¿Es peligroso visitar Chernóbil? Responde una experta en radiactividad involucrada en las labores de limpieza

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Business Insider España
Varios turistas se toman una fotografía frente al recinto de contención.
Varios turistas se toman una fotografía frente al recinto de contención.SERGEI SUPINSKY/AFP/Getty Images
  • La nueva serie de HBO "Chernóbil" ha reavivado el interés turístico de la Zona de Exclusión de Chernóbil, una zona restringida que permite el acceso a visitantes.
  • En lo últimos días, se ha llamado la atención a los turistas por deshonrar la memoria del lugar, tras la publicación de fotografías irrespetuosas en Instagram.
  • En Business Insider contactamos con Claire Corkhill, una experta en residuos nucleares que ha tomado parte en la limpieza de las instalaciones, para preguntarle si la zona es realmente segura.
  • Según Corkhill, los visitantes estarían expuestos a niveles mínimos de radiación. "Nos exponemos a mayores niveles de radiación al tomar un vuelo", en palabras de la experta.
  • No obstante, se recomienda a los visitantes tomar algunas precauciones, como la de cubrirse la piel, mantenerse en los caminos señalados y no acariciar ningún perro callejero.

La nueva serie de HBO "Chernóbil" ha reavivado el interés turístico en una de las mayores catástrofes humanitarias la historia. 

En lo últimos días, se ha llamado la atención a los turistas por deshonrar la memoria del lugar, tras la publicación de fotografías irrespetuosas en Instagram, llevando incluso a los guionistas de la serie a posicionarse sobre el tema.

"Si visitas Chernóbil, por favor recuerda que allí ocurrió una terrible tragedia" comentaba el guionista Craig Mazin en su cuenta de Twitter este miércoles. Se cumplen más de 30 años de la tragedia, pero algunos de sus efectos todavía perduran.

Leer más: Chernóbil se está convirtiendo en la nueva meca del postureo en Instagram tras el estreno de la nueva miniserie de HBO

El 26 de abril de 1986, el reactor 4 de la central nuclear Vladimir Ilich explosionó, liberando así grandes cantidades de material radiactivo en los alrededores de Pripyat, una ciudad de Ucrania que perteneció en su día a la Unión Soviética. A pesar de haber transcurrido cierto tiempo de la catástrofe, la zona no está del todo descontaminada y todavía se realizan tareas de limpieza.

Por este motivo, en Business Insider contactamos con Claire Corkhill, una investigadora en residuos nucleares de la Universidad de Sheffield que ha tomado parte en la limpieza de las instalaciones, para preguntarle si la zona es realmente segura.

Según Corkhill, los visitantes estarían expuestos a niveles mínimos de radiación, pero deberían tomar ciertas precauciones. 

Hay cosas más preocupantes que el envenenamiento por radiación

Un hombre fotografía su dosímetro frente al recinto de contención.
Un hombre fotografía su dosímetro frente al recinto de contención.Valentyn Ogirenko/Reuters

Las autoridades de la Unión Soviética establecieron en sus momento un perímetro de no acceso de 30 kilómetros a la redonda.

Los trabajadores procedieron entonces a descontaminar la zona limpiando los edificios y deshaciéndose de los 5 centímetros superiores de tierra en todo el perímetro. Construyeron también un recinto de contención alrededor del reactor, que fue cubierto a su vez por una estructura de acero. 

A día de hoy, la Zona de Exclusión (que ha sido expandida hasta los 2.600 kilómetros cuadrados) es habitable. Allí residen algunas familias, y se permite también el acceso de turistas de 18 años de edad en adelante.

No obstante, parte de la zona se encuentra aún contaminada. "La Zona de Exclusión existe todavía por algún motivo",  comentaba Corkhill.

No salirse de los caminos señalados

Una verja de la Zona de Exclusión.
Una verja de la Zona de Exclusión.Vasily Fedosenko/Reuters

Mientras que sólo se permite el acceso de turistas a ciertas áreas consideradas como seguras por el gobierno, la investigadora Corkhill ha tenido acceso a las torres de enfriamiento del reactor No. 5, que se encontraba en plena construcción en el momento del accidente. 

"Llevábamos un dosímetro con nosotros y de repente se volvió loco y no dejaba de moverse, indicando altísimos niveles de radiactividad", comenta la experta.

En aquel momento, Corkhill formaba parte de un grupo de investigadores de doctorado. "Nunca aceptaríamos estudiantes para este trabajo. Habría demasiadas reclamaciones al seguro", bromea Corkhill. El resto de investigadores querían rastrear la fuente de la emisión de radiactividad, pero Corkhill se negó, puesto que no quería permanecer allí dentro durante demasiado tiempo. 

