Los patinetes y las bicicletas serán los reyes de la ciudad, aunque se debe "trabajar en la seguridad", según la secretaria general de Transportes

María José Rallo, secretaria general de Transportes y Movilidad.

Pablo Moreno

  • Los patinetes y las bicicletas son los dos medios de movilidad personal que van a revolucionar las ciudades en materia de movilidad sostenible.
  • A pesar de sus múltiples ventajas, un factor que juega en su contra es la escasa seguridad. Para paliarlo, la Dirección General de Tráfico (DGT) ya trabaja en hacer más seguros estos medios de transporte.

Desde hace meses, en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana llevan hablando de que el futuro de las ciudades españolas pasa por reducir el espacio del vehículo en favor de los peatones. Esto, además de significar tener unas aceras más amplias por las que poder pasear, también supone contar con una red de patinetes y bicicletas compartidos con los que completar los trayectos.

Sin embargo, estos dos medios de micromovilidad o movilidad personal no están igual de bien vistos.

"Los patinetes tienen ventajas —son eléctricos y ocupan poco espacio— pero también desventajas. Hay una percepción de falta de seguridad en los últimos 2 o 3 años en las ciudades muy importante. De hecho, hay sitios en los que se dice que la gente mayor tiene pánico a los patinetes", afirma María José Rallo, secretaria general de Transportes y Movilidad del Ministerio de Transportes.

Para atajar este problema, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha tomado cartas en el asunto y está empezando a regular el uso de patinetes con el objetivo de crear un espacio público ordenado. 

La DGT ya sentó algunas bases en enero de este mismo año tras varios accidentes relacionados con la falta de seguridad de los patinetes. Tráfico decretó que, para circular con este medio de transporte, los usuarios deben tener un certificado de circulación, no podrán superar los 25 kilómetros/hora y queda prohibido circular por las aceras, entre otras normas. 

En una entrevista con Business Insider España, la secretaria general de Transportes y Movilidad afirma que esta regulación es necesaria: "Al usuario le gustan porque resuelven sus problemas. Por eso van a tener su papel, pero hay que trabajar mucho en la seguridad y en su convivencia con los otros modos de transporte".

Por otro lado, están las bicicletas. Su popularidad está creciendo tanto que ciudades como Madrid están apostando por ampliar los carriles-bici. Aunque, lo cierto es que la bicicleta, cuando no es eléctrica, tiene un uso más limitado por parte del usuario. 

Según los datos ofrecidos por la DGT y extraídos de un informe del Observatorio de Movilidad, entre 2019 y 2020, en España había cerca de 3.000 kilómetros de carriles-bici. Para seguir ampliando este trazado, desde el ministerio se ofreció una serie de ayudas. Una medida que está funcionando.

"Nosotros estamos sorprendidos. Hemos dado una línea de subvenciones a los ayuntamientos de 1.000 millones de euros, una línea sin precedentes, 400 millones han ido dedicados a movilidad activa", destaca María José Rallo.

Parece de los ayuntamientos tienen la firme intención de que la bicicleta cuente con cada vez más espacios propios dentro de las ciudades. "La bicicleta tiene que ser segura y cómoda", matiza Rallo. "Seguro es que no te sientas amenazado por los coches y cómodo es que sepas que dejas ahí tu bicicleta y nadie te la roba".

Desde la Secretaría de Estado de Transportes consideran que tanto las bicicletas como los patinetes van a ser importantísimos en los próximos años y que cada vez irán ganando más espacio público. Por eso, mejorar la seguridad es fundamental para que ambos se conviertan en esa pieza clave de la movilidad sostenible del futuro. 

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