Olvídate de las cuentas infantiles: por qué es mejor que le regales a tus hijos un fondo de inversión

Padre e hijo jugando.
  • Un fondo de inversión puede ser una gran herencia para un vástago que le permita ahorrar. 
  • Con una cifra de partida de 1.000 euros y aportaciones periódicas de 100 euros, la cantidad resultante puede ir desde los 33.000 a los 50.000 euros en 18 años según el riesgo que asumas y en función del tipo de interés al que finalmente rente. 
  • Los fondos de inversión permiten, a largo plazo, aprovechar el interés compuesto, reducir el riesgo y aumentar el margen de maniobra, además de que implican ciertas ventajas fiscales.

Los padres se preocupan por el futuro de sus hijos incluso antes de que éstos hayan nacido. Es algo natural, instintivo. Una vez llegan al mundo, y según van cumpliendo años, tratan de darles las herramientas necesarias para que ellos puedan desenvolverse durante su infancia, juventud y adultez. Lo hacen de la mejor manera posible, como cada cual entiende que debe ser, ya que los críos no traen un libro de instrucciones incorporado.

Al mismo tiempo, con el objetivo de la estabilidad en mente, los progenitores buscan proporcionar una situación económica adecuada a los pequeños. Tanto en el momento presente como en los años venideros.

Ahí es donde aparece uno de los productos financieros adaptados a la infancia más típicos: las cuentas corrientes. Todo un clásico ya, dado que llevan abriéndose desde hace décadas. No es que sea una mala idea per se, pero el mundo del ahorro ha evolucionado de tal manera que las opciones ahora se han multiplicado y diversificado.

Nunca es fácil decidir sobre una inversión y acertar con ella, aunque vamos a darte varias claves que pueden resultarte útiles en este campo.

Además de las cuentas bancarias, hay otros caminos para sostener o impulsar la libertad financiera de tu vástago. Puedes abrir un depósito -aunque la coyuntura actual no es la mejor para ello-, adquirir una cartera de acciones con vistas al largo plazo o hasta poner tus miras más allá, en cuyo caso aquí te descubrimos cómo distribuir e invertir el plan de pensiones según la edad.

Sin embargo, hay otras vías más prácticas si quieres apoyar a tu pequeño a edades más tempranas. ¿Por qué no abrir un fondo de inversión para tu hijo?

Ventajas de abrir un fondo de inversión para tu hijo

Quizá te estés preguntando cuánto dinero podrías acumular para tu criatura si empiezas a invertir cuando nazca o en los primeros años de su vida. Te lo vamos a mostrar con cifras y ejemplos concretos para que te hagas una idea. No obstante, considera antes las siguientes cuestiones clave sobre los fondos de inversión:

  • La corta edad de tu hijo es una baza crucial, puesto que la cantidad de años que tienes por delante te permite un margen de maniobra enorme.
  • El tiempo es tu aliado, pero también la combinación de fuerzas que hace con el interés compuesto y la reducción del riesgo.
  • Los beneficios impositivos de esta herramienta de inversión: te librarás de pagar a Hacienda el 19% del beneficio por cada traspaso que hagas de un fondo a otro.
  • Teniendo en cuenta que vas a invertir a largo plazo, un fondo indexado -que replica el comportamiento del índice de turno- puede convenirte; además de que te beneficias de la gestión pasiva. Si, por el contrario, optas por estar encima día a día, te interesa saber cada cuánto deberías revisar tu cartera de fondos de inversión.
  • Considerando que se trata de las finanzas de tu hijo, puedes decantarte, si así lo deseas, por una filosofía conservadora. En ese sentido, puede interesarte la siguiente guía para elegir los mejores productos de inversión según tu perfil de riesgo.

¿Cuánto puedes ahorrar para tu hijo con un fondo de inversión?

Para hacerse una idea de cuánto puede obtenerse con un fondo de inversión, lo mejor es hacer números. Cada cual tiene su músculo financiero, pero aquí hay un ejemplo de cuánto se podría ahorrar con algunos productos de este tipo. 

Asimismo, se han elegido tres horizontes temporales para el fin de la inversión, lo que nos permite hacer unos cálculos aproximados. En este sentido, se ha tomado como horizonte: los 18 años -cuando llega la mayoría de edad-, los 25 y los 30, por fijar cifras redondas.