No adentrarse en el bosque, ya que los árboles podrían estar contaminados

El bosque de Chernóbil está todavía contaminado.
El bosque de Chernóbil está todavía contaminado.Vasily Fedosenko/Reuters

Según Corkhill, la Zona de Exclusión inlcuye una extensa área forestal que nunca se llegó a descontaminar. "No era posible deshacerse de la arena bajo los árboles".

De no abandonar los caminos principales y no adentrarse en el bosque, los turistas estarían expuestos a niveles mínimos de radiación.

"Es probable que se esté expuesto a una mayor radiactividad al tomar un vuelo," comentaba. "Especialmente si lo haces desde Estados Unidos, a 10.000 kilómetros de altura, puesto que se cuenta con una protección menor de la atmósfera terrestre, la radiación solar y la radiación cósmica."

No acariciar perros callejeros, a menos que trabajes en Chernóbil

Perros callejeros en la Zona de Exclusión de Chernóbil.
Perros callejeros en la Zona de Exclusión de Chernóbil.Sean Gallup/Getty Images

Aproximadamente 36 horas después de la explosión, se comunicó a los residentes de Pripyat que tenían apenas 50 minutos para recoger todas sus pertenencias y subirse a los autobuses de evacuación, en los que no se permitía el acceso de mascotas.

Es por ello que, a día de hoy, hay unos cerca de 300 perros callejeros en la Zona de Exclusión. Corkhill nos comentaba que la mayoría son perros sarnosos, y no sobrepasan los 6 años de edad debido al envenenamiento por radiación. "Son perros amigables, pero es importante no tocarles en ningún momento".

La experta añadía que algunos de los operarios de limpieza de la planta de Chernóbil han acogido a los perros, dispuestos a correr el riesgo de exponerse a mayores niveles de radiactividad. 

No remangarse la ropa de manga larga

Turistas visitando una guardería abandonada en la ciudad de Kopachi, Ucrania.
Turistas visitando una guardería abandonada en la ciudad de Kopachi, Ucrania.Valentyn Ogirenko/Reuters

Según Corkhill, los guías turísticos de la zona aconsejan cubrirse brazos y piernas para evitar cualquier tipo de contacto con material radiactivo, así como también recomiendan usar zapato cerrado.

Durante el verano, la zona se vuelve muy cálida y se aconseja a los turistas no remangarse la ropa de manga larga. Las únicas partes del cuerpo que deberían ir al descubierto son la cara y las manos.

No tocar nada

Máscaras de gas en una antigua base del ejército soviético, en las cercanías de la planta nuclear de Chernóbil.
Máscaras de gas en una antigua base del ejército soviético, en las cercanías de la planta nuclear de Chernóbil.Valentyn Ogirenko/Reuters

Los visitantes no tienen permitido tocar nada de sus alrededores, incluyendo objetos, árboles e incluso las paredes de los edificios. Tampoco se recomienda posar una cámara fotográfica en el suelo, o comer en zonas exteriores. Los turistas, además, deben ir acompañados de un guía en todo momento. 

 

Ducharse antes de irse a dormir

toma una ducha lo antes posible
Valentyn Ogirenko/Reuters

La investigadora recomienda darse una ducha antes de acostarse ese día, sobre todo en el caso de acabar sentado en el suelo o tocar accidentalmente algún objeto de la zona.

"Esto debería evitar cualquier tipo de problema", puntualizaba Corkhill. Los visitantes deben pasar por detectores de radiactividad al entrar y salir de la zona, para descartar que su ropa haya sido contaminada. En ese caso, dependiendo del nivel de radiactividad, la ropa se lavaría o sería confiscada.

 

No quitar ojo a los agujeros en el suelo

Escombros en el suelo de un edificio de la Zona de Exclusión.
Escombros en el suelo de un edificio de la Zona de Exclusión.Mstyslav Chernov/AP

"El mayor riesgo que entraña la visita a Chernóbil no es el envenenamiento por radiación, sino el caer a través de un agujero en el suelo", concluía Corkhill.

Muchos de los edificios de Pripyat tienen grandes aperturas en el suelo. También son comunes en las calles de la ciudad, en las que comerciantes de metal se han dedicado a llevarse las tapas de las alcantarillas. Este riesgo no se comunica con el mismo ímpetu que los relacionados con la radiactividad, con lo que Corkhill recomienda extremar las precauciones.

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