El precio de la energía seguirá marcando récords en 2022
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- En 2022, según un análisis de Bloomberg, la energía seguirá marcando precios de récord en toda Europa.
- El coste de la electricidad en países como España, Francia, Alemania o Reino Unido se ha incrementado en un 200% en 2021.
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En Europa nunca se ha pagado tanto por la energía como en 2021. Según este artículo de Bloomberg, el coste ha aumentado un 200% en países como Alemania, Francia, Reino Unido y, por supuesto, España.
En la región nórdica, donde existen grandes suministros de energía hidroeléctrica con los que se podrían limitar los precios, estos tuvieron un incremento que alcanzó el 470%.
Esta crisis energética está encareciendo sobremanera la factura de los consumidores individuales. Todos esos hogares que, en el caso de España, cierran 2021 con un gasto en luz mucho mayor que el que tuvieron en 2018.
La pared de energía eólica que se podría instalar en cualquier edificio y que cubriría por completo el coste de la factura de la luz
También, obviamente, se multiplican los euros que han de pagar las grandes empresas. Desde España hasta Francia, las fundiciones de metales reducen al máximo su rendimiento y a algunos productores de fertilizantes no les ha quedado más remedio que paralizar por completo la producción.
La última víctima de los altísimos precios de la energía, señalan en Bloomberg, ha sido la noruega Hydro, que ha reducido su producción de aluminio en Eslovaquia.
El precio de la luz seguirá subiendo en 2022
El futuro a corto plazo no es, ni mucho menos, halagüeño. A pesar de que (en el caso de España) el clima está dando un respiro y, por lo tanto, las necesidades de calefacción en las casas son menos, los hogares seguirán viendo cómo sus facturas de la luz son notablemente superiores a las de años anteriores por estas mismas fechas.
En el momento en el que la demanda energética se estaba recuperando de los bloqueos que tuvieron lugar en 2020, fue cuando llegó esta crisis fruto de la escasez de gas natural.
Y se vio agravada, subrayan en la noticia antedicha, porque el viento sopló más despacio de lo normal y por los cortes de energía nuclear que afectaron a las redes eléctricas. Todo ello creó una tormenta perfecta contra la que las empresas de energía sólo encontraron una solución: quemar combustibles fósiles contaminantes.
Lo que sucedió posteriormente, explican en Bloomberg, es que mientras se quemaba carbón, lignito y aceite, el coste de los permisos para contaminar aumentó. Así, los futuros del carbón, sometidos a la agenda climática de Bruselas, duplicaron su precio y provocaron una gran alza en el coste de la electricidad.
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