De la misma manera, ofrecemos tres perfiles de riesgo diferentes: conservador, moderado y arriesgado. Con todo, la clave del éxito es que se hagan aportaciones periódicas regulares al fondo de inversión.

Inversión en un fondo siendo conservador

Vamos a partir en todos los ejemplos de que la criatura en cuestión nace este año, la aportación original es de 1.000 euros y las periódicas de 100 cada mes. Los montantes finales serían los que figuran a continuación si eres de los que tiene aversión al riesgo.

  • A la edad de 18 años: 33.271 euros.
  • A la edad de 25 años: 44.478 euros.
  • A la edad de 30 años: 57.248 euros.

Los cálculos se basan en una rentabilidad anual de 1% aplicándole una volatilidad del 4% para establecer un mayor grado de confianza. En la aportación periódica se agrega un aumento del 2% anual asumiendo que la capacidad de ahorro será mayor.

Inversión en un fondo con un perfil moderado

En caso de que quieras ampliar tu campo de actuación a combinaciones de productos algo más diversas, podrías llegar a acumular el siguiente ahorro.

  • A la edad de 18 años: 40.112 euros.
  • A la edad de 25 años: 69.045 euros.
  • A la edad de 30 años: 97.046 euros.

Las previsiones toman como referencia un rendimiento anual del 4,4% aplicándole una volatilidad del 12% para que resulten más fiables. En la parte mensual se añade una subida del 2% anual, dado que lo habitual es que tu capacidad de ahorro vaya in crescendo.

Inversión en un fondo tomando riesgos

Si eres de los más lanzados a sabiendas de que puedes sufrir pérdidas a lo largo de la vida de la inversión, pero también siendo consciente que puedes lograr ganancias más elevadas, los resultados serían los que aquí constan.

  • A la edad de 18 años: 49.815 euros.
  • A la edad de 25 años: 93.916 euros.
  • A la edad de 30 años: 141.324 euros.

En esta tercera opción los parámetros son una rentabilidad anual de 6,6%, una volatilidad del 18% e igualmente un alza del 2% en tu ahorro.

A todas ellas, no obstante, habría que aplicarles el efecto del índice de precios al consumo (IPC), que no sería poca cosa porque no es lo mismo un euro de hoy que un euro de dentro de 25 años. El aumento de la inflación hace que con la misma cantidad de dinero puedas comprar menos cosas. 

Del mismo modo, son estimaciones tomando un cierto escenario, que en el mundo real podría ser así o peor, aunque también más favorable. Hay que tener en cuenta que la rentabilidad de un fondo de inversión no está garantizada y dependerá de la evolución de los componentes en los que invierta. 

Fondos de inversión vs cuentas corrientes

Para que te hagas una idea en la comparación de los fondos con las cuentas corrientes, también hemos realizado algunos cálculos. Si nada más nacer tu criatura abrieses una cuenta para él con la cifra de partida que hemos establecido -1.000 euros- y le fueses añadiendo los citados 100 euros, sólo tendría 22.600 euros al llegar la mayoría de edad, 31.000 en el cuarto de siglo y 37.000 al llegar la treintena.

Estos cálculos están basados en el escenario de tipos mínimos en el que vivimos donde ni los depósitos, ni las cuentas de ahorro están ofreciendo ningún tipo de interés. Es probable que con el paso del tiempo este escenario cambie, aunque no parece que a corto plazo dado que el BCE ya ha asegurado que no subirá tipos antes de fin de años. 

Hay que tener también en cuenta que el montante se puede reducir en el caso de que el banco cobre comisiones y por el efecto de la inflación.  

El fondo, ¿a tu nombre o al de tu hijo?

Finalmente, cabe señalar que existen dos posibilidades legales en este ámbito: poner el fondo a nombre de tu hijo o abrirlo tú y donárselo después. A pesar de que ambas fórmulas tienen ventajas e inconvenientes, en principio, sin entrar al detalle y las circunstancias de cada caso, la primera posibilidad es más práctica desde una óptica financiera y menos engorrosa legal y fiscalmente.

¿Qué podrá hacer tu hijo con ese dinero? Pues, de nuevo, cada persona es un mundo. Sin embargo, hay varios clásicos que seguramente te sonarán bien: pagarse estudios superiores, viajar, comprarse un coche, dar una entrada más o menos generosa para un piso... El caso es que un fondo de inversión puede ser la herencia insospechada que ayude a tu hijo en alguno de los momentos clave de su vida.

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