La OIT afirma que el teletrabajo, la flexibilidad laboral y la reducción de la jornada es beneficioso para la economía

El estallido de la pandemia de COVID-19 en 2020 hizo que cambiaran muchos aspectos de la vida, sobre todo el laboral. El teletrabajo se implantó por primera vez en miles de empresas y, ahora, 3 años después, continúa siendo una realidad. Pero, ¿realmente son eficientes estas medidas?

La Organización Internacional del Trabajo ha analizado por primera vez las medidas que se tomaron durante la crisis mundial. Según informa Cinco Días, la OIT ha llegado a la conclusión de que algunas de ellas deberían mantenerse, ya que ayudan a mantener los puestos de trabajo y son beneficiosas para la economía.

Algunas de las conclusiones a las que ha llegado la OIT en el informe El tiempo de trabajo y el equilibrio entre trabajo y la vida privada en el mundo son que "la reducción de las horas de trabajo y la organización más flexible del tiempo de trabajo, como las aplicadas durante la crisis del covid-19, pueden beneficiar a las economías, a las empresas y a los trabajadores".

Además, el organismo añade que "sientan las bases para un mejor y más saludable equilibrio entre el trabajo y la vida privada".

De hecho, uno de los retos que propone la OIT a los países europeos es que regulen para mantener unos niveles altos de teletrabajo. También anima a los Gobiernos a que aprovechen las experiencias adquiridas con la reducción y la flexibilización de las horas de trabajo durante la pandemia. 

Para ello, la OIT considera que "son necesarias respuestas de la política pública a fin de promover reducciones de las horas de trabajo en numerosos países, para promover un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida privada y mejorar la productividad de las empresas y de la economía".

Para elaborar el informe, los expertos de la OIT han tenido en cuenta las horas de trabajo y la organización del tiempo, así como el rendimiento de las empresas y la conciliación de la vida personal y laboral de los trabajadores.

Una de las principales conclusiones del informe es que "las jornadas de trabajo más largas, por lo general, están asociadas con una productividad inferior, mientras que un horario más reducido está relacionado con una mayor productividad".

Además, los autores del informe también consideran que los trabajos a tiempo parcial deben contar con las mayores prestaciones posibles, ya que es la única manera de que consigan mantener el poder adquisitivo.