He probado el gimnasio de entrenamiento personal para los 'traders' de élite: creo que puede ser el futuro del fitness

Me gustaría poder entrenar con este método mental todos los días. No puedo dejar de pensar en lo fantásticamente lúcida que me siento.

Mi mente se ilumina, mis reflejos se agudizan y mi concentración se renueva.

Y no soy la única. Corredores de Fórmula 1. Atletas profesionales de la NFL y la Premier League. Pilotos de caza. Incluso los traders de bolsa adoran este entrenamiento de seis minutos.

Estoy en Singapur, posiblemente la zona cero de la investigación y el desarrollo del envejecimiento saludable. La entrenadora Anna Milani, propietaria de Sparkd, uno de los únicos gimnasios del mundo dedicados a la mente y el cuerpo, me ha invitado a visitar su negocio.

Su gimnasio es como un parque de atracciones para adultos, situado en el centro del distrito financiero de Singapur, la capital bancaria de Asia. La cinta de correr sube y baja en las cuatro direcciones, las barras tienen pesas dinámicas y hay un simulador virtual de fútbol en la pared. Anna me dice que es difícil que los clientes se aburran aquí, y yo le creo.

El juguete más alucinante del lugar está colocado en un rincón. Es el NeuroTracker, un juego cerebral desarrollado hace más de 14 años por un científico canadiense especializado en percepción visual.

Hoy en día, sigue siendo un dispositivo algo controvertido. Expertos independientes en ciencias del deporte afirman que parece tener un potencial decente para mejorar nuestra atención, memoria y velocidad de procesamiento, pero que se necesita una investigación independiente más rigurosa para comprender hasta qué punto se trata de un efecto placebo. 

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Y, sin embargo, las franquicias y los deportistas de alto nivel de todo el mundo lo están comprando. Las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, el Manchester United o los Atlanta Falcons son algunos de los que ya lo han utilizado.

Singapur modela el entrenamiento cerebro-cuerpo del futuro

A primera vista, el NeuroTracker parece un videojuego un poco aburrido al que se juega con gafas 3D. Solo tiene unas bolas de color verde neón que se mueven en la pantalla de un ordenador. Después de una sesión de unos seis minutos con las gafas azules y rojas puestas y mirando la pantalla, yo (una periodista escéptica) me sorprendo mucho por cómo me siento. Creo... que lo entiendo.

"Concéntrate", me dice Milani, animándome con el NeuroTracker. Resulta sorprendentemente estimulante prestar tanta atención a la tarea de ver pelotas en una pantalla. Aparentemente, esto entrena mi cerebro para concentrarse y mejora mi memoria de trabajo.

El neuro-seguimiento es solo una parte fundamental del gimnasio de Milani. Aquí, los usuarios trabajan siempre su agilidad física y mental. No hago las planchas en el suelo, sino sobre una plataforma móvil que pone a prueba mi equilibrio. 

En lugar de mirar fijamente a la pared mientras hago sentadillas con un balón medicinal, Milani me pone a hacer un juego de memoria con letras y números. No se hace cardio para desconectar y despejar la mente, sino para lograr una mejora total del rendimiento. Actualmente, los gimnasios de todo el mundo están empezando a interesarse por esta idea.

A medida que envejecemos y la propiocepción (la conciencia de nuestro propio cuerpo en el espacio) disminuye, es habitual que resulte más difícil realizar tareas físicas y mentales a la vez. Incluso caminar y hablar. Milani, exbailarina, dice que empezó a notar cambios sutiles en sí misma al llegar a los 40; eso fue lo que la impulsó a fundar este espacio hace unos cuatro años.

Su "gimnasio cerebral", el primero de su clase, ya es popular entre muchos de los ejecutivos de Singapur interesados en la longevidad. Los mismos que se pasan el día comprando y vendiendo empresas y su tiempo libre tratando de averiguar su edad biológica vienen aquí con regularidad, según me cuenta Milani.

Todavía no existe nada parecido en Estados Unidos, a menos que seas un deportista profesional. Algunos de la NFL, la NBA, la NHL y la MLB ya han incorporado Neurotracker a sus entrenamientos para subir de nivel. Una deportista universitaria atribuye a esta tecnología el mérito de haberla ayudado a ganar una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno. 

Los traders (29 de ellos, todos hombres) también lo han utilizado recientemente para saber si estaban teniendo un mal día. Si sus puntuaciones en sesiones de seguimiento de seis minutos caían muy por debajo de su propia línea de base, podían tomarse el día libre, sabiendo que su rendimiento probablemente no estaría a la altura.

El entrenamiento cerebral para la longevidad sigue siendo, por ahora, una ciencia endeble

No obstante, este entrenamiento podría extenderse pronto, impulsado por algunas investigaciones que sugieren beneficios. En un estudio realizado por Neurotracker en un importante hospital de Ciudad de México, los adultos mayores con demencia leve y problemas de memoria mejoraron el control motor y la coordinación mano-ojo tras 90 minutos de entrenamiento.

Lee Sidebottom, director de aplicaciones conceptuales de NeuroTracker, declaró a Business Insider que la empresa se encuentra en la última fase de un acuerdo de colaboración con "una de las principales cadenas de gimnasios de Estados Unidos" (aunque la empresa no quiso precisar cuál). Los gimnasios y clubes que se inclinan más por el espacio de la longevidad están mirando a Milani como ejemplo.

"Todos lo están discutiendo y sienten la necesidad de incorporar la dimensión cognitiva a la forma física. Vemos aumentos en el tiempo de reacción física, vemos mejoras en los procesos auditivos", afirma Sidebottom.

Pero los científicos deportivos independientes se muestran escépticos con el tema. Una revisión sistemática de 2021 de los estudios de Neurotracker concluyó que la empresa tiende a exagerar sus datos, y que es necesario que más personas prueben esta tecnología para estar seguros de que los resultados no son solo indicativos de falsos positivos y de un efecto placebo.

Cuando salgo a la reluciente acera de Singapur, esquivando a saltos los charcos de lluvia de media tarde con un calor tropical, me siento fresca y despierta.

Me resultaría imposible determinar con exactitud qué parte de esa sensación puede atribuirse al ejercicio físico que acabo de hacer, qué parte a los ejercicios mentales y qué parte puede ser un efecto placebo, pero disfruté de la buena sensación durante toda la tarde.