Por qué es una aberración usar gafas de lectura sin graduar si no ves bien de cerca

La salud visual es esencial y no la solemos cuidar, a pesar de que pasamos horas y horas delante de una pantalla, ya sea de televisión, de portátil, PC y por supuesto, el móvil, teniendo que agudizar la vista.

Por eso tomar decisiones informadas sobre cómo cuidar tus ojos es más importante que nunca, pero es muy frecuente que cuando no ves de cerca, optar por las gafas de farmacias o de un bazar porque ves bien las letras con un costo de unos pocos euros. Una mala idea.

Vas a ver por qué no es la mejor opción y por qué los oculistas se llevan las manos a la cabeza, por mucho que parezca una solución genial y barata, ya que de repente ves perfectamente para leer un libro o ver el móvil. ¿Para qué gastar tiempo en el oculista o gastar dinero en unos cristales y montura? 

La decisión rápida ante la presbicia o vista cansada

De repente, empiezas a ver borroso de cerca y tienes que alejar el móvil, el libro o el prospecto de un medicamento. No puedes leer. Es la presbicia, comúnmente conocida como vista cansada, y es una condición que suele aparecer alrededor de los 40-45 años.

Se caracteriza por una dificultad para enfocar objetos a corta distancia, debido a la pérdida de elasticidad del cristalino, una lente natural en nuestros ojos. Este cambio afecta nuestra capacidad para enfocar de cerca, siendo un fenómeno natural del envejecimiento. 

Seguro que esto lo sabías, y quizá por eso tú y tantos han optado por el rápido, sencillo y barato sistema de las famosas gafas que venden en tantos sitios por muy poco dinero. Solucionado ¿o no? Pues más bien no, pan para hoy...

¿Por qué no usar gafas sin graduar?

Las gafas de lectura sin graduar son una solución general que no considera las necesidades específicas de cada persona y que tienen otros problemas:

• Calidad óptica deficiente: estas gafas suelen tener lentes de baja calidad con distorsiones, especialmente en graduaciones más altas.
• Graduación estándar inexacta: las graduaciones de estas gafas son generalizadas y no se adaptan a las necesidades específicas de cada ojo, lo que puede causar más daño que beneficio.
• Ignoran el astigmatismo: si tienes astigmatismo o diferentes graduaciones en cada ojo, estas gafas no serán adecuadas ni siquiera para uso ocasional.
• Distancia interpupilar estándar: la distancia entre las pupilas varía de persona a persona. Las gafas prefabricadas no consideran esta variabilidad, lo que puede causar incomodidad y problemas visuales.
• Falta de tratamientos especiales: estas gafas carecen de tratamientos antirreflejantes, cruciales para reducir los reflejos y mejorar la comodidad visual, especialmente frente a pantallas.

La importancia de una graduación personalizada

Por ello, antes de considerar gafas de lectura, es vital obtener una graduación personalizada por un optometrista u oftalmólogo. Esto te asegura que las lentes se ajusten a tus necesidades específicas, proporcionando una visión clara y cómoda y previniendo posibles daños adicionales.

Dependiendo de tus necesidades visuales, existen varias opciones:

• Gafas monofocales para lectura: son ideales si solo necesitas ver de cerca, como suele ser el caso, que es justo el común, donde normalmente optas por esas monturas baratas sin graduar. 
• Gafas progresivas ocupacionales: permiten una visión clara a diferentes distancias, útiles si trabajas con computadoras.
• Gafas progresivas: ofrecen una solución integral para ver claramente a todas las distancias.

Está claro que aunque las gafas de lectura sin graduar puedan parecer una solución conveniente y económica, no son la mejor opción para cuidar tu salud visual. Optar por una solución personalizada no solo te garantizará comodidad y claridad visual, sino que también protegerá tus ojos a largo plazo. 

Recuerda, tus ojos son únicos y merecen un cuidado especializado, así que acude a tu oculista o a tu óptica más cercana para que te revisen la vista, te gradúen si procede y volver a casa con las gafas adecuadas a tu situación.