La receta de la moda para esquivar el impacto económico del coronavirus: fusiones, relocalización, internacionalización y digitalización

hombre calle moda
  • La relocalización, el crecimiento inorgánico, la internacionalización y la digitalización se articulan como claves para impulsar el crecimiento del sector de la moda tras el coronavirus.
  • Marta Castells, secretaria general de Texfor, es del mismo parecer e insta a evitar la dependencia de terceros países, "para nosotros la trazabilidad del producto es importante y es importante que el cliente tenga esa información".
  • La integración de tecnologías será clave y las tiendas se convertirán en puntos logísticos, de tal forma que el cliente viva la omnicanalidad como una reducción de tiempo.
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El sector de la moda apuntala su estrategia para hacer frente a un nuevo escenario pos COVID-19. La relocalización, el crecimiento inorgánico, la internacionalización y la digitalización se articulan como claves para dinamizar el sector y minimizar el impacto de la pandemia. 

El crecimiento inorgánico, es decir, las fusiones y adquisiciones empresariales, será un de los motores del sector de la moda en los próximos años. Así lo cree Ángel Asensio, presidente de Moda España, que apunta a las empresas tecnológicas como principal objetivo para implementar las dinámicas de digitalización dentro de las compañías de moda, siguiendo la estela de gigantes como Inditex.

También pone sobre la mesa la relocalización de la producción. En plena pandemia las compañías vieron cómo la falta de suministro se convertía en un problema: “hay una reflexión sobre si la producción debe estar en el mismo sitio con el riesgo que supone”. En el marco de la conferencia E-Retail, Asensio apela a encontrar un equilibrio entre lo que se produce fuera y dentro “porque dentro genera riqueza y empleo pero fuera tenemos más competitividad”.

También Marta Castells, secretaria general de Texfor, es del mismo parecer e insta a evitar la dependencia de terceros países, "para nosotros la trazabilidad del producto es importante y es importante que el cliente tenga esa información", señala. "En la industria textil necesitamos un ecosistema y una industria fuerte".

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En este contexto, el tamaño de las empresas adquiere relevancia. La pyme española es más pequeña que la alemana y esto coloca a las empresas españolas en una situación de desventaja porque la escala implica también recibir más recursos de la internacionalización. “Para invertir en todo esto necesitas márgenes, recursos y esto el tamaño te lo da. Por eso tenemos que apostar por el crecimiento inorgánico”, señala Asensio.

Así es que la internacionalización también será un punto clave. “Cuando se vuelvan a abrir fronteras tenemos que estar ahí, tenemos que seguir apostando por ello. Es la forma de crecer y diversificar mercados”, apunta el presidente de Moda España.

También la digitalización coge fuerza de la mano del auge del comercio online durante el confinamiento. Se convertirá en un punto de encuentro clave para aupar las ventas. Y lo será teniendo en cuenta que el textil en España puede perder el 25% de sus empleados y sus  ingresos caerán 40%, según estudio de Boston Consulting Group, tal y como recuerda Gemma San, de Madrid Network. 

La omnicanalidad y la tecnología emergen, por tanto, como grandes aliados para determinar cómo será la relación entre empresa y cliente. Si la marca nativa digital Pompeii abría tiendas como un paso para acercarse a los consumidores, el responsable de Retail  de la compañía, Carlos Mancebo explica que, durante estos últimos meses, se ha acelerado la omnicanalidad, un proceso en el que las empresas trabajando desde hace dos años. “Tenemos que crear la atmósfera de la omnicanalidad porque el cliente decide dónde comprar”, recuerda.

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Sus propuestas pasan por convertir las tiendas en puntos logísticos, de tal forma que el cliente viva la omnicanalidad como una reducción de tiempo. Esta estrategia se ha traducido para Pompeii en una contracción de los tiempos de envío apoyándose en la capilaridad de sus almacenes, explica el directivo de la compañía.  

Los datos como herramienta para evitar la rotura de stock

También el dato ayuda a entender lo que pasa dentro de la tienda y  permite aumentar las eficiencias de la compañía. El ejecutivo, que cuenta con una trayectoria previa en Calzedonia, se lleva de la empresa italiana el relevante rol de la analítica para conseguir una visión completa de lo que sucede dentro de la compañía y generar eficiencias. 

La omnicanalidad implica también transformar la experiencia de compra, “tendremos que dar al online el mismo cariño que a las tiendas físicas: con la música, los olores o la distribución de los pasillos”, apunta Iñaki García de Usizy. “La inversión inteligente es medir la rentabilidad”. 

Lo que propone García es realizar una medición de los datos para ser más eficientes. Por ejemplo, permitiría conocer cuánto dinero está perdiendo una compañía por tener rotura de stock en determinada talla. La analítica permite tomar decisiones basándose en datos históricos para conocer la demanda real de determinado producto y determinada talla. 

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“Te permite jugar con el precio”, señala García. “Amazon es la única que cambia el precio del producto en función de la talla, y varía en función de la demanda”. Una estrategia que, tal y como pone de relieve García, permite tapar agujeros para tomar mejores decisiones, también en temas logísticos y para maximizar la eficiencia. 

Aún así, los expertos del panel reconoce que todavía falta una cierta madurez a las tecnologías de analítica y coinciden en que, en parte, hay que tener cuidado con la tecnología a la hora de generar expectativas. La omnicanalidad para muchos retailers es más una multicanalidad y para encontrar el camino las tiendas deberán transformarse para ofrecer al cliente un servicio, recuperando sus valores como asesores y expertos y, de esta forma, estrechar la relación con el cliente, sugiere el presidente del clúster gallego de moda, Cointega, Alberto Rocha.

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