Sánchez sobrevive una vez más y deja a PP y Vox sin mayoría absoluta: los resultados de las elecciones generales del 23J

Sánchez celebrando los resultados del 23J.

REUTERS/Nacho Doce

  • El PSOE detiene la sangría que vaticinaban los sondeos tras la debacle del 28M y lidera una remontada que permite a Sánchez pensar en la presidencia.
  • La suma de PP y Vox se queda lejos de la anhelada mayoría absoluta tras un final de campaña descafeinado.

En el enésimo ejercicio de supervivencia, Pedro Sánchez, líder del PSOE, ha liderado este 23J una remontada que permite a la izquierda soñar con otros 4 años de gobierno progresista en España.

Su resultado contradice unos sondeos que en algunos casos llegaron a dar una mayoría absoluta holgada al bloque conservador, conformado por PP y Vox. Juntos, han sumado los 136 escaños del primero a los 33 del segundo. En total, 169 escaños: se quedan a 7 de los 176 que necesitaban para gobernar juntos con esa absoluta.

A ellos se oponen los 122 del PSOE y los 31 de Sumar, que sirven para alcanzar unos 153 escaños que les dan margen para negociar un potencial gobierno progresista. 

Para ello, necesitarán al menos los 7 de ERC, los 6 de EH Bildu, los 5 del PNV y el de BNG. Se trata de una suma de 172 escaños que necesitará, al menos, la abstención de Junts para que la investidura salga adelante por mayoría simple en segunda vuelta. 

Esto, por otra parte, hace que no sea descartable un escenario de bloqueo electoral que obligue a repetir elecciones a principios de 2024.

Cuándo sería la repetición de elecciones en caso de que los resultados del 23J no dejen una mayoría clara

Por ahora, cunde en el PSOE la sensación, al menos, de haber salvado una bola de partido. 

"Hemos sacado más votos, más escaños y más porcentaje que hace 4 años. Hace unas semanas. España ha sido bien clara. El bloque del retroceso que planteaba derogar los avances los últimos 4 años ha fracasado, han salido derrotados. Somos muchos más los que queremos que España siga avanzando", ha declarado un Sánchez triunfal desde una sede de Ferraz en plena fiesta.

Tras meses en los que se ha especulado de un giro definitivo del país hacia la derecha, los socialistas logran el principal objetivo que se fijaron a finales de mayo, cuando, tras la debacle de las autonómicas y municipales, el PSOE adelantó las elecciones para evitar medio año más de desgaste al frente de una coalición que se había visto muy cuestionada en las urnas.

Porque también ha salvado una bola de partido Sumar, que cosecha 4 escaños menos que que lo conseguido al frente del Unidas Podemos por Pablo Iglesias hace 4 años. 

Sin embargo, la gran coalición de partidos de izquierdas liderada por Yolanda Díaz, otra parte, aguanta el tirón y levanta la cabeza tras haberse visto barrido del mapa electoral el 28M. 

En concreto, Sumar ha conseguido mantenerse por encima de los 30 escaños, algo que hace unos meses se veía como poco menos que un imposible en el seno de un partido enfrentado a sí mismo por cuestiones como la exclusión en sus listas de la ministra de Igualdad y líder de Podemos, Irene Montero.

"Les dijimos que empezaron la campaña con un guion con un relato que decía que iban a ganar las elecciones. Pero el guion ha cambiado, hemos cambiado la vida de la gente", ha declarado Díaz.

Momentos mucho más difíciles se han vivido en los aledaños de la sede de Vox en Madrid, donde docenas de afiliados y simpatizantes se han acercado a lo que se esperaban que fuera una gran fiesta por parte del partido liderado por Abascal.  Vox se ha desplomado tras perder 19 escaños con respecto a su resultado de hace 4 años.

El bloque de la derecha se queda lejos de lo que pronosticaban las encuestas: no suman para la mayoría

El PP ha ganado las elecciones como partido más votado, pero no cumple sus expectativas ni sus mayores deseos. La ola azul del 28M ha decaído casi 2 meses después de las elecciones autonómicas y locales, donde los populares arrasaron en la mayoría de los territorios. 

Alberto Núñez Feijóo buscaba rozar la mayoría absoluta con 165 escaños, pero la realidad le ha dejado con 136 con el 32,88% de los votos. 

Esto no le ha impedido pedir al PSOE que le deje gobernar como partido con la lista más votada: "Nuestra obligación ahora es que no se abra un periodo de incertidumbre en España. Nos han dado la confianza y han dicho a todos los partidos del arco parlamentario que dialoguemos. Como candidato más votado debería abrir esos diálogos de acuerdo a los resultados electorales", ha dicho Feijóo.

"Le pido pues, al partido que ha perdido las elecciones porque ha sido superado por el PP, le pido al PSOE expresamente y al resto de las fuerzas políticas, que no bloqueen el gobierno de España una vez más. Es lo que ha pasado siempre: los candidatos más votados son los que han gobernado".

