"No hay fórmula mágica para tratar con las empresas más allá de escuchar": el vínculo entre la educación y el mundo corporativo, según la rectora de la Universidad CEU San Pablo

Reunión de trabajadores

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  • Rosa Visiedo, rectora del CEU San Pablo en Madrid, aboga por una relación más estrecha entre universidad y empresas.
  • "No hay fórmulas mágicas más allá de escuchar qué necesitan", explica la rectora.

Durante décadas, universidades y empresas transitaron por caminos distintos, puede que incluso opuestos. Tenía cierto sentido. Al fin y al cabo, a pesar de que una se alimentaba de los egresados que formaba la otra, la primera cimenta buena parte de su prestigio en la tradición y la segunda en la inmediatez de los resultados. Suelen colaborar, como quien dice, casi sin mirarse.

De un tiempo a esta parte, sin embargo, las cosas han ido cambiando. La implantación del Plan Bolonia, que daba a la empresa voz en la vida universitaria, y la clara apuesta de comunidades autónomas como Madrid por impulsar la educación privada y concertada están cambiando el panorama.

Para Rosa Visiedo, rectora en Madrid del CEU San Pablo, una universidad privada fundada a principios de los 90 en mitad de esta nueva ola, se trata de un cambio positivo, de un nuevo rumbo que hay que seguir explorando.

Una de las muchas maneras que ha tenido el CEU de hacerlo en los últimos tiempos ha sido, por ejemplo, con la creación de un consejo asesor de empleabilidad. En él, explica Visiedo, participan directivos de Recursos Humanos de importantes empresas.

Su objetivo no es solo hacer de puente entre la universidad y la corporación, sino asegurarse de que el CEU imparte en sus alumnos la formación que las empresas necesitan.

"En estos años, la universidad en general y la nuestra en concreto ha sido cada vez más consciente de la necesaria y simbiótica relación que tiene que haber entre universidad y empresa", explica la rectora a Business Insider España.

No se trata, ahonda, solo de una cuestión de favorecer el empleo en las primeras etapas de la vida laboral de sus alumnos egresados, sino también de que las universidades enseñen a las empresas lo que saben, que hagan de punta de lanza de la innovación.

"Hay que escuchar a la empresa y ver qué necesita. Esto ayuda también a que las universidades mejoremos y que ofrezcamos a la sociedad los jóvenes con la preparación necesaria para afrontar los retos de la sociedad de mañana", comenta.

"No hay recetas mágicas más allá de ver qué quieren, qué podemos nosotros ofrecerles. Lo que mejor nos ha funcionado es que el trato con cada una sea individualizado, porque cada empresa y cada sector quiere cosas distintas".

Todo, para lograr poco menos que un imposible: acertar con qué va a querer el mercado laboral dentro de unos años en un contexto en el que, súbitamente, innovaciones como la IA y el metaverso virtual cambian las normas del juego de casi todos los sectores.

Por eso, Visiedo es partidaria de centrar la atención en aquello que no cambia.

"El conocimiento técnico tiene una obsolescencia cada vez más rápida. Sin embargo, hay cosas que son permanentes como los valores, las actitudes, las capacidades personales. Pienso mucho en ello. ¿Qué empresa no va a querer a alguien leal, comprometido, con capacidad de comunicarse, de liderar proyectos, de encontrar soluciones y de aprender?".

La igualdad entre hombres y mujeres, un reto sin cuotas para el CEU

Se trata de un reto que alumnos y alumnas deberán afrontar en el futuro por igual. No obstante, los datos indican que las segundas padecen ciertos hándicaps que tienen que ver sobre todo con su incorporación a las carreras técnicas.

Según datos de la Unesco, solo el 35% de las mujeres cursan carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), y únicamente un 3% de las que cursan educación superior optan por estudios TIC (tecnologías de la información y la comunicación).

Y eso que, al menos desde 2014, hace casi 10 años, las mujeres son mayoría en la universidad española, tal y como recoge el INE. Su porcentaje con respecto al total de alumnos matriculados, de hecho, no ha hecho más que crecer desde aquel año: hoy supera el 56% cuando entonces apenas superaba el 54%.

Becas y ayudas a alumnos de niveles postobligatorios: cuantía y estudios

Las cifras contrastan con las que presentan la rama de Ingeniería y arquitectura, el porcentaje de mujeres se mantiene cerca del 25% cuando en el resto de ámbitos superan el 50%

Para Visiedo, en primer lugar, se está haciendo ya una labor de promover entre las alumnas precisamente estos saberes: "No solo es una cuestión de la universidad, es una cuestión también de los niveles anteriores. Creo que se está haciendo un buen trabajo".

A pesar de ello, la rectora se muestra en contra de las cuotas: "Creo que consiguen lo contrario de lo que se busca. Soy más partidaria de políticas a largo plazo, como ayudar a conciliar. Se ha avanzado mucho ya por ejemplo en cuestiones como reparto del hogar. Lo veo en las nuevas generaciones. Con el tiempo, iremos todavía mejor".

De hecho, la rectora del CEU apuesta por verlo también desde otro ángulo. No solo faltan mujeres en carreras técnicas, sino que faltan hombres en carreras donde las presencia de alumnas ha sido mayoritaria durante décadas.

"Faltan hombres en Educación infantil y primaria y en carreras que tienen que ver con el cuidado de las personas, bien sea Medicina, Enfermería o Psicología, por ejemplo. Todas estas titulaciones tienen una presencia mayoritaria de mujeres no solo en nuestra universidad. Yo invito a hacer también una reflexión sobre esto".

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