Estas son las condiciones que ponen los partidos independentistas y los nacionalistas para la investidura del próximo presidente del Gobierno
REUTERS/Yves Herman
- El candidato que quiera ser investido presidente del Gobierno necesitará los apoyos de los independentistas y nacionalistas de ERC, Junts, PNV y EH Bildu.
- Tanto Alberto Núñez Feijóo como Pedro Sánchez necesitan buscar apoyos entre estas formaciones para evitar una repetición electoral.
- Estas son las exigencias y las condiciones de cada uno de ellos.
La aritmética parlamentaria resultada de las elecciones del 23J ha dejado un complicadísimo escenario para nombrar al próximo presidente del Gobierno de España.
Y es que aun la duda persiste más de un mes después de los comicios: quién de los 2 principales candidatos, Feijóo o Sánchez, logrará los apoyos suficientes para ser investido. En estos momentos ninguno de los 2 los tiene.
La política de bloques en la que España se encuentra encallada no deja otra salida que el de la ruta nacionalista e independentista de los partidos minoritarios del Congreso de los Diputados. ERC, PNV, Junts per Catalunya y EH Bildu vuelven a ser fundamentales para la formación de Gobierno.
Cuándo sería la repetición de elecciones ahora que los resultados del 23J no dejan una mayoría clara
Alberto Núñez Feijóo ha sido encargado por el rey para buscar los apoyos necesarios para una investidura, con la garantía de 172 votos a favor frente a los 152 de Sánchez, pero su nombramiento como presidente se prevé fallida. El popular se encuentra en la misma encrucijada que el socialista: tener que negociar con nacionalistas o independentistas para poder sumar los 176 necesarios.
Al líder de los populares le faltan solo 4 escaños para llegar a la mayoría absoluta que requiere la primera votación de la investidura. Pero sus aliados son pocos y sin demasiada fuerza. Feijóo cuenta de momento con el voto positivo de Coalición Canaria (CCA), UPN y Vox, pero necesitaría convencer al PNV –que ya ha declarado su negativa en varias ocasiones– o ir a una segunda vuelta en la que Junts se abstuviese. Parece improbable.
Pedro Sánchez, por su parte, tiene cerrados los apoyos de Sumar, sin embargo, tiene más posibilidades de contar con las fuerzas independentistas y poder ser investido presidente, pero necesitaría inevitablemente contar con los votos o con la abstención del partido de Carles Puigdemont.
Sin ellos, se quedaría en los 173 si logra sumar los apoyos de BNG y CCA, pero, con los votos a favor de Junts lograría la mayoría absoluta con 179 escaños, aunque también le valdría su abstención en la segunda vuelta con una mayoría simple de los 173 votos a favor frente a 169 en contra.
En cualquier caso, tanto para la previsiblemente fallida investidura de Feijóo, como para la complicada y costosa investidura de Sánchez, estas son las condiciones de los partidos independentistas y nacionalistas de los que depende el futuro Gobierno.
PNV: sus 5 diputados podrían desbloquear la investidura de Feijóo, pero la mano está tendida a Sánchez
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) podría ser la llave que abra la puerta a la investidura de Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, esta posibilidad está por el momento descartada y no se espera que sus líderes cambien de opinión.
El portavoz del partido en el Congreso, Aitor Esteban, ha repetido en multitud de ocasiones que no apoyarán una investidura de Feijóo en la que vaya de la mano con Vox.
Sus 5 diputados podrían ser la solución al desbloqueo y al enredo político en el que se encuentra España, pero aun cuando el partido de Abascal ha aceptado quedarse fuera de un posible Gobierno, el PNV tiene razones más allá de Vox para no apoyar a Feijóo. El líder popular ha mantenido una llamada telefónica con Iñigo Urkullu, líder de los vascos, pero no parece haber sido suficiente para hacerles cambiar de opinión.
Itxaso Atutxa, líder del PNV en Vizcaya, aseguraba que confían en no llegar a una repetición electoral y que "toca llegar a acuerdos", pero rechazando aquellos que supongan un "retroceso absoluto en cuestiones sociales". Por tanto, el guante está echado a Pedro Sánchez, el cual, cuando llegue su turno, tendrá que negociar "las decisiones estratégicas" para Euskadi y Cataluña, a las que se refería Atutxa sin dar más detalle.
