No siempre es tan saludable beber mucha agua: qué es la hiperhidratación y cómo afecta a tu cuerpo según la ciencia

Qué es la hiperhidratación y cómo afecta a tu cuerpo según la ciencia.
Qué es la hiperhidratación y cómo afecta a tu cuerpo según la ciencia.
  • La recomendación sanitaria, especialmente en verano, apunta al consumo diario de entre 6 y 8 vasos de agua al día, pero, ¿qué ocurre en el organismo si se aplica con excesivo celo y se bebe demasiada agua?
  • La hiperhidratación se presenta habitualmente entre atletas y personas con patologías previas que sienten la necesidad de bebe mucha agua, superando los límites que su propio cuerpo puede procesar y generan una bajada de sodio en sangre que si no se ataja a tiempo puede ser mortal.
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El cuerpo necesita líquido para su correcto funcionamiento, pero, como sucede con todo, el exceso puede ocasionar graves perjuicios. Beber agua en exceso y no dar tiempo al organismo para que la elimine provoca una saturación, y puede ser un veneno para el cuerpo. Este mal tiene un nombre para la Ciencia: la hiperhidratación. De esta patología se puede decir que es la antítesis de la deshidratación, y resulta tan alarmante puede ser una como otra. 

En 1974, el libro Nutrition for Good Health (Nutrición para una buena salud), de los nutricionistas Margaret McWilliams y Frederick Stare, recomendaba ya que el adulto promedio consumiera entre seis y ocho vasos de agua al día. ¿Qué ocurre si se supera esta recomendación? ¿Hay riesgo de colapso interno? ¿Cuánto agua hay que tomar para llegar a ese punto?

Cuándo se produce la hiperhidratación

El cuerpo humano es como una máquina perfecta que hay que cuidar con una dieta equilibrada, ejercicio físico y mantener una hidratación adecuada. Pero, cuando se produce un desequilibrio que causa daño salta la alarma. 

Se habla mucho de la importancia de mantener una adecuada hidratación, pues más del 80% del cuerpo es agua y, además, este elemento interviene en muchos procesos metabólicos de nuestro organismo.

Beber agua

Ahora bien, este líquido a la vez que beneficia al organismo, puede causar severos trastornos. Es lo que sucede cuando se ingiere excesiva agua, u otros líquidos ricos en sodio, de forma constante: se genera una saturación en todos los componentes corporales y el cuerpo, por sí mismo, no puede eliminar ese exceso.

La hiperhidratación se puede manifestar de forma leve, teniendo la necesidad continua de orinar, o presentando reacciones más alarmantes: mareos, vómitos, caídas, pérdida de la consciencia, e incluso con resultado de muerte. 

A la hora de estimar cuánta agua es recomendable beber o cuánta agua supone la recomendación genérica de beber mucho líquido, hay que tener en cuenta que hay alimentos que son ricos en agua (frutas y verduras), y por tanto es líquido que suma a la cantidad recomendada de dos a tres litros diarios, aunque dependerá de las circunstancias.

Este es un trastorno poco frecuente, ya que se necesitaría beber más de 24 litros de agua al día para ver un caso de hiperhidratación, según el Manual MSD, pero en situaciones límites puede crearse esta situación sanitaria. En 2002, la atleta ecuatoriana Cyntia Lucero falleció por exceso de hidratación durante la prueba. El corredor Craig Barret tuvo más suerte en 1998: una atención temprana evitó que muriera casi en la línea de meta por haber bebido demasiada agua durante la prueba. 

Quién padece este exceso de líquido de forma recurrente

La hiperhidratación afecta sobre todo a personas deportistas que en ocasiones por temor a la deshidratación beben más agua de la que necesitan, sin darse cuenta. Generalmente los corredores de maratones y atletas de élite realizan mayor entrenamiento, en cuanto a tiempo y desgaste físico, con la consiguiente pérdida de líquido a través del sudor como explica la web Hydratation For Health.

 A esto se le suma que no hay una confianza plena en que será el cuerpo quien avise de que se está generando un proceso de deshidratación, por lo que tienden a tomar más líquido del que en ocasiones su cuerpo puede procesar.

Beber agua

Getty Images

Por otra parte, la hiperhidratación puede aparecer en personas con trastorno psíquico, llamado polidipsia. Del mismo modo, ciertos medicamentos antidepresivos pueden causar este tipo de patología. También son propensas personas con cardiopatías, nefropatías o hepatopatías y en bebés prematuros cuyos riñones aún no desempeñan su función correctamente.

Así afecta a tu cuerpo beber demasiada agua

Cada célula y organismo del cuerpo son sensibles a este síndrome como explica este informe del British Medical Journal, originado a raíz de la muerte de una paciente por exceso de líquido azul o defecto de sodio. 

Cuando existe hiperhidratación, el volumen de las células se dilata inadecuadamente, provocando hinchazón en los tejidos y causando efectos negativos sobre el metabolismo muscular. Estos responden mediante calambres y cansancio.

En el cerebro, el exceso de agua incrementa la presión de las neuronas. Estas se inflaman contra toda la estructura ósea del cráneo y generando así fuertes dolores de cabeza graves convulsiones o coma.

En los periodos nocturnos, si se ha ingerido más agua de la que es necesaria y no la elimina el organismo, el cerebro activa la hormona HAD, lo que impide conciliar el sueño ante la aparición de ganas de orinar.

El funcionamiento del corazón se verá alterado por los bajos niveles de sodio, potasio y magnesio asociado a una sobreingesta de agua. Esto genera una congestión cardiaca y un mal funcionamiento del corazón, lo que puede ocasionar a su vez daños cerebrales.

Por otra parte, los riñones ante la presencia de tanto líquido no son capaces de filtrar tanto líquido, de modo que provoca  una mayor retención de líquidos en el cuerpo y baja la concentración de minerales de la sangre.

Cómo eliminar la hiperhidratación

Para tratar la hiperhidratación se depende en gran medida de las condiciones corporales y la actividad que se realice, como explica la BBC. Ante cualquier síntoma de irregularidad que indique que el cuerpo no está en plenas condiciones, lo mejor es consultar al médico, quién podrá hacer el mejor seguimiento mediante analíticas. 

Si haces ejercicio muchas horas al día es recomendable contar con un profesional que controle y mida la hidratación y los niveles de sodio.

Recurrir a bebidas isotónicas, además de hidratar, proporcionan electrolitos que se pierden ante el esfuerzo y ayudan a compensar los niveles de sodio.

La primera medida a tomar para detener la hiperhidratación es la restricción de ingesta de líquidos. Aunque una persona sana en condiciones normales puede beber hasta 5 litros de agua al día, la reducción en el consumo puede ser de un litro día para que el afectado mejore. Restringir al máximo el consumo de sodio, potasio o magnesio a través de la dieta también será beneficioso.

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