Otra derivada del turismo en tiempos de pandemia: las plataformas de alquiler vacacional como Airbnb recuperan clientes más rápido que los hoteles

Airbnb de lujo.
Airbnb
  • La pandemia del coronavirus no ha impactado a todos los sectores por igual y, aún siendo el turismo una de las industrias más afectadas, las diferencias entre los distintos tipos de negocio también han sido claras.
  • Los alquileres a corto plazo tuvieron de media un mejor rendimiento que los competidores de hoteles de calidad similar, según un estudio de STR y AirDNA de 15 mercados urbanos y 12 destinos de todo el mundo realizado entre enero de 2019 y finales de junio.
  • Las tarifas diarias promedio en los hoteles cayeron un 50% desde finales de marzo de 2019 hasta finales de marzo de este año, mientras que solo bajaron entre el 6% y el 12% en los alquileres a corto plazo.
  • Pese a que los viajeros se hayan decantado este verano por los alquileres, el COVID-19 también ha impactado a este sector.
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La pandemia del coronavirus no ha impactado a todos los sectores por igual y, aún siendo el turismo una de las industrias más afectadas, las diferencias entre los distintos tipos de negocio también han sido claras.

Como publica Skift, es posible que los alquileres a corto plazo estén superando a la industria hotelera durante la temporada alta de verano, pero un descenso de las vacaciones familiares en otoño podría suponer una caída en el rendimiento de plataformas como Airbnb y Vrbo.

Tras tocar fondo en abril, estas plataformas se dispararon con el levantamiento de las restricciones: las reservas en la empresa que dirige Brian Chesky crecieron un 127%, después de que Airbnb perdiese casi todo en tan solo unas semanas.

Los alquileres a corto plazo generalmente tuvieron un mejor rendimiento que los competidores de hoteles de calidad similar, según un estudio de STR y AirDNA de 15 mercados urbanos y 12 destinos de todo el mundo realizado entre enero de 2019 y finales de junio de este año. Tomando los ingresos por habitación disponible como factor de comparación (medida clave del rendimiento de la industria hotelera), esta cifra se redujo casi un 65% en los hoteles a finales de junio, mientras que solo bajó un 5% en los alquileres a corto plazo.

Pero los hoteles se basan en algo más que la ocupación en temporada alta

Los viajes de negocios siempre mantuvieron al sector hotelero en niveles de rendimiento muy superiores a los de los alquileres a corto plazo. Pero el coronavirus eliminó este tipo de estancias durante la mayor parte de 2020 y redujo el rendimiento de los hoteles mientras que los alquileres a corto plazo nunca habían dependido de eso, por lo que sobrepasaron al rendimiento de los hoteles.

A finales de marzo, la ocupación hotelera en los mercados estudiados tocó fondo con casi el 18%, mientras que la ocupación de alquileres a corto plazo alcanzó un mínimo del 34%. 

Además, las tarifas diarias promedio en los hoteles cayeron un 50% desde finales de marzo de 2019 hasta finales de marzo de este año, cuando sólo bajaron entre el 6% y el 12% en los alquileres a corto plazo. Como explica Skift, esto se debe en gran medida a que el tráfico que llega a Airbnb y Vrbo nunca desaparece del todo. A esto se sumó el hecho de que este tipo de alquileres se están convirtiendo en el tipo de alojamiento preferido en tiempos de distanciamiento social.

Un verano dominado por los viajes de proximidad

Según los datos facilitados por Airbnb, este verano de incertidumbre ha puesto la flexibilidad en la reserva como el factor clave a las hora de elegir alojamiento. Además, se ha reducido a la mitad el tiempo transcurrido entre una reserva y la estancia, en comparación al año pasado.

Las restricciones y la barrera de entrada a otros países ha hecho que los viajeros opten por España, siendo Valencia, Cataluña, Baleares y Canarias los destinos más populares.

Los viajes domésticos aún representan la mayoría de las reservas en la plataforma de Airbnb, y más de la mitad de las reservas hechas en agosto (para septiembre y octubre) son a menos de 500 kilómetros del lugar de residencia.
 
Otra novedad de este verano tan diferente para todos viene de la mano del teletrabajo, que ha llevado a que los viajeros opten por estancias de más de 4 semanas que les permita combinar ocio y trabajo. Pero viajar durante tanto tiempo conlleva más requisitos y eso se ha notado en las búsquedas de alojamientos que admitan mascotas, que se han multiplicado por 2 en un año. 

Pese a que los viajeros se decanten por este tipo de alojamientos, el COVID-19 también ha impactado a este sector

Este tipo de viviendas ascienden al 20% de la oferta de alojamientos en España, según las cifras de Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (Fevitur), y según los datos de Statista, las reservas en dichas plataformas registraron un descenso interanual del 97% en la primera semana de abril. 

Business Insider España ha tenido acceso en exclusiva a los datos de AirDNA sobre el sector de alquiler vacacional en España durante los últimos meses. Las cifras muestran que la variación de los ingresos mensuales de julio frente a junio en España mostró un crecimiento del 142% para los alquileres a corto plazo.

Leer más: Las pernoctaciones de turistas extranjeros en julio se hunden en Madrid, pero la peor parte se la lleva Cataluña por el desplome de ingresos

Pero no se trata de un repunte generalizado del mercado combinado de Airbnb y Vrbo (antigua HomeAway), sino que la recuperación ha sido muy desigual a lo largo de la geografía nacional. En Madrid, por ejemplo, las reservas de corta estancia en habitaciones y alojamientos turísticos se situaba en el mes de julio un 63% por debajo frente al año anterior, mientras que la caída interanual en San Sebastián era de un 47%.

Las cifras de la compañía apuntan a un despegue de las reservas en ciudades como Málaga y Valencia, que aumentaron sus reservas respecto a junio en un 117%, muestra del interés de los viajeros por disfrutar de unas vacaciones en la costa. Al otro lado el aumento en Madrid —una de las zonas más castigadas por la incidencia de los rebrotes— no llegó a superar el 35%.

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