El PP ha sido el partido que más ha crecido respecto a los comicios de noviembre de 2019: obtiene 47 escaños más favorecido por la desaparición de Ciudadanos y la fagocitación de parte del electorado de Vox.

Quien sí ha perdido ha sido Vox. El voto útil en el bloque de la derecha ha tenido su efecto entre el electorado, pues el partido de Abascal pierde 19 escaños respecto a los 52 de las anteriores elecciones. La extrema derecha obtiene 33 diputados con el 12,39% de los votos y se mantiene como tercera fuerza política.

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Por otra parte, ganar la pugna del tercer puesto frente al Sumar de Yolanda Díaz puede entenderse como una victoria en la pequeña escala. Ambos partidos se disputaban la representación en muchas circunscripciones donde el voto útil se depositaba precisamente en los partidos nacionales minoritarios.

Con todo, la suma de la derecha no da. Los resultados electorales de este 23J dejan un escenario desolador para cumplir el principal objetivo de Feijóo y Abascal: derogar el sanchismo. 

Esto deja un escenario en el que ambas fuerzas tendrían que buscar apoyos externos. Sin embargo, la mayoría absoluta seguiría siendo un escenario altamente improbable, ya que el resto de partidos del bloque de la derecha tienen diferentes vetos.

El PNV ha afirmado en varias ocasiones que no apoyará un Gobierno en el que esté Vox. Lo mismo ha dicho Coalición Canaria. Junts per Catalunya es uno de los partidos catalanes independentistas a los que, por otra parte, el propio Vox vetaría. Por su parte, UPN sí podría ser favorable a apoyar la coalición de Feijóo y Vox.

Si Feijóo y Abascal consiguieran el voto favorable de los 5 escaños PNV de Aitor Esteban y de Coalición Canaria, sumando al escaño de UPN, las cuentas saldrían: 177. No obstante, este escenario es altamente improbable, ya que, entre otras muchas cosas, Vox plantea en su programa la desaparición de las autonomías.

La investidura queda en manos del independentismo

Por el lado progresista, la investidura queda completamente en manos de los partidos autonomistas e independentistas. 

Para empezar, el bloque de la izquierda necesitará el apoyo de ERC, que se ha dejado en estos comicios 6 escaños con respecto a lo que consiguió hace 4 años. Como respuesta, Gabriel Rufián, líder del partido, ha advertido de que será más exigente en sus peticiones.

"No son los resultados que querríamos. Venimos de un ciclo electoral profundamente exitoso y ahora no nos toca celebrar. Desde aquí, desde el minuto uno, me pongo a disposición para hacer lo que dijimos que haríamos: poner precio. Tendrá que ser alto y consensuado. Cataluña o Vox: este es el dilema para Pedro Sánchez y Yolanda Díaz", ha dicho Rufián.

La izquierda también necesitará los 6 del EH Bildu liderado por Oskar Matute. Su apoyo tampoco saldrá gratis: junto con Vox, Bildu ya ha votado recientemente en contra leyes clave para la coalición progresista como la reforma laboral. 

No obstante, la principal inquietud del bloque de izquierdas es que cualquier intento exitoso de investidura pasa en estos momentos necesariamente por, al menos, la abstención de Junts pel Catanlunya. Míriam Nogueras, presidenta del partido, ya ha advertido de cuál será su postura: "No haremos presidente a Sánchez a cambio de nada".

La política de pactos se pone en marcha, pero primero el Rey debe llamar a un candidato

Ninguno de los bloques suma mayoría absoluta, con lo que el escenario actual es un bloqueo que abocará a los partidos a semanas de duras negociaciones.

Ahora más que nunca, la política de pactos debe imponerse si lo que quieren los partidos es evitar la repetición electoral. Pero para que se inicien las negociaciones, el Rey anda en un brete: ¿a qué candidato encomendar la formación de Gobierno?

Es una historia conocida. En 2016, el Partido Popular ganó las elecciones siendo la fuerza más votada con 137 escaños. El Rey se reunió con Mariano Rajoy para encomiarle la labor, pero el líder popular rechazó la invitación al no tener apoyos suficientes para formar Gobierno. 

Entonces, Pedro Sánchez, fue llamado por Felipe VI.  Era la primera vez que un candidato rechazaba el mandato del rey.

Ahora, cabría la posibilidad de que el rey no llamase al candidato más votado, sino a quien tenga más posibilidades de ser investido.

En este escenario, ese sería Pedro Sánchez. Sin embargo, Feijóo ha insistido durante toda la campaña y durante este domingo en que debe gobernar la lista más votada, con lo que entiende que él debe ser el primero en atender a la cita con Felipe VI. 

Una vez el candidato tenga la responsabilidad de formar Gobierno, comenzará la política de pactos.

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