Sin embargo, Esteban ya apuntalaba en el debate a 7 celebrado antes de las elecciones que exigen un "nuevo modelo territorial del Estado" y que cualquier acuerdo tendría que pasar por el "reconocimiento de la nacionalidad de Euskadi, una relación bilateral y un árbitro neutral".
ERC: referéndum, Rodalies y fin del déficit fiscal para apoyar a Sánchez con sus 6 diputados
Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) es otro de los partidos que no se plantea negociar con Feijóo. Al único candidato que apoyarían sería Pedro Sánchez bajo unas condiciones muy concretas.
Aunque el partido que representa Gabriel Rufián como portavoz del grupo en el Congreso ha perdido 6 diputados, quedando reducido casi a la mitad y casi quedándose sin grupo propio si no hubiese sido por la cesión de escaños de Sumar, aún siguen siendo necesarios para la investidura del socialista.
El precio de su apoyo ha aumentado hasta el referéndum de autodeterminación de Cataluña, una exigencia que siempre han tenido presente, pero que ahora vuelven a poner sobre la mesa. El Gobierno de Sánchez niega con rotundidad que esa condición se plantee para los acuerdos de investidura, pero no es lo único que los republicanos catalanes exigen.
Desde ERC también piden las competencias de Rodalies, acabar con el déficit fiscal y la condonación de la deuda en Cataluña, a lo que María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones, se abría abierto el pasado julio planteando un nuevo sistema de financiación.
EH Bildu
Los independentistas vascos han mejorado su representación en el Congreso respecto a la anterior legislatura, pasando de 5 a 6 escaños.
El apoyo de sus votantes también deja a EH Bildu como una de las fuerzas principales con las que Pedro Sánchez tendrá que negociar si quiere ser investido presidente, frente al descarte automático de Feijóo para su investidura.
Los de Otegi ya han planteado a los socialistas comenzar las negociaciones sobre la cuestión territorial para que no haya "prisas" ni "urgencias".
Una de las exigencias, compartida por ERC, PNV, BNG y Sumar, y que finalmente se someterá a debate en la Cámara Baja, es el uso de las lenguas cooficiales dentro del hemiciclo. Requisito fijado para el preacuerdo de la formación de la mesa del Congreso que el PSOE aceptó.
Para EH Bildu, "el tema territorial" es su principal exigencia. Acordar con Sánchez compromisos para abordar la autonomía, las competencias y las necesidades de Euskal Herria, será el principio de pactos más concretos.
Junts per Catalunya
Junts es la clave para cualquiera de las 2 investiduras: tanto con su abstención a Feijóo como con un voto afirmativo o abstención a Sánchez.
La negativa a apoyar al PP tendría su principal razón de ser en su estrecha relación con Vox: no se espera que Junts se siente a negociar con los populares cuando están apoyados por un partido que incluso quiere acabar con las autonomías, pero Sánchez también lo tiene difícil debido a la mala relación.
El expresident y líder de Junts exige 4 condiciones previas a las negociaciones: "El reconocimiento de la legitimidad democrática del independentismo", la ley de amnistía, un "mecanismo de verificación y verificación" para que se cumplan los acuerdos y tener como marco límite los tratados internacionales sobre derechos humanos.
El PP se niega de lleno a dialogar bajo estos términos y el PSOE mantiene una postura de rechazo a negociar condiciones que se encuentran fuera de la Constitución, sin embargo, Yolanda Díaz (Sumar) es la única líder que acepta los requisitos para empezar el diálogo con los independentistas de Junts.
La vicepresidenta en funciones se reunió con Puigdemont en Bruselas el pasado lunes para formalizar la disposición a negociar de Sumar que ha resultado "fructífera", permitiendo "establecer una relación normalizada y estable entre ambas formaciones políticas", según apuntaba el comunicado emitido tras la reunión.
La condición más criticada ha sido la de la ley de amnistía: los detractores cuestionan su constitucionalidad, algo que desde Sumar se está estudiando.
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