Cuidado con las vacas, el gas natural y los arrozales: la comunidad científica insta a reducir el metano como vía más rápida para frenar el cambio climático

Ganado

Flash Dantz/Unsplash

  • Aunque los niveles de CO₂ son 200 veces más altos que los de metano en la atmósfera, este es 80 veces más poderoso para atrapar el calor en los 20 años después de ser liberado.
  • La comunidad científica destaca que reducir el metano es la vía más rápida para frenar el cambio climático, según un nuevo artículo publicado en la revista Nature. 
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El metano tiene un impacto enorme en el cambio climático y por ello, reducir sus emisiones resulta clave para frenar el calentamiento global de cara a 2050, según un nuevo artículo publicado en la revista Nature.

En la atmósfera terrestre el gran culpable de atrapar el calor y por tanto, causar el cambio climático, es el dióxido de carbono, con niveles 200 veces más elevados que el metano. No obstante, este gas atrapa el calor 80 veces más que el CO₂ en las dos décadas después de ser liberado. 

¿Qué dicen estos datos? Que es clave tener una hoja de ruta y reducir las emisiones de metano como vía más rápida para frenar el calentamiento global. Estas desaparecen antes de la atmósfera, por lo que su efecto para el clima se percibirá antes.

Crecimiento de las emisiones de metano.
Crecimiento de las emisiones de metano.

NOAA

El último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) destaca tanto el problema como la oportunidad que supone el metano, que ha contribuido a la emergencia climática con hasta 0,5 ° C de calentamiento desde la época preindustrial, solo superado por el CO₂.

El documento del IPCC plasma la gravedad del cambio climático: la Tierra está más caliente que en los últimos 125.000 años. 

La ganadería y la extracción de combustibles fósiles son las principales fuentes de emisiones de metano.
La ganadería y la extracción de combustibles fósiles son las principales fuentes de emisiones de metano.

IEA

El metano es el componente principal del gas natural, cuya popularidad como fuente relativamente limpia de energía fósil se ha disparado en más del 50% en las últimas dos décadas. 

En los Estados Unidos, los suministros de gas natural baratos y abundantes, obtenidos del controvertido fracking hidráulico, han ayudado a desplazar al carbón. 

No obstante, el coste para el clima que tienen los combustibles fósiles sigue siendo muy alto: debido a su uso las concentraciones de metano atmosférico se han duplicado desde la época preindustrial, pasando de 700 partes por 1.000 millones en volumen a casi 1.900 partes por 1.000 millones en 2020.

Además, los niveles medios mensuales de metano se han disparado alrededor de un 6% desde 2000, y en 2020 se registró el mayor aumento anual de metano atmosférico desde que comenzaron los registros en 1983, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos.

Aunque cerca de dos quintas partes de las emisiones de metano se producen de forma natural, el 60% restante es el resultado de la actividad humana.

La ganadería se trata de la principal fuente de emisión de metano (31%) seguida de las operaciones relacionadas con el petróleo y el gas natural, que representan una cuarta parte (26%). Otras son la minería de carbón, los arrozales y las plantas de tratamiento de aguas residuales.

Planes, propuestas y rutas para reducir el metano en las próximas décadas

Según Lisa Ocko, de la organización sin fines de lucro Environmental Defense Fund (EDF) situada en Nueva York, las emisiones de metano podrían reducirse en un 57% para 2030 utilizando tecnologías existentes, y cerca una cuarta parte del total mundial del gas podría eliminarse sin coste neto. 

La mayor diferencia puede producirse en la industria del petróleo y el gas, que poseen la infraestructura y el incentivo para minimizar las pérdidas de metano. 

En minería y plantas puede aprovecharse su captura para generar energía eléctrica, mientras que en los cultivos de arroz se plantean mejores prácticas de riego y tratamiento del suelo. 

El rumiante promedio produce entre 250-500 litros de metano por día.
El rumiante promedio produce entre 250-500 litros de metano por día.

cottonbro/Pexels

En cuanto a la ganadería, además de reducir la presencia de carne en la dieta y optar por más fuentes de proteína de origen vegetal (una reducción que recomiendan organizaciones como la FAO o la OMS), también existen alternativas complementarias, como un estudio publicado en PLOS ONE, que demuestran que alimentar a las vacas con algas podría ayudar a reducir las emisiones de metano.

Si estas medidas se implementaran en todo el mundo, los aumentos proyectados en el calentamiento global podrían reducirse en 0,25 °C para 2050 y 0,5 °C para 2100, según el estudio de Nature. Son cifras importantes teniendo en consideración que el planeta ya se ha calentado 1,1 ° C y el compromiso esa limitar el total a 1,5-2 ° C.

Hay planes para identificar las principales fuentes de superemisores de metano: en 2022, el EDF lanzará un satélite diseñado para identificar emisiones en grandes extensiones de tierra.

Por su parte, Carbon Mapper, una asociación sin fines de lucro que incluye el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y la empresa Planet, hará seguimiento en 2023 con dos prototipos de satélites diseñados para rastrear metano y CO₂ a escala de instalaciones individuales.

En marzo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Comisión Europea lanzaron el Observatorio Internacional de Emisiones de Metano para ayudar a coordinar estos esfuerzos e instar a tomar medias. Tendrán acceso a inventarios de emisiones estimados de gobiernos e industria. 

Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) muestra que se puede lograr una reducción del 45% en las emisiones de metano inducidas por el ser humano en esta década, evitando casi 0,3 ° C de calentamiento global para 2045, según recoge el Foro Económico Mundial.

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