Airbus acaba de comprar un avión que hará de laboratorio en el cielo, recopilando datos para construir su propia aeronave autónoma: echa un vistazo a cómo funciona
- La incubadora de Airbus en Silicon Valley, Acubed, sigue adelante recopilando datos para impulsar los vuelos autónomos.
- Así, el Project Wayfinder de Acubed acaba de adquirir un avión Beechcraft Baron 58 que ha equipado con cámaras y otros instrumentos a bordo que lo llevarán a ser un laboratorio de vuelo para los investigadores.
- Los ya exitosos vuelos de prueba de un Airbus A350-1000 XWB autónomo han demostrado que el concepto de aviones sin conductor es viable, y Project Wayfinder busca hacerlos realidad.
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Airbus demostró a principios de este año que los vuelos autónomos con aviones de pasajeros son posibles gracias a su A350-1000 XWB, que llevó a cabo —con éxito— varias pruebas de despegue y aterrizaje completamente solo, sin la intervención de ningún piloto.
Así, tras más de 500 vuelos el avión pudo distinguir con éxito las pistas de los aeropuertos, "conduciéndose" a sí mismo en cada fase del vuelo y llevando la idea de la conducción autónoma en aviones al siguiente nivel.
Cada vuelo se llevó a cabo en la sede y en la principal planta de producción de Airbus en Toulouse (Francia), donde también se ensambló el avión que realizaba las pruebas.
Pero el software que conseguía poner en marcha esos vuelos ha sido desarrollado por los datos de investigadores e ingenieros a 8.000 kilómetros, en el Área de la Bahía de San Francisco.
La incubadora de Airbus en Silicon Valley, Acubed, es la sede del Project Wayfinder, que tiene como objetivo desarrollar herramientas que impulsen los vuelos autónomos, ya sean tripulados o no tripulados.
Sus descubrimientos pueden tener implicaciones en la fabricación de nuevos aviones comerciales, pero también podrían dar forma a la creación de taxis aéreos autónomos y vehículos eléctricos de despliegue y aterrizaje vertical (eVTOL).
Tras el éxito de las pruebas del A350 autónomo, Project Wayfinder acaba de adquirir su propio avión de pruebas de vuelo, que es parte de la iniciativa de Airbus que busca conseguir un conjunto de datos que sirve para estos taxis aéreos y también en aviones comerciales.
Echa un vistazo al Project Wayfinder y su más reciente avión de investigación de vuelo:
Una vez se pensó que los aviones sin conductor marcarían el principio de un mundo realmente futurista, de una era tecnológicamente superior donde las aeronaves recorrerían los cielos impulsadas por la inteligencia artificial.
Pero Airbus ha estado probando el concepto utilizando aviones de pasajeros que ya están volando –como el A350– y tecnología que usa el aprendizaje automático respaldado por incontables horas de pruebas.
Con la nueva tecnología, que incorpora cámaras a bordo, un Airbus A350-1000 XWB de pasajeros fue capaz de reconocer pistas para llevar a cabo despegues, aterrizajes y maniobras sin que el piloto tuviera que tocar los controles.
Los pilotos raramente tenían que hacer nada más allá de asegurarse de que el avión estaba haciendo los cálculos correctos en cada fase del vuelo.
Incluso la división militar de Airbus se está beneficiando de los sistemas de vuelo autónomo: algunos se están probando en aviones para el reabastecimiento aéreo.
La tecnología reconocería los aviones de combate y otros aviones militares y se les acercaría y llevarían a cabo el reabastecimiento automático.
Sin embargo, antes de la tecnología pueda utilizarse en aviones como el Airbus A350 XWB...
Necesita recopilarse más datos en aviones como este.
Project Wayfinder acaba de comprar este Beechcraft Baron 58 y lo ha "personalizado" con cámaras, sensores y ordenadores para capturar valiosos datos de vuelo mientras planea por el Área de la Bahía de San Francisco.
Este laboratorio de vuelo recopila imágenes de cada viaje, que después se clasifican y procesan algoritmos de machine learning. Los datos ayudan al sistema a "ver", según Airbus.
Las cámaras de a bordo trabajan junto a los sistemas de navegación para recopilar información sobre la posición del avión.
Esto es lo que ve la máquina cuando la aeronave se acerca a una carretera.
La parte verde señala que el software ha reconocido el terreno como una pista y que se recopilarán datos para analizar cómo se comporta el avión conforme se acerca a tierra.
El software necesita ser capaz de detectar estas pistas a kilómetros de distancia, algo que no siempre es fácil.
El Baron 58 ha sido elegido, en parte, porque es una nave con dos motores —como la mayoría de jets de pasajeros— que deja la parte delantera libre, algo útil para mejorar la visibilidad de las cámaras de a bordo.
Los aviones con solo un motor normalmente cuentan con un propulsor cerca del morro del avión, algo que podría obstruir la vista delantera de la nave.
Eso aún está lejos de un Airbus A350-1000 XWB, pero la base sigue siendo la misma.
Las cámaras de a bordo están configuradas utilizando un tablero parecido al del ajedrez.
Los vuelos autónomos del Airbus A350 impulsaron la recogida de datos en Project Wayfinder.
El nuevo laboratorio de vuelos arrancó en julio y ya está aportando datos al equipo de machine learning de Project Wayfinder.
Estos vuelos de prueba continuarán teniendo lugar en la Bahía, recopilando datos para investigadores e ingenieros.
Una vez que se consigan todos los datos que se necesitan, los investigadores de Project Wayfinder entenderán mejor cómo de viables pueden ser los vuelos autónomos a gran escala.
Más allá de los aviones comerciales, los datos que aporte este laboratorio de vuelo también podría impulsar otros proyectos de vuelos autónomos como el de Airbus de vehículos de despegue y aterrizaje vertical.
Así, los pilotos de aerolíneas pueden estar tranquilos sabiendo que el propósito manifiesto de Project Wayfinder es mejorar la seguridad en su cabina mediante sistemas autónomos que reduzcan su carga de trabajo, pero no sustituyendo completamente a los pilotos.
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