Esta gran firma de inversión ve que la banca española seguirá ahogada por los tipos bajos y disminuirá activos tóxicos a menor velocidad: así que rebaja la perspectiva de su nota

Una mujer hace snorkel en un río.
  • Moody's ha rebajado la perspectiva de la banca española de positiva a estable. 
  • La firma internacional considera que la desinversión de activos tóxicos será más lenta este año después del acelerón vivido el año pasado cuando algunos de los grandes bancos españoles hicieron importantes ventas a grandes fondos. 
  • Los analistas ven que los tipos ultra bajos pueden ser un gran desafío para la banca en un momento de fuerte competencia. 

Moody's ha rebajado la perspectiva de la banca española de positiva a estable. La agencia de calificación tiene dudas sobre la banca española porque considera que algunas cosas, como la desinversión de activos tóxicos, irán peor que el año pasado mientras que otros factores, como los tipos bajos, seguirán pesando sobre los resultados de los bancos españoles. 

"La salida de los activos para este año probablemente no llegue a alcanzar el alto volumen conseguido en 2018 cuando los grandes bancos vendieron los activos fácilmente vendibles de sus balances", señala Alberto Postigo, VP senior credit officer de Moody's.

Y esta es prácticamente la novedad que ven los analistas de la firma sobre el horizonte de la banca española porque esperan que otros parámetros como el capital, los fondos, la liquidez y la rentabilidad se mantengan en general sin cambios. 

En el informe publicado este lunes aseguran que esperan que el sector continue reduciendo el "sustancial" stock de activos improductivos (donde incluyen lo que bajo las siglas inglesas se conoce como NPAs, non performing loans and repossessed real state) que viene arrastrando desde la crisis financiera y la recesión económica.

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"Sin embargo, estimamos que el camino de reducción se reduzca respecto a 2018, cuando los bancos aceleraron la venta de activos improductivos debido a grandes ventas de su cartera", señalan. 

Moody's señala que desde 2013 la banca española ha hecho grandes progresos a la hora de reducir los activos tóxicos de sus balances. Como puede verse en el siguiente gráfico: 

La exposición española de activos bancarios tóxicos se ha reducido.

La salida de activos tóxicos de los balances de los bancos españoles vivió otra etapa importante en 2018 cundo se produjeron grandes ventas de las carteras de los bancos que llegaron a acuerdos con grandes fondos para crear sociedades compartidas para gestionar estos activos. La mayor de estas operaciones fue la realizada por el Banco Santander en marzo de 2018 cuando vendieron un portfolio inmobiliario por un valor total en libros de 30.000 millones de euros que provenía de la compra de Banco Popular en 2017. 

Además de esta operación se realizaron movimientos como las ventas de carteras de BBVA y Caixabank que realizaron operaciones por valores de 13.000 millones respectivamente, según señala Moody's en su informe. Estas transacciones han servido al sistema bancario español para rebajar la ratio de NPA hasta el 8,9% de 2018 frente al 13% que registraron un año antes, su mayor descenso anual desde el pico del 18% alcanzado en 2013. 

Moody's señala que aunque ya hay bancos que han anunciado que seguirán reduciendo su exposición de activos no productivos prevén que esta reducción sea bastante más pequeña que la realizada el año pasado debido a que los "grandes bancos ya han vendido los activos más vendibles de sus balances".

Tipos ultra mínimos y el capital estable 

La firma internacional señala que los ultra bajos tipos de interés seguirán constriñendo los beneficios de la banca. Si bien la política monetaria que comenzó a adoptar el BCE en 2015 ha sido en general positiva para los bancos españoles, podría empezar a ser ahora un creciente desafío para las entidades españolas, señalan los analistas. 

En este sentido explican que la intensa competencia que existe en el sector incrementa la presión ya existente alrededor de los bajos tipos de interés en un momento en que la posibilidad de maniobrar para contrarrestar las reducciones en los costos de financiamiento se está reduciendo drásticamente. "No esperamos que el BCE empiece a subir tipos antes de 2020 y la subida, si existe, será muy gradual", señalan. 

Otro de los apartados que señalan los analistas es que el capital se mantendrá estable en niveles bajos. "Esperamos que las ratios de capital de los bancos españoles, actualmente entre los más débiles de Europa, se mantendrán en general sin cambios", apuntan. 

Mientras que señalan que verán pequeños cambios en la financiación y la condiciones de liquidez durante este periodo. Las necesidades de financiación de los bancos españoles, apuntan los analistas, llevan cayendo desde 2011 debido al desapalancamiento de los clientes aunque el aumento de la demanda de crédito parece que limitará cualquier mayor bajada. 

Respecto a la rentabilidad, los analistas señalan que esperan que esta se mantenga en los "actuales niveles modestos". Anticipamos que su el coste del riesgo se mantendrá en general invariable mientras que el aumento de las comisiones ayudará a equilibrar los ingresos.  

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