Latinoamérica. 

Pese a ello, su principal mercado sigue siendo España, siendo el impulsor del 80% de sus ventas, seguido de Estados Unidos e Inglaterra. No es menor, en este sentido, su papel en marketplaces como El Corte Inglés, ASOS o Zalando y que, junto a su propia web, representan el 25% de sus ventas.

 Primera tienda y nuevas categorías de producto

Pese a todo el universo digital que le rodea, Mim nació en lo físico y su apuesta por él sigue firme. Tanto es así que este mismo mes de marzo se producirá la llegada de su primera tienda física en la madrileña calle Velázquez. 

Una apuesta comercial que será, sin duda, uno de los mayores impulsores para el crecimiento esperado de cara a 2024: "Es un paso muy importante para nosotros. Queremos que nuestro consumidor tenga la oportunidad de vivir la experiencia de venir a la tienda".

Sus fundadores pretenden "tener los ojos muy abiertos" para hacer crecer este canal sin olvidar por ello que su principal foco de venta es el online. El empuje, en cualquier caso, hará que su plantilla se eleve hasta las 35 personas desde las 24 actuales. 

Pero ahí no acaba todo. En Mim quiere ir más allá: "Estamos adentrándonos en los accesorios y alguna que otra categoría de producto que pronto desvelaremos. De hecho, tenemos varios bolsos que saldrán a la venta en las próximas semanas".

Esta aventura, insisten, es compatible con la de seguir apostando por su producto estrella: "Somos una marca que nació con el único fin de comercializar un calzado que pudiera ser utilizado de forma diaria, y ese seguirá siendo nuestro objetivo, pero con pequeños matices". 

Matices que, sin embargo, no implicará ningún giro en su cadena de suministro formada por España, Portugal, India y China, de menor a mayor profundidad, respectivamente. El compromiso inicial tampoco cambia: "Desde que comenzamos con la marca, tuvimos claro que queríamos trabajar con proveedores y fábricas en España, apostando por la producción nacional", apunta Montojo. 

Con todo, sus fundadores confían en que Mim se convierta en una marca con mucha fuerza en Europa, Latinoamérica y Estados Unidos, y el principio para lograrlo es precisamente encabezar cada día como si fuera el primero: "Son muchos los pasos que quedan por